Sí, habéis leído bien el titular amigos lectores. Hoy quiero hablar de tres carencias que observo en nuestra provincia. Todos estamos de acuerdo en destacar un hecho: nuestra terreta posee de todo.
Tenemos mar y montaña, industria, turismo y agricultura, ciudades grandes e importantes, un clima envidiable...
Tantas y tantas virtudes atesoramos que siempre decimos, y con gran parte de razón, que esta es “la millor terreta del món”. Sin embargo, creo que debemos ser inteligentes y críticos. A pesar de valorar nuestra provincia y tenerla en muy alta estima, también sabemos que podemos mejorar como sociedad, como comunidad política.
A mi modo de ver contribuiremos a mejorar Alicante si somos conscientes de que carecemos de tres fortalezas muy importantes: liderazgo, coordinación y peso político.
Evidentemente estos tres elementos están muy relacionados. Los líderes efectivos consiguen coordinar a las sociedades diversas y complejas y las representan eficazmente en los foros políticos donde el poder toma decisiones, que en nuestro caso son Valencia y Madrid.
Considero que se puede afirmar que nuestra provincia destaca en el conjunto de España por su importante economía (somos la quinta provincia de España si atendemos a muchos indicadores económicos) y por su muy numerosa población (somos entorno a unos dos millones de habitantes).
Pero...¿estamos lo suficientemente unidos para tener un peso político acorde con nuestro poder económico y poblacional? Creo que la respuesta es rotundamente no. ¿De qué nos sirve estar clasificados en quinto lugar cuando somos considerados como un todo si luego no actuamos como un conjunto sino que cada uno vamos a la nuestra?
En muchas ocasiones me da la sensación de que cada una de nuestras ciudades hace la guerra por su cuenta.
¿Coordinar Alicante y Elche?, ¿Actuar como un todo unido y ganar influencia en Valencia y en Madrid? Imposible, dirán algunos.
Aquí es donde creo que la historia nos puede ayudar a mejorar, a comprender que este objetivo tan inalcanzable para los más pesimistas ya se pudo conseguir en el pasado. Lo logró un hombre político gallego: José Canalejas. Canalejas, a pesar de no tener a priori vinculación alguna con la terreta, eligió Alcoy para presentarse como diputado por el partido liberal progresista en el año 1900.
La mayor modernidad de esta urbe del norte de la terreta, muy precozmente industrial, llevó a Canalejas a apostar por este distrito. Y acertó: ganó y salió elegido.
Pero don José, político inquieto y hábil, no se quedó ahí. Fue conociendo toda la provincia y tejiendo una importante red de complicidades con el pueblo y las élites que hicieron que su partido fuera hegemónico en términos generales en la terreta hasta aproximadamente 1925.
Llevó la voz de la provincia de Alicante a Madrid y logró importantes hitos. Por ejemplo, gracias a su buen hacer la junta de obras de puerto de la ciudad de Alicante pudo, desde 1901, realizar mejoras en la dársena de la urbe del Benacantil sin contar con el beneplácito previo del gobierno central.
Don José supo por tanto liderar, coordinar y dar peso político al conjunto de la provincia a principios del siglo XX. Canalejas, desde su escaño alcoyano, llegó incluso a presidente del gobierno en 1910.
Lamentablemente no estuvo mucho tiempo en el cargo ya que fue asesinado en 1912. Para la terreta su muerte significó una gran pérdida.
En mi opinión debemos recordar a Canalejas y reivindicar su figura. Los retos que él supo afrontar de manera exitosa están aún hoy muy presentes. Si nuestro prócer gallego fue capaz de unir esta provincia, ¿por qué no puede surgir un líder que consiga lo mismo en estas primeras décadas del siglo XXI?, ¿Aceptamos el desafío? ¡Se busca nuevo Canalejas.
Antonio Adsuar es fundador del proyecto-blog www.alicantinismo.com