ALICANTE. La actual concesión del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos de Alicante, operada por UTE Alicante (Fcc, Ferrovial, Inusa y Grupo Cívica) se acerca a su finalización con una asignatura pendiente: la construcción del subparque logístico en el distrito de Playa de San Juan incluido en el pliego de condiciones que se aprobó en 2012 con la intención de evitar el desplazamiento de la maquinaria encargada de la limpieza y cribado de las playas. Diez años después, esa dotación sigue sin estar disponible, pese a que la concesionaria solicitó licencia para desarrollarla en una parcela de La Condomina, a espaldas del club Montemar, en 2014.
El equipo de gobierno, el bipartito compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), continúa buscando una solución alternativa que permita su encaje en el emplazamiento propuesto por la concesionaria sin que el tránsito de los vehículos (en esencia, los tractores que ciernen la arena) pueda implicar afecciones sobre el monumento de la Torre del Ciprés: uno de los baluartes que forma parte del Bien de Interés Cultural (BIC) del conjunto de las Torres de la Huerta.
De hecho, según fuentes consultadas, representantes de los departamentos de Urbanismo y de Limpieza mantuvieron esta semana un último encuentro para concretar en qué podía consistir esa solución alternativa. Básicamente, se trataría de habilitar un acceso distinto al planteado por el llamado camino del Ciprés, que utilizaría como base el camino de la Huerta. No obstante, esa reunión concluyó sin una resolución definitiva, a la espera de que puedan resolverse los últimos condicionantes que aún lastran su viabilidad. Así, la licencia para acondicionar ese subparque logístico destinado al estacionamiento de maquinaria continúa bloqueada, sin que se vislumbre una fecha cierta para que llegue a concederse.
En todo caso, su creación continúa siendo necesaria con el fin de evitar que los tractores queden abocados a seguir trasladándose desde la sede central del servicio, situada en el Polígono del Pla de la Vallonga, que revertirá en el Ayuntamiento en cuanto se extinga la contrata actual para que pueda seguir adscrita a la prestación en cuanto se disponga de un nuevo adjudicatario. Como ya ha informado este diario, el bipartito aprobó este martes la licitación de la nueva contrata con la previsión de que pueda quedar adjudicada a finales de diciembre de este año. En principio, con ese calendario, podría existir un margen de plazo suficiente para que esa subsede logística pudiese ponerse en funcionamiento antes de la toma de posesión de un nuevo operador, según fuentes consultadas. Eso sí, todo dependerá de si acaba concediendo la licencia. Y del momento concreto en el que pueda concederse.
En todo caso, según las mismas fuentes, se habría contemplado la hipótesis de que su construcción -en ese mismo emplazamiento barajado ahora, o en otro del mismo ámbito que pueda plantearse- quede en manos del nuevo contratista, después de que se cierre la liquidación del contrato actual y se equilibren costes, toda vez que ya se ha cubierto por adelantado cerca de 800.000 euros de la inversión prevista para subestación, a través de las certificaciones mensuales abonadas por la prestación del servicio.
Los departamentos de Urbanismo y Limpieza barajan un posible acceso alternativo por el camino de la Huerta para desbloquear la licencia que permita su construcción a espaldas del club Montemar con el reto de que esté operativo antes de que concluya la concesión actual
Entre tanto, la primera etapa en el futuro del servicio de limpieza y recogida de residuos se puso oficialmente en marcha este viernes, con la publicación de los pliegos para contratar la recogida de la facción textil de los desechos sólidos urbanos (la ropa). Se trata de un contrato reservado a centros especiales de empleo e inserción social, o a empresas de inserción, cuyo concurso parte con una duración de cuatro años y un presupuesto de 681.146 euros en el que se aceptan propuestas a la baja. El plazo para la admisión de propuestas concluye el 13 de junio, con lo que, salvo contratiempos en forma de recursos, su resolución podría producirse entre los meses de julio y agosto.
En las bases del concurso, se detalla que, en la actualidad, existen 300 contenedores específicos distribuidos en toda la ciudad para el depósito de ese tipo de residuo, en función de la información facilitada por el último concesionaria: la Fundación Proyecto Lázaro. Además, se concreta que el volumen de residuos recogido tendrá que ser trasladado a un gestor autorizado para el tratamiento de productos textiles, de modo que el aprovechamiento obtenido por su valorización quedará reservado al contratista y será descontado del precio de sus servicios. Entre otros puntos destacados, en el pliego también se detalla que el servicio de recogida o vaciado de los contenedores se efectuará mediante un sistema manual con medios propios del contratista y que deberá efectuarse mediante un equipo dotado de vehículo cerrado, que tenga accesibilidad a los puntos en que ha de efectuarse la recogida.
De igual modo, se detalla que "las operaciones de recogida no ensuciarán las aceras o calzadas" y que el personal encargado de ello deberá estar uniformado e identificado. Por último, se detalla que el concesionario establecerá rutas dinámicas de recogida con la condición de que se produzca el vaciado de los contenedores garantizando que se efectúa antes de que cada uno de ellos supere el 90% de su capacidad.