ALICANTE. La asociación Alicante por el Turismo de Cruceros (APTC) y el Ayuntamiento de Alicante dan un paso al frente para amarrar al crucerista y ultiman un acuerdo con los touroperadores para poder vender excursiones y rutas guiadas en la ciudad a bordo del mismo barco. Es decir, antes incluso de que el pasaje ponga un pie en tierra o, precisamente, para que se decida a ponerlo (en lugar de quedarse cómodamente en su camarote, con la comida pagada).
Se trata de un gesto sencillo pero que, según las fuentes consultadas, facilitará que los pasajeros de los barcos turísticos permanezcan durante más tiempo en la ciudad; que generen más ingresos en negocios locales y que tengan un mayor grado de conocimiento sobre la oferta cultural y de servicios como para decidir un posible regreso en el futuro. Es la lógica por la que el sector resulta trascendente: el crucerista de hoy puede ser el turista del mañana.
El propósito es que los cruceristas tengan un mayor grado de conocimiento sobre la oferta cultural y de servicios de la ciudad como para decidir un posible regreso en el futuro
La venta de esas excursiones sería a coste cero para el Ayuntamiento, para la terminal de cruceros y para las empresas organizadoras de las excursiones, según precisaron fuentes conocedoras de las negociaciones. No se trata sólo de facilitar los folletos informativos editados por el Patronato Municipal de Turismo con hasta cinco rutas urbanas (Fachada Marítima; Castillo de Santa Bárbara; Casco Antiguo; Centro Tradicional y Memoria Histórica), sino de ofertar otro tipo visitas organizadas (con paquete de transporte y comida, por ejemplo) hacia otros puntos de interés de la ciudad que puedan quedar contratadas con antelación.
La prioridad, en cualquier caso, es dar a conocer los atractivos turísticos de Alicante sin esperar a que los buques recalen en el puerto, para que los cruceristas puedan meditar una posible estancia en la capital en lugar de subirse a un autobús para visitar el Palmeral de Elche, la playa de Benidorm o el Castillo de Guadalest, por ejemplo. De hecho, ese fue uno de los retos a alcanzar que se abordó en la jornada organizada por la APTC a principios de marzo: dar a conocer los alicientes de la ciudad para captar cruceristas y a las navieras que los traen.