VALÈNCIA. Una fea apocada que luego resulta ser las más guapa y divertida del lugar; un cínico, guapo y con posibles, que se niega a enamorarse. Se conocen, se quieren, se enfadan y se reconcilian para siempre. Este es el guion del 99% de las novelas románticas, pero el género también puede transitar otros caminos. “Yo prefería contar la historia de un matrimonio, porque también están enamorados, aunque es verdad que no es lo habitual”, explica la alicantina Gigi Rote —de momento, prefiere ocultarse tras un seudónimo— que acaba de publicar en Amazon su primera novela Uncafé con Tessa. De momento no ha llegado a Best Seller, pero las críticas de los lectores están de su parte: 4,6 estrellas sobre cinco y un número de lectores reducido, pero que crece día a día y con los que mantiene un estrecho contacto a través de Instagram: “Lo que más me gusta es que se está comprando el libro gente que no conozco de nada, y que todos los días cae alguno”.
A modo de diario, Rote se mete en la piel de un matrimonio joven, formado por Fran y Tessa, que sueñan —como tantos— con fundar un hogar en el que criar sus futuros hijos. El problema es que una cosa es lo que debería ser y otra lo que es: no pueden ser padres. “A mí me interesaba más este tipo de novela romántica, la que tiene un pie en la realidad. El proceso para tratarla infertilidad es largo, muy duro, y lleno de incertidumbres porque nunca se sabe el final. En ese contexto, el amor es muy importante para seguir luchando”. El libro, en cierto modo, también es una puerta para acercarse a la forma de ver la vida de esta autora que se define como “una romántica empedernida de más de cuarenta años que cree en el amor y las segundas, terceras y cuartas oportunidades”.
Para escribir su novela, la alicantina preguntó a todas sus amigas que habían pasado un proceso similar, lo que hace que el realismo de su novela–lo que la hace creíble— no es la gran historia, sino esos pequeños detalles que solo conocen los que han transitado ese camino. “Al principio —dice— quise escribir la historia desde el punto de vista de él, pero me di cuenta de que los hombres viven el proceso de otra forma y, sobre todo, que son muy reacios a expresar sus sentimientos, así que al final decidí que Tessa fuera la voz de mi relato”, detalla.
Esta falta de comunicación con su marido es la que abre la puerta al tercer personaje de la novela, Charo, la inseparable amiga de Tessa, su apoyo y su paño de lágrimas. Así, con estos tres personajes, Rote hilvana un texto creíble, que respira sinceridad, y en el que se alterna lo dramático con la comedia, pero sin perder su halo de optimismo.