Alicante asumirá las harineras para uso cultural y deportivo, sin centro de congresos
Alicante asumirá las harineras para uso cultural y deportivo, sin centro de congresos
ALICANTE. El desarrollo del nuevo barrio de Benalúa Sur se anota al fin uno de los principales hitos perseguidos desde que se aprobó el Plan Parcial, en el año 2003: la fecha para que esa zona de acceso a la ciudad quede liberada de forma definitiva de las históricas fábricas de Harinas Bufort y Harinas Cloquell (dos de las últimas industrias que todavía permanecen situadas en el casco urbano de la capital)
Salvo imprevisto, las dos empresas estarán en condiciones de ejercer su actividad a pleno rendimiento en sus nuevas instalaciones del polígono de Riodel, en Mutxamel, a finales del próximo mes de enero. Lo cierto es que Harinas Cloquell ya opera en su nuevo centro -una nave de nueva construcción promovida con fondos propios- desde principios de octubre. De hecho, la compañía ya estaría ejecutando el vaciado de su fábrica original, con el traslado de su maquinaria, en un proceso que se viene desarrollando de forma gradual.
Ahora será Harinas Bufort quien le seguirá los pasos en un proceso que ya está programado para la segunda quincena del próximo mes de enero. La compañía se asentará en una nave preexistente, adquirida el pasado mes de febrero, que ahora se encuentra en su última fase de acondicionamiento, como también informó este diario.
Esa mudanza se producirá, así, un mes después de que el Ayuntamiento de Alicante ejecute la compensación económica por los derechos de edificabilidad de los que la compañía disponía en el Plan Parcial. Se trata del acuerdo concertado entre el equipo de gobierno (el bipartito compuesto por PP y Cs) y los responsables de Harinas Bufort, después de que se haya aprobado el proyecto de reparcelación del sector, en el que se incluye el compromiso de pago de 1,4 millones por la adquisición de esos aprovechamientos urbanísticos.
Según fuentes consultadas, el abono de esa suma debe producirse a mediados del mes de diciembre, una vez completado el proceso de evaluaciones técnicas por parte del departamento de Intervención. Se trata de una suma ya contemplada en el presupuesto municipal de este año para asumir gastos derivados de expropiaciones y otro tipo de acuerdos urbanísticos.
Con esa fórmula de compensación, el Ayuntamiento consigue ampliar la superficie de los edificios de las dos fábricas que pasarán a convertirse en inmuebles de titularidad municipal, con el fin de rehabilitarlas y destinarlas a un uso público todavía por definir: entre ellos, oficinas administrativas, además de otros fines relacionadas con la cultura y el deporte. Hasta que, el pasado mes de abril, se suscribió el convenio para preservar parte de los edificios de las fábricas, el Ayuntamiento solo asumía un porcentaje del suelo del Plan Parcial después de que se produjese su derribo.
Alicante asumirá las harineras para uso cultural y deportivo, sin centro de congresos
No obstante, sobre el futuro del sector todavía existen dos decisiones pendientes de resolución. La primera es la definición los usos que se pretende dar a los edificios de las dos fábricas que acaben conservándose. Los técnicos de la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Ciudadanos) trabajan ahora en el planteamiento de alternativas, después de haber girado una visita de inspección a los inmuebles para conocer in situ sus dimensiones y su distribución.
La segunda cuestión por dilucidar es la reordenación del planeamiento de la unidad de ejecución, a través de una modificación del Plan Parcial. En ella, se debe concretar la ubicación concreta de las cerca de 100 viviendas que todavía se contemplan, una vez garantizada la conservación de parte de los edificios de las fábricas. Hasta ahora, solo ha trascendido el planteamiento de varias alternativas de reubicación e, incluso, la posibilidad de que los inmuebles a construir ganen altura para concentrar edificabilidad en las parcelas sobrantes tras la conservación de los edificios industriales.