ALICANTE. Alicante retoma su calendario de fiestas después de casi dos años de cancelaciones forzadas por la crisis sanitaria del coronavirus. A la experiencia de la celebración del Carnaval, en el que se ha cancelado el Sábado Ramblero al tratarse del acto de mayor afluencia de público, la primera prueba efectiva sobre el desarrollo de festejos postcovid en la ciudad llegará con los Moros y Cristianos de Villafranqueza El Palamó, en la tercera semana del mes de marzo. De hecho, fueron también los primeros festejos locales en quedar cancelados en 2020, a días de su celebración.
Por lo pronto, la Concejalía de Fiestas acaba de aprobar el programa de actos propuesto por la entidad organizadora (la Asociación de Fiestas de Moros y Cristianos El Palamó) para 2022, en el que se plantea su desarrollo entre los días 17 y 20 de ese mes, aunque el primer acto oficial tendrá lugar el domingo previo, día 13, con el Avís de Festa. Eso sí, el decreto por el que se valida ese calendario no supone una autorización expresa para el desenlace de todos sus actos. En su articulado se concreta que cada uno de ellos queda supeditado a las condiciones de prevención que se delimiten con carácter previo, como ya ha sucedido en el caso del Carnaval, tras elevar la preceptiva consulta a la Conselleria de Sanidad.
Así, la propia disposición, dictada por el edil de Fiestas, Manuel Jiménez (PP), detalla que "la efectiva autorización de cada uno de los eventos" contenidos en el programa festero está sujeto "al cumplimiento de la normativa que se encuentre vigente en las fechas de celebración de los mismos, especialmente la normativa en materia de medidas para la protección y prevención contra el covid-19".
En principio, todo parece indicar que las condiciones para su desarrollo deberían quedar delimitadas en el protocolo anunciado por la Conselleria de Sanidad para la celebración de las fiestas de las Fallas de València y las de la Magdalena de Castellón, las dos grandes primeras grandes celebraciones autonómicas que quedaron canceladas en marzo de 2020 con la irrupción de la pandemia. Este jueves, ya se anticipó que -al margen de otras posibles medidas- se mantendría la obligación de uso de mascarillas en exteriores en actos multitudinarios en los que se puedan esperar grandes aglomeraciones de público, como el caso del disparo de espectáculos pirotécnicos.
Fiestas aprueba el programa de actos de la celebración, entre el 17 y el 20 de marzo, sujeto a las medidas del protocolo anunciado por Sanidad para las Fallas y la Magdalena
Sea como fuere, lo cierto es que el sistema que acabe aplicándose para la celebración de los Moros y Cristianos de Villafranqueza funcionará como modelo, o banco de pruebas, para el desarrollo del resto de fiestas del programa anual en la ciudad de Alicante. Le seguirán la Semana Santa y la Romería de Santa Faz, en abril; las fiestas de Fogueres en junio, y las fiestas de Moros y Cristianos de El Rebolledo, San Blas (julio) y Altozano (agosto).
De acuerdo con la tónica mantenida por Sanidad hasta ahora, todas quedarán sujetas a posibles variaciones a partir de ese protocolo marco, para introducir adaptaciones en función de cuál sea la evolución epidemiológica en cada momento. La última edición de los días centrales de todas esas celebraciones fue la de 2019, aunque sí se han desarrollado actos puntuales, en función de la incidencia de contagios de cada momento, como las galas de elección de bellezas o los desfiles de Mig any.