ALICANTE. No solo las Fallas, los Moros y Cristianos o les Fogueres están en el aire. La crisis sanitaria del coronavirus y su posible evolución obliga ya a estudiar alternativas para la celebración de otras fiestas mucho más inmediatas, que afectan al desarrollo de citas tradicionales de la Navidad como la cabalgata de Reyes o la San Silvestre en la ciudad de Alicante. Cuando menos, el equipo de Gobierno, compuesto por PP y Cs, trabaja ya en distintas opciones con el propósito de procurar que se mantengan esa programación, pero con condiciones adaptadas a las medidas de prevención de contagios. Así lo han anunciado este martes el portavoz y el portavoz adjunto del bipartito, Antonio Manresa (Cs), y Manuel Villar (PP), en la comparecencia habitual para dar cuenta de los asuntos tratados en Junta Local.
"Estamos barajando distintas posibilidades para que la programación navideña se pueda mantener y que pueda existir una cabalgata aunque sea diferente a lo que estamos acostumbrados", ha explicado Villar. Todo dependerá de cuál sea el comportamiento de la pandemia a lo largo de los dos próximos meses, y de cuál sean las directrices que pueda marcar la Conselleria de Sanidad o el Gobierno central, en su caso. Pero la pretensión del bipartito es "continuar programando el desarrollo de esos actos para estar preparados con distintas opciones sobre la mesa". De hecho, la organización del desfile de Reyes está adjudicada desde el año pasado al grupo Vectalia, quien se convirtió en adjudicatario de la edición de 2020 con posibilidad de prórroga para la de enero de 2021 que, según fuentes municipales, ya se ha concedido.
Así, PP y Cs tienen previsto intensificar la coordinación de propuestas para el desarrollo de esos actos en una primera reunión específica prevista para este mismo jueves. Se expondrá el trabajo planificado por cada departamento y se plantearán opciones para los eventos más complejos, como el propio desfile de Reyes.
Si las cifras de contagios de la covid-19 se mantienen en el nivel actual, lo previsible es que la celebración de esas citas siga condicionada por la limitación de aforos máximos que rige en estos momentos. Es decir, que solo podrían autorizarse eventos que se celebren en espacios abiertos con la participación de hasta 400 personas. Así, la prioridad en todo caso será la de evitar actividades que supongan grandes concentraciones de personas en un mismo emplazamiento.
Bajo esas circunstancias, por ahora se mantiene la instalación del belén monumental en la Plaza del Ayuntamiento, cuyo montaje se adjudicó el pasado lunes. Además, también se mantienen iniciativas como Nadals al carrer, con la interpretación de villancicos en distintos emplazamientos de la ciudad. Se considera que son actos en los que es fácil tener un control de acceso de público y contabilizar asistentes. Igualmente, también se pretende organizar como mínimo una San Silvestre virtual, en la que cada corredor pueda cubrir el recorrido de manera individual.
Así, el evento que podría tener un encaje más complejo seguiría siendo el del desfile de Reyes, del 5 de enero. A priori, si la crisis sanitaria no registra una evolución favorable, parece descartado que pueda desarrollarse una cabalgata como en las ediciones pasadas por la aglomeración de público que supone. Con todo, la Concejalía de Fiestas estaría sopesando posibles variaciones que permitan organizar un acto equivalente, sin que se generen concentraciones de público en una misma ubicación.