Uno de los conciertos ofrecidos por Viva Suecia en Muelle 12. Foto: LOLES&PUIGALICANTE. Primero fue el bono gastronómico para impulsar la reactivación económica en el sector de la hostelería. Después, el bono comercio con el fin de incentivar el consumo entre el tejido comercial de la ciudad. Y ahora llega el turno del bono cultural. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), ha incluido una dotación de 60.000 euros en la segunda modificación del presupuesto municipal de este año con el fin de poner en marcha una primera experiencia similar a la puesta en marcha por el Ministerio de Cultura para fomentar el consumo de productos culturales entre los jóvenes de 18 años.
En el caso del programa de estímulo municipal, la posibilidad de optar a los descuentos se extienden a toda la ciudadanía, sin quedar ligado a requisitos de edad, según explicó el edil de Cultura, Antonio Manresa, a consulta de este diario. A priori, se pretende que cada beneficiario pueda disponer de un bono por importe de 40 euros (lo que supone la distribución de un total de 1.500 bonos) con el fin de destinarlos a la compra de libros, revistas, discos, entradas de teatro o entradas a conciertos. Eso sí, siempre que los establecimientos y los organizadores de esos eventos queden registrados en el programa, a través de la página web municipal, como ya se operó con la distribución de los bonos gastronómicos y los bonos comercio.
En esta línea, la pretensión del departamento de Cultura es que quede incluida la posibilidad de utilizar el bono para adquirir entradas de cualquiera de los espectáculos programados en el Teatro Principal (de cotitularidad municipal) y se tratará de concertar que el Teatro Arniches, gestionado por la Conselleria de Cultura a través del Institut Valencià de Cultura (IVC), también pueda quedar adherido.
Cultura pretende abrir su solicitud a toda la ciudadanía, sin limitaciones de edad, y evaluará su resultado para reproducirlo en 2023
El programa quedará habilitado entre los meses de septiembre y octubre, en cuanto se cumplimenten las bases de su distribución y se habilite el sistema informático de registro para que los comercios interesados puedan adherirse y para que los usuarios puedan solicitar la asignación de los bonos. El propósito de Cultura es evaluar los resultados de esa primera experiencia para reproducirla en años sucesivos con una partida presupuestaria mayor que quedaría introducida en las cuentas de 2023 desde su aprobación inicial, o se habilitaría a través de una modificación de crédito, como ha sucedido ahora.
"Lo que pretendemos es estimular el consumo para ayudar a la industria cultural de la ciudad", explicó Manresa. "Partimos de un presupuesto modesto, pero la idea es ir ampliándolo en la medida de nuestras posibilidades, si ofrece buenos resultados", añadió. Lo cierto es que, hasta ahora, las dos experiencias previas desarrollados en el campo de la hostelería y del comercio contaron con partidas superiores, de 350.000 y 100.000 euros, respectivamente. Y también han tenido un resultado hasta cierto punto desigual. Los denominados bonos gastronómicos se agotaron en pocos días, mientras que los bonos al consumo en el comercio se quedaron al 81%.
