ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante configura una nueva planificación para la instalación de terrazas de la hostelería en el eje formado por la calle General Marvá y la avenida de Doctor Gadea, tras el fin de las obras de reurbanización ejecutadas con motivo de la implantación de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El nuevo régimen de autorizaciones en ese ámbito queda recogido en un Plan de Ordenación específico, ya validado en la Junta de Distrito Número 1 por mayoría, en el que se incluye como principal disposición el veto a la concesión de todo permiso para la colocación de mesas y sillas sobre las aceras laterales de Federico Soto, aunque sí se permitirán en su bulevar central.
Por partes. La restricción respecto a las aceras de ese paseo se justifica en sus dimensiones: según el documento, no disponen de la amplitud suficiente para admitir su colocación sin perjuicio de afectar al tránsito peatonal, que se considera especialmente intenso en el conjunto de la avenida. En esta línea, el Plan de Ordenación subraya que no existe el espacio necesario que permita situar terrazas sobre sus aceras ya que, al margen de disponer de un reducida longitud de sección, quedan jalonadas por la presencia de las marquesinas de las paradas de autobús, por la disposición de arbolado y jardineras, y por la colocación de nuevo mobiliario urbano como bancos o papeleras.
Lo cierto es que no es un ámbito en el que prolifere la presencia de terrazas hasta ahora, precisamente como consecuencia de la limitación del espacio físico en el que instalarlas, pero en la definición del Plan de Ordenación se ha querido plasmar la imposibilidad de su instalación para garantizar la movilidad peatonal sin dar pie a la tramitación de una posible solicitud de autorizaciones una vez concluida la reforma del paseo que pudiese incentivar a los establecimientos de la zona a hacer uso de los nuevos espacios públicos reurbanizados generados tras la realización de las obras para ampliar el ejercicio de su actividad.
Sí podrá autorizarse la instalación de terrazas, sin embargo, tanto en Gadea como en General Marvà con condiciones hasta cierto punto equivalentes en ambos casos, aunque se introducen determinadas variaciones en función de cada una de las manzanas en las que se divide su trazado. En términos generales, a lo largo de las dos vías se permite la instalación de veladores ajustados al ancho de fachada de cada establecimiento con la posibilidad de ocupar hasta el 50% de la anchura de la acera, una vez descontada una distancia de 0,50 centímetros desde el bordillo, y siempre que mantengan un ancho fijo de 1,80 metros "desde la línea de inicio de terrazas hasta la línea de parterre o cambio de pavimento".
Eso sí, se contemplan algunas condiciones especiales para determinadas manzanas ajustadas a las dimensiones específicas de sus aceras. Es lo que sucede, por ejemplo, en el tramo de Gadea comprendido entre Maisonnave y Reyes Católicos, en el que se estrecha la franja de suelo para la instalación de mesas y sillas al establecer solo un ancho fijo de 0,70 metros desde la línea de inicio de terrazas hasta la línea de inicio de parterre o cambio de pavimento. Esa misma regulación especial se reproduce en el caso de General Marvá para las manzanas comprendidas entre Luceros y San Juan Bosco, entre Luceros y Poeta Quintana, y entre Poeta Quintana y Benito Pérez Galdós.
Además, se establen algunas limitaciones adicionales, como la imposibilidad de situar mesas y sillas ante bancos, salvo que se guarde una distancia mínima de 50 centímetros de separación, o el respeto de otra distancia de un metro respecto al pavimento táctil direccional que guía hasta los pasos de peatones y de 3,50 metros respecto al pavimento táctil que comienza en la línea del bordillo. De igual modo, se determina que también deberá permanecer libre una franja de 1,80 metros respecto a la ubicación de las paradas de autobús y taxis.
El Plan de Ordenación también regula la colocación de terrazas en el bulevar central que se configura desde Marvá hasta Gadea. En todos los casos, se establece que la disposición de mesas y sillas quedará limitada a la ocupación de un espacio máximo de 1,80 metros de amplitud. Eso sí, se plantea una longitud máxima en la que podrían instalarse esas terrazas en función de cada tramo. Así, en Gadea se plantea una división en cinco zonas distintas para las que se prevé una longitud máxima de 14 metros en cuatro de ellas y de 10 en la quinta. En Soto solo se contemplan dos zonas, con una longitud de seis metros para la banda de terrazas. Y lo mismo sucede en General Marvá, con dos zonas con la misma extensión de 6 metros.
En el supuesto de que varios establecimientos soliciten disponer de terraza en una misma de esas zonas, se determina que se establecerá un reparto del espacio proporcional a la longitud de fachada de cada negocio. Y se apunta que el recorrido máximo que debe mediar entre la puerta del local que solicite el permiso de terraza y el paso peatonal para llegar a la zona habilitada para su instalación será de 25 metros. Además, se establece que el personal de los establecimientos solo podrá acceder a la zona de terraza para prestar servicio a los clientes a través de esos pasos peatonales, sin cruzar por los parterres vegetales.