Un grupo de jóvenes en uno de los locales de ocio de la calle López Torregrosa. ALICANTE. Dispositivos en marcha para evaluar el ruido del tardeo en Alicante. La red de sonómetros solicitada por los vecinos de Casco Antiguo y Centro Tradicional para evaluar los niveles acústicos de los locales de ocio y veladores de la hostelería comienza a captar registros. Los primeros 15 sonómetros adquiridos por la Concejalía de Medio Ambiente deben comenzar a proporcionar datos sobre las mediciones en las próximas 24 o 48 horas. Y esos datos se publicarán en tiempo real en la página web del Ayuntamiento de Alicante para que puedan ser consultados.
Esos 15 dispositivos se reparten en ubicaciones propuestas por los propios residentes y por los técnicos municipales, tras evaluar los puntos en los que se puede capturar ruido directamente generado por esa actividad, depurado de otras fuentes que pueden generar contaminación acústica, como por ejemplo el tráfico. En concreto, se colocarán dos dispositivos en la calle Castaños y uno en el Portal de Elche, en el Mercado Central, en la Plaza de San Cristóbal y en la Plaza Quijano. Además, se ubicará, un medidor en cada una de las siguientes calles: López Torregrosa, Labradores, Virgen de Belén, Montegón, Tarifa, San Rafael, San Francisco, Gerona y en la calle Pascual Pérez.
La trascendencia de la puesta en marcha de esos 15 aparatos reside en que, por primera vez, Alicante se dota de un sistema público capaz de recopilar datos susceptibles de considerarse oficiales. Según las fuentes consultadas, hasta la fecha se han elaborado diversos estudios y mediciones financiados por los propios residentes de ambos barrios que se han tratado de hacer valer en sus denuncias y reclamaciones ante el Ayuntamiento, pero siempre se han considerado como mediciones de parte, interesadas o, cuando menos, no institucionales.
Las mediciones, por primera vez de carácter objetivo, se llevarán a la Mesa del Ruido para su análisis en el plazo de seis meses
El objetivo de la implantación de los sonómetros es calibrar el nivel acústico real asociado al ocio y a la hostelería en ese cuadrante en el que existe una notable concentración de establecimientos para poder analizar la situación objetiva y, a partir de ella, decidir si resulta necesario buscar soluciones. El edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez (Guanyar), viene insistiendo -desde que se acordó la iniciativa, a finales de 2016- en que en ningún caso se trata de iniciar una persecución contra el sector ni de aplicar sanciones en el caso de que se incumplan los límites establecidos en la Ley 7/2002 de Protección de Contaminación Acústica de la Comunitat. Los datos recopilados en el plazo de medio año se expondrán en la Mesa del Ruido para que todos los colectivos representados los interpreten y aborden posibles actuaciones de futuro.
Como también publicó Alicante Plaza, el colectivo que agrupa a los locales de ocio, Alroa, ya ha mostrado sus recelos sobre el planteamiento al considerar que pone el foco sobre un sector concreto, cuando es un problema global que debería abordarse desde esa perspectiva, sin limitar la intervención municipal ni a una actividad ni a una zona de la ciudad en concreto. Sus representantes mantienen que el tráfico, por ejemplo, genera muchos más problemas de ruido y no se actúa para reducir la circulación de vehículos.
