Agentes de Policía Local, en un control sobre los negocios hosteleros del entorno de la calle Castaños, en imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINA ALICANTE. Arranca el proceso para la implantación de dos Zonas Acústicas Saturadas (ZAS) en las calles en los que se registra mayor concentración de negocios hosteleros del Centro Tradicional y del Casco Antiguo. Y lo hace con otra propuesta de reducción de horarios de funcionamiento para los establecimientos, independiente de la que se plantea para las terrazas a través de la Ordenanza de Ocupación de Vía Pública en el conjunto del término municipal. En concreto, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), plantea de forma general anticipar el fin de actividad del conjunto de negocios hosteleros situados en el entorno de la calle Castaños y de la Plaza de Quijano para fijar su cierre a las 00:30 horas de domingo a jueves y a la 1:00 horas en los fines de semana.
Así se ha dado a conocer, cuando menos, en el encuentro concertado con portavoces de las asociaciones empresariales más representativas de la hostelería (APEHA, ARA y Alroa), este martes, en el que se ha puesto de manifiesto el rechazo frontal del sector a la aceptación de esas medidas. De hecho, la reunión no se ha prolongado más allá de quince minutos, ya que los representantes empresariales han optado por levantarse de la mesa tras anticipar su intención de iniciar acciones legales en el caso de que llegue a dictarse algún acuerdo tendente a la implantación de esas limitaciones.
Por partes. De acuerdo con la propuesta trasladada a los hosteleros, el anticipo en la hora de fin de la actividad para el conjunto de establecimientos de ocio y restauración sería de aplicación en primer término en el perímetro formado por las calles Castaños, San Ildefonso, Cándida Jimeno Gargallo y el tramo de la calle San Francisco comprendido entre su intersección con Castaños y el Portal de Elche. En el caso de la ZAS del Casco Antiguo, esa limitación se aplicaría sobre los negocios situados en la Plaza Quijano y en las calles San Agustín y Montegón.
De forma pormenorizada, se prevé, además, la suspensión en la concesión de nuevas licencias de actividad tanto para nuevos establecimientos como para la instalación de veladores, así como la reducción al 50% de la superficie de autorización de ocupación de terrazas o veladores con autorización anterior a la declaración en el ámbito de las dos Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS).
En las dos ZAS se incluye la suspensión de nuevas licencias y la reducción al 50% de la superficie dedicada a la ocupación de veladores en la actualidad
Además, las terrazas podrán funcionar entre las 8:00 y las 00:00 horas con carácter general, aunque durante los meses comprendidos entre el 1 de junio y el 30 de septiembre, los viernes, sábados y vísperas de festivos, se ampliará en media hora, siendo posible la ocupación del dominio público local con mesas y sillas en horario de 8 horas a 00:30 horas. Y, por último, respecto a las discotecas, el horario máximo de cierre será las noches de domingo a jueves, hasta la 1:00 y las noches de viernes, sábado y vísperas de festivo hasta las 2:00 horas, según han concretado fuentes municipales, a través de un comunicado posterior al desarrollo de la reunión. De igual modo, también se incluye la suspensión de la concesión de licencias para tiendas 24 horas.
De esa situación, se exceptúa el periodo de duración de las fiestas de Fogueres de San Juan, cuyas fechas y horarios quedan establecidos en el Bando o decreto municipal correspondiente, así como las fiestas de Nochebuena, Nochevieja, Año Nuevo y Noche de Reyes, igualmente establecidos en el Bando o decreto municipal correspondiente.
La aplicación de ese nuevo régimen de medidas con las que se pretende reducir la generación de molestias por ruidos -y, en consecuencia, favorecer el descanso vecinal- quedaría justificada en los estudios y mediciones sonométricas desarrolladas por iniciativa municipal desde el año 2021, según ha defendido el vicealcalde, portavoz del equipo de gobierno y edil de Medio Ambiente, Manuel Villar, en la comparecencia pública semanal en la que se da cuenta de los acuerdos aprobados en Junta Local.
Para la elaboración de esas mediciones, se contrataron los trabajos de la consultora Cecor, especializada en la evaluación del ruido ambiental, según se ha puesto de manifiesto durante la reunión. De hecho, la nota pública señala que la implantación de las ZAS llega "tras el preceptivo informe técnico municipal que ha comprobado que en ambas delimitaciones se sobrepasan dos veces por semana durante tres semanas consecutivas o, tres alternas en un plazo de 35 días naturales, y en más de 20 decibelios los niveles de evaluación por ruidos".
No obstante, los representantes del sector hostelero han manifestado sus dudas sobre el procedimiento utilizado para captar esas mediciones y han considerado que no quedaría justificada la adopción de limitaciones que afectan a licencias concedidas sobre el conjunto de negocios de forma general a pesar de que han venido ejerciendo su actividad sin que se les aplicase ningún tipo de sanción por un supuesto funcionamiento irregular hasta el momento. De ahí que hayan confirmado la ruptura de negociaciones y de relaciones con los responsables del equipo de gobierno para asegurar que, a partir de ahora, la única vía de contacto se producirá a través de los juzgados desde el momento en el que se adopte algún acuerdo administrativo concreto para la aplicación de ese nuevo régimen.
Un momento del encuentro celebrado entre representantes del equipo de gobierno y del sector de la hostelería.En principio, la pretensión del equipo de gobierno sería activar el inicio del expediente de inmediato, que iría acompañado de un refuerzo de la presencia policial para garantizar el cumplimiento de las medidas previstas. No obstante, está por ver cuándo podría cobrar eficacia en la medida en que la tramitación de la ZAS -cuya aprobación queda en manos de la Junta de Gobierno, sin necesidad de ratificación en pleno- requeriría de un proceso de revisión pendiente de autorizaciones autonómicas.
En todo caso, lo cierto es que el Ayuntamiento queda obligado a la declaración de al menos una ZAS específica para la calle Castaños a partir de la sentencia dictada por el Juzgado de lo Contencioso número 3 que estima el recurso por vulneración de derechos fundamentales presentado por dos vecinos a título particular y resuelve que resulta necesaria la implantación de medidas de control del ruido frente a los negocios de ese eje del Centro de Alicante. De hecho, Villar ha anticipado la intención del equipo de gobierno de dar traslado del acuerdo de aprobación del expediente de la declaración de la ZAS al juzgado para que puedan entrar en vigor en cuestión de semanas.
Tanto el Ayuntamiento como los empresarios hosteleros presentaron recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) al disentir de las consideraciones incorporadas en la sentencia, como la inactividad que se atribuiría al Ayuntamiento a la hora de acordar medidas para mitigar el conflicto. Esos recursos han encontrado el escrito de oposición de la Fiscalía, que sigue manteniendo su posición favorable a la reclamación de los residentes. Por su parte, los recurrentes también han instado ya la ejecución provisional de la sentencia al margen de que siga pendiente de la resolución de esos recursos, como sucedió con la primera sentencia dictada tras el contencioso previo que registró la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional. Dicha sentencia, que después quedó revocada por el TSJ y por el TS, no llegó a aplicarse de forma provisional, puesto que se resolvió que el perjuicio ocasionado por su aplicación podría ser mayor al beneficio pretendido con su aplicación.
