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adquisición de los derechos de edificabilidad de harinas bufort

Alicante ejecuta la compra de 'suelo extra' de las harineras de Benalúa: 1,4 millones, más su reforma

8/12/2021 - 

ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante cumple su compromiso y formaliza la compra de suelo extra en la segunda unidad de ejecución del Plan Parcial de Benalúa Sur con el fin de ampliar la superficie a proteger de los edificios de las dos históricas industrias harineras. El acuerdo quedó autorizado este martes en Junta de Gobierno. Se trata en realidad del pago de una compensación de más de 1,4 millones (1.441.559,77) por las 2.388,27 unidades de aprovechamiento (derechos de edificabilidad) que la mercantil Harinas Bufort tenía asignadas en el Plan Parcial, a través del proyecto de reparcelación, en el que se daba cabida a un total de cerca de 140 viviendas tras la demolición íntegra de los edificios de las dos fábricas que se preveía inicialmente. 

Ahora, esas cifras cambian, después de que el Ayuntamiento negociase con los promotores del Plan Parcial (las empresas propietarias de las harineras) el mantenimiento de la parte de los edificios de mayor valor patrimonial, como huella de la arquitectura industrial de la ciudad de la primera mitad del siglo XX. En virtud de ese acuerdo, el Ayuntamiento -a través de la Concejalía de Urbanismo que coordina el edil Adrián Santos Pérez (Ciudadanos)- pasaba a concentrar las cesiones de aprovechamiento de suelo que le correspondían a la administración pública en el Plan Parcial en los edificios de las fábricas. Así, con la compra de los derechos de edificabilidad de Harinas Bufort, se consigue ampliar la superficie global de los inmuebles que pasará a convertirse en propiedad municipal, con el objetivo de que la parte de las fábricas encuadradas en ese ámbito pueda acondicionarse para tener un uso público todavía por definir.

Como ya ha informado este diario, los técnicos municipales de planeamiento ya trabajan en la concreción del posible destino de ese conjunto fabril, después de haber girado la primera visita in situ a los edificios para conocer de primera mano las instalaciones, sus dimensiones y su distribución interna. Hasta el momento, solo se ha deslizado la posibilidad de que los edificios concretos que se decida preservar puedan albergar usos administrativos (como oficinas municipales), deportivos o culturales. Entre ellos, se ha barajado adaptar los silos para que puedan utilizarse como rocódromo, así como la opción de mantener parte de los espacios originales de las fábricas, con algunas muestras de su maquinaria, como centro de interpretación sobre la industria del momento. Además, también se ha sopesado la alternativa de reconvertir otras estancias en salas expositivas que quedarían adscritas a la Concejalía de Cultura, por ejemplo.

Toda esa actuación a futuro queda sujeta, no obstante, a la inversión adicional que resultará necesaria para equipar y acondicionar esas dependencias, con un gasto todavía por cuantificar. De hecho, por el momento se desconoce cuándo podría disponerse de un plan de usos definitivo y cuándo se podría acometer esa remodelación previa. Por ahora, todo parece indicar que en el presupuesto municipal de 2022 no se incluirá de inicio ninguna partida específica para afrontar esa intervención. Como máximo, se podría contemplar alguna primera actuación (probablemente, para llevar a cabo labores de consolidación y saneamiento) en cuanto se produzca la incorporación del remanente de crédito del presupuesto de 2021, la próxima primavera.

En ese contexto, el único plazo firme que sí se ratifica en la autorización de compra aprobada este martes es el del tiempo concedido para que se produzca el desalojo de las instalaciones de Harinas Bufort: se trata de un periodo de un mes que comenzará a contabilizarse a partir del momento en el que se produzca el abono de la compensación por los ya citados 1,4 millones. En principio, ese plazo se cumplirá entre finales de enero y las primeras semanas de febrero. Para entonces, Harinas Bufort prevé que sus nuevas instalaciones en el polígono Riodel de Mutxamel puedan operar a pleno rendimiento, como también había anticipado este diario.


Al margen de todo ello, a partir de ahora todavía queda pendiente una última decisión urbanística que compete asumir al Ayuntamiento: la modificación del planeamiento del Plan Parcial para reorganizar la disposición de las futuras viviendas restantes a construir en el conjunto del sector, una vez descartada la demolición de las fábricas que se había contemplado desde 2003. En suma, ahora se trataría de dar cabida a cerca de un centenar de inmuebles, después de que el Ayuntamiento haya asumido los derechos de edificabilidad que correspondían a Harinas Bufort. 

A priori, dicha modificación podría quedar sujeta a un incremento de alturas de los edificios previstos hasta ahora, aunque también podría optarse por variar los parámetros urbanísticos e incrementar la superficie destinada a usos terciarios (como hoteles) en detrimento de la destinada a usos residenciales, por ejemplo.

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