Alicante es una provincia innovadora. Al echar la vista atrás resulta fácil comprobar que la innovación ha formado parte del ADN de las empresas e instituciones del lugar. Mucho antes de que conociéramos la palabra clúster, las localidades de Elche, Elda o Petrer albergaron las principales empresas de calzado de la Comunitat Valenciana y de España. Unas empresas que no solo abastecían al mercado nacional sino que eran capaces de exportar productos por un valor superior a los 2.600 millones de euros.
En torno a la Foia de Castalla se consolidó una fuerte industria del juguete que llevaba la ilusión a muchos hogares, no solo del país sino de todo el mundo. En Alcoi y los pueblos de alrededor se formó un potente y competitivo sector textil y, por último, pero no menos importante, Benidorm fue la ciudad que impulsó la llegada del turismo internacional en nuestro país, diseñando un modelo que, a día de hoy, sigue triunfando.
Es natural, por lo tanto, que la provincia de Alicante se haya convertido en un polo de innovación en España. Sectores industriales que tradicionalmente han apostado por la I+D+i, como por ejemplo el calzado, tienen su apoyo en el Instituto Tecnológico INESCOP, pionero también en la región y que pronto cumplirá medio siglo siendo su aliado estratégico. Lo mismo podemos decir de AITEX y AIJU que llevan más de 30 años trabajando para que los sectores a los que sirven sean más competitivos.
En los últimos años se aprecia también una ebullición propiciada por la colaboración entre los centros tecnológicos, las pymes, universidades, administraciones públicas y otros agentes encargados de fomentar y consolidar la cultura innovadora. Sin esa estrecha cooperación, la innovación no sería posible.
En una sociedad hiperconectada, las soluciones del pasado se han quedado obsoletas y exigen poner en común el conocimiento para crear ideas, mejores productos, sistemas de gestión eficaces, optimizar la producción y, en definitiva, obtener grandes resultados.
Las empresas de Alicante también han entendido la importancia de la digitalización y la inclusión de las nuevas tecnologías. Distrito Digital se ha convertido en uno de hubs tecnológicos de referencia del Arco Mediterráneo con sus 250 empresas, startups y entidades dedicadas a los sectores más vanguardistas como Inteligencia Artificial, Machine learning y Deep learning; Big Data y Smart Data Business Intelligence o IoT. Alicantec, por su parte, está haciendo un gran trabajo en el desarrollo de la economía digital. Además, en el Parque Científico de la Universidad de Alicante conviven empresas consolidadas de gran volumen, de base tecnológica surgidas dela propia universidad y startups con un enorme potencial. Por su parte, Elche, con el impulso de la Universidad Miguel Hernández, se ha convertido en un referente de crecimiento industrial basado en sectores como la robótica.
También es palpable el esfuerzo de la administración por vertebrar el territorio y ha sido una magnífica noticia para los alicantinos que la Conselleria de Innovación, Universidades Ciencia y Sociedad Digital y la Agencia Valenciana de la Innovación tengan su sede en nuestra región.
En definitiva, creo que la provincia de Alicante, a través de sus centros tecnológicos ,universidades, agentes promotores de la innovación y, por supuesto las empresas, ha hecho un buen trabajo para enfocarse mirando al futuro y reconvertirse en esta época de crisis. Sin embargo, hemos de ser conscientes de que partimos de malas posiciones con respecto a inversión pública y privada en Europa, por lo que debemos redoblar esfuerzos para trabajar conjuntamente en proyectos, ideas y tecnologías que nos hagan ir ganando posiciones en esta carrera que, al final, es por la competitividad de las empresas y el bienestar de nuestros ciudadanos.
César Orgilés es vicepresidente II de REDIT y consejero técnico de Inescop.