ALICANTE. El bipartito de Alicante (PP y Cs) solventa los dos últimos obstáculos pendientes para tramitar su primer presupuesto en común. En primer término, fuentes del equipo de Gobierno consultadas por Alicante Plaza precisaron este jueves que los negociadores de ambos partidos ya han conseguido zanjar las últimas diferencias de criterio respecto a determinadas partidas sobre las que todavía existían discrepancias en función de las prioridades fijadas en sus respectivos programas electorales.
Según las mismas fuentes, a ese consenso se habría llegado en los últimos días, después de cerca de un mes y medio de reuniones bilaterales en las que Cs (que no maneja las competencias de Hacienda ni Recursos Humanos) ha tenido que reivindicar un refuerzo de personal en casi todos los departamentos municipales. La posición de sus concejales ya es conocida: en las filas de Cs existía preocupación ante la falta de medios que aseguraban haber constatado para poder desarrollar las partidas que se consignasen. El objetivo que según fuentes del bipartito parece haberse conseguido ahora era contar con los recursos necesarios para evitar un bajo nivel de ejecución presupuestaria.
Y en segundo término, PP y Cs también habrían cuadrado las cifras para poder devolver al Ministerio de Hacienda los 2,4 millones correspondientes a la liquidación de las aportaciones estatales de 2017. El encaje, eso sí, ha conllevado la aplicación de recortes por un valor prácticamente equivalente (salvo los 500.000 euros que, según informó la propia Concejalía de Hacienda, debían reintegrarse antes de que finalizase 2019 con cargo a los presupuestos de este año). Así, según las mismas fuentes, el tijeretazo se habría extendido tanto al gasto no comprometido (no vinculado a la prestación de servicios, por ejemplo) como a algunas de las inversiones que se había planificado ejecutar en un principio.
En concreto, se habría renunciado a presupuestar las obras de al menos dos proyectos por cerca de 600.000 euros con la intención de que puedan ejecutarse en la segunda mitad de 2020 a través de las llamadas inversiones financieramente sostenibles, con cargo al remanente de crédito (dinero no gastado) del presupuesto de 2019. Hasta ahora, las dos únicas cifras que se ha dado a conocer sobre la propuesta económica del bipartito son su importe global, que podría alcanzar los 260 millones, y el importe destinado a la ejecución de obras municipales, que se había fijado en unos 21 millones.
Con esos dos escollos superados, PP y Cs prevén impulsar los contactos con los cuatro grupos políticos que ejercen funciones de oposición (PSPV-PSOE, Unides Podem, Compromís y Vox) para recoger sus posibles aportaciones a la propuesta de planificación económica en el arranque del nuevo año. De este modo, como muy pronto, el presupuesto podría debatirse en pleno en la segunda mitad de enero.
Como viene informando este diario, el bipartito solo tiene garantizados los 14 votos de sus ediles (9 del PP y 5 de Cs) en una corporación de 29 regidores, por lo que necesita del respaldo o la abstención de al menos un concejal de la oposición para que su propuesta pueda quedar aprobada con más votos a favor que en contra. Por el momento, las cuatro fuerzas opositoras se han limitado a reclamar más información y a expresar disparidad de opiniones sobre algunos de los aspectos que se habrían incorporado en las cuentas, como el dinero destinado a Cooperación internacional o al área LGTBI, con advertencias de rechazo por parte de Vox incluidas.
Entretanto, PP y Cs ya han iniciado la tramitación de su propuesta en algunos de los organismos autónomos que dependen del Ayuntamiento. El presupuesto ya superó el primer examen ante la Junta General del Patronato de Escuelas Infantiles y se prevé que pueda suceder lo mismo este viernes ante el consejo rector de la Agencia de Desarrollo Local.