ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante trata de dar salida a la gestión de los residuos textiles y a los mecanismos utilizados hasta ahora para su posible recuperación, incluidos los que comprenden una finalidad social. La tarea ha comenzado ya con el inicio del proceso de retirada de los contenedores para el depósito de ropa y calzado instalados en la vía pública sin la preceptiva autorización municipal. En concreto, la Concejalía de Limpieza ha eliminado ya parte de los instalados en calles de San Gabriel y Babel y prevé continuar con la recogida de los que se encuentren distribuidos en otros barrios en las próximas semanas.
El planteamiento comprende, también, la búsqueda de una solución a medio plazo para el funcionamiento del servicio en cuanto se produzca el vencimiento del convenio suscrito con la fundación Proyecto Lázaro: la única entidad que sí dispone de permiso para la instalación de contenedores de ropa en la ciudad. La vigencia de ese convenio concluye el próximo mes de mayo, como advirtió este martes el grupo municipal de Unides Podem, al apremiar al equipo de gobierno (PP y Cs) a renovar su validez. Por lo pronto, fuentes municipales consultadas indicaron que ese paso debería impulsarlo la Concejalía de Acción Social, puesto que fue el departamento que lo suscribió inicialmente. Otra cosa es, según las mismas fuentes, que esa renovación resulte viable desde el punto de vista técnico.
De ahí que ya se esté sopesando opciones alternativas, como que el servicio de recogida de la ropa usada quede en manos de la UTE concesionaria del servicio de recogida de la basura (compuesta por FCC, Ferrovial, Inusa y Cívica) con el condicionante de que pudiese subrogar al personal adscrito a Proyecto Lázaro y de que se mantuviese su mismo funcionamiento, marcado por el objetivo de la inserción laboral a través del reciclaje de esos residuos textiles.
PP y Cs contemplan que el futuro concesionario de la basura quede obligado a subarrendar la recogida del residuo textil con entidades sociales
En todo caso, la previsión con la que trabaja el bipartito es incluir ese servicio en el nuevo pleigo de condiciones de la recogida de la basura, de modo que el futuro concesionario pueda subarrendar a una entidad sin ánimo de lucro para que asuma la retirada y reciclaje de la ropa usada. Como viene informando este diario, PP y Cs tratan de acelerar la convocatoria de ese concurso para poder renovar, al menos, la prestación de los servicios de limpieza viaria y recogida de la basura a través de una misma licitación que debería aprobarse a mediados de este ejercicio. De este modo, la gestión y eliminación de los residuos quedaría postergado a una segunda licitación para la que, por ahora, se augura un mayor retraso.
Entre tanto, el grupo municipal de Compromís planteó este miércoles la posibilidad de que se pueda licitar el servicio de recogida de ropa con un lote específico reservado a centros especiales de empleo o empresas de inserción laboral en cuanto se ponga en marcha el nuevo concurso para adjudicar el servicio de recogida de la basura. Todo, después de haber solventado la renovación del convenio suscrito con Proyecto Lázaro. Con ese procedimiento, se garantizaría que la gestión de la ropa usada quedase a cargo de entidades que tengan una finalidad social, según precisó el edil Rafa Mas.
