ALICANTE. Los dos primeros cambios en el presupuesto del Ayuntamiento de Alicante de 2020 no concitan, por ahora, la unanimidad de los grupos políticos con representación municipal. Esas dos modificaciones de crédito han obtenido un dictamen favorable este miércoles, en la comisión de Hacienda, con un reparto de votos desigual para cada una de las dos propuestas, que podría repetirse durante su debate en el pleno extraordinario, convocado para el próximo lunes.
La primera modificación de crédito trata de cubrir las ayudas sociales puestas en marcha hasta ahora como respuesta a la crisis provocada por el coronavirus. Asciende a un importe de 2,7 millones que quedan cubiertos con cargo a la previsión del superávit que se prevé alcanzar al final del ejercicio, con un máximo del 20% de su importe. La propuesta ha contado con el voto a favor del equipo de Gobierno, compuesto por PP y Cs, al que se ha sumado el de Unides Podem, el de Compromís y el de Vox. El PSPV-PSOE por su parte, se ha decantado por la abstención, tras manifestar sus dudas sobre la urgencia y necesidad de parte del gasto realizado.
¿De qué gasto se trata? De acuerdo con la propuesta, en esa suma de 2,7 millones figuraría 300.000 euros para la adquisición de productos de primera necesidad; 3.500 euros para el suministro de productos farmacéuticos; 435.000 euros por un contrato suscrito con Cruz Roja para la prestación del servicio de atención a urgencias sociales; 30.000 euros para atender necesidades de servicios funerarios; 9.400 euros para cubrir necesidades de alojamiento temporal; 110.000 euros por el contrato suscrito con DYA para la atención de personas sin hogar; 350.000 euros para la concesión de ayudas a familias para el pago de suministros; 450.000 euros para la adquisición de las mascarillas distribuidas de manera gratuita a la ciudadanía; otros 26.000 euros para su reparto; 395.000 euros para ampliar las Ayudas de Emergencia Extraordinaria y 600.000 euros más para el contrato de adquisición de tarjetas para ayudas de suministro de alimentos y transporte.
El segundo ajuste contable trata de dar cobertura a la línea de ayudas acordadas para paliar el impacto de la crisis en pymes y autónomos. Asciende a un importe de 5 millones, que proceden de ahorros en partidas previstas para este año que no van a ejecutarse, por falta de tiempo material para su desarrollo o por la renuncia expresa a algunas de las partidas por parte de las respectivas concejalías.
La mayoría de esos ahorros procedería del capítulo de Personal: en torno a 2 millones, según han precisado fuentes municipales. Además, también se recorta más de 350.000 euros en actuaciones de la Concejalía de Infraestructuras, 200.000 euros en las ayudas a la escolarización en Educación Infantil y otros 70.000 en la Concejalía de Igualdad, por ejemplo. La propuesta ha contado con el respaldo de PP, Cs y Vox y la abstención de las tres formaciones del eje progresista: PSPV, Unides Podem y Compromís, que han expresado su preferencia por otro modelo de ayudas. Además, han reprochado que no se hubiese contemplado otro sistema para respaldar al tejido productivo local que hubiese permitido compatibilizar la ayuda de la Generalitat.
Se espera que se tramiten al menos otras dos modificaciones de crédito a lo largo del próximo mes
Según han detallado fuentes municipales a través de un comunicado, el alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, ha aprovechado el debate en comisión de Hacienda para reclamar al Gobierno central que "libere de una vez el remanente de tesorería, que es el ahorro de todos los alicantinos, para poder atender las necesidades sociales y económicas surgidas tras la crisis económica provocada por el covid-19". Como viene informando este diario, el remanente heredado del ejercicio de 2019 asciende a 48,7 millones.
En esta línea, el primer edil ha considerado "muy urgente disponer de estos fondos para poder seguir haciendo frente en el futuro a nuevas ayudas para apoyar a familias vulnerables y para subvenciones a autónomos, pequeños y medianos empresarios y comerciantes para que puedan superar las graves consecuencia económicas de la crisis del covid-19 y seguir generando riqueza y manteniendo el empleo". Barcala ha señalado que sin ese dinero "el ayuntamiento se verá forzado a recortar nuevas partidas presupuestarias e inversiones que no sería necesario tocar si dispusiéramos del remanente".
A esas dos primeras modificaciones de crédito, que llegan dos meses después de que se aprobase el presupuesto de este año, se debe acordar al menos otros dos próximos cambios. Así, el tercero, que podría acordarse en el pleno ordinario de julio, resulta necesario para cubrir operaciones pendientes y para amortizar créditos.
Y, por último, habrá una cuarta modificación contable, después de que el pleno de la corporación apruebe el paquete de en torno a 100 propuestas pactadas en el seno de la comisión para la reconstrucción de la ciudad. En principio, con carácter previo, el bipartito deberá entablar un proceso de negociación con el conjunto de la oposición para concretar y consensuar qué dotaciones económicas resultan necesarias para llevar a cabo esas medidas. Ese cuarto ajuste contable podría tramitarse a principios de agosto o quedar demorado hasta el mes de septiembre.