ALICANTE. La propuesta impulsada por el Ayuntamiento de Alicante y la Diputación para dotar a Alicante de un centro de congresos en terrenos del Puerto de Alicante comenzará a concretarse a través de la convocatoria de un concurso internacional de ideas para definir el diseño del complejo. En realidad, la hoja de ruta que se pretende seguir para concretar el proyecto será la misma que se puso en marcha para redactar el plan director de usos de Las Cigarreras: el Ayuntamiento redactará las bases de ese concurso de ideas con la intención de escoger la propuesta arquitectónica que mejor se ajuste a los objetivos perseguidos; se encargará la redacción del proyecto constructivo y, después, será la Diputación quien licite las obras y se haga cargo de la supervisión de su ejecución. 

Con todo, ese reparto de responsabilidades entre las áreas que coordinan el edil alicantino Adrián Santos Pérez y el diputado provincial Javier Gutiérrez (ambos de Ciudadanos) podría quedar alterado en el caso de que la Generalitat acabe sumándose a la promoción del proyecto y se incorpore al consorcio entre administraciones desde el que se pretende pilotar su construcción y asumir su financiación. El propio jefe del Consell, Ximo Puig, ya ratificó este martes su predisposición a apoyar la propuesta, como había informado este diario, aunque condicionó su participación a que se concretase "un proyecto de alta calidad" y a que se diesen "las condiciones técnicas" que certificasen que el edificio era viable en el emplazamiento propuesto. 

Puig no llegó a referirse explícitamente a la posibilidad de aportar fondos para sufragar la actuación, aunque sí señaló que la Generalitat "escuchará todas las propuestas que tengan que ver con la ciudad de Alicante" y que "en la medida de lo posible, las apoyará". El coste de su construcción todavía no está cerrado, puesto que depende del proyecto que acabe redactándose, pero tanto el Ayuntamiento como la Diputación barajan que pueda alcanzar los 45 millones (junto al edificio concebido como centro de operaciones de Suma). Es más, una de las prioridades es que ese coste no acabe disparándose, como sucedió con la construcción del Auditorio Provincial (Adda). 

Sea como fuere, al margen de esos dos requisitos -y de que, como mínimo, se pueda coliderar el proyecto-, para que la Generalitat pueda sumarse al desarrollo del centro de congresos se añadiría una tercera condición: que tanto el emplazamiento escogido para su construcción, como el diseño del edificio y sus prestaciones generen consenso. Hasta el momento, incluso el propio Puig señaló que la ubicación contemplada -el muelle 9 y parte del muelle 7- es un espacio "definitorio de la silueta de la ciudad de Alicante", por lo que la construcción del Palacio también aportaría a la imagen del global del conjunto de la Comunitat. Así que, por el momento, la controversia parece seguir ligada únicamente a las dudas sobre el futuro desarrollo del centro de congresos que la Diputación también anunció en Elche.