El Alcoyano gana un punto en lugar de perder dos

ALICANTE. Con empate a un gol en el Gestaser-El Collao ante el Algeciras arrancaba el Alcoyano este domingo su andadura en la Primera Federación 2024/25.

Se puede decir que el equipo de Vicente Parras ganó un punto en lugar de perder dos y no solo por verse por debajo en el marcador al cuarto de hora o jugar en inferioridad numérica la última media hora por la expulsión por doble amarilla de Imanol (quien vio dos cartulinas en apenas cinco minutos), también por enfrentarse a un penalti en contra en el minuto 80 que detuvo Manu García.

Aunque el césped estaba mal para ambos contendientes, la realidad es que después de una pretemporada en la que no había podido pisar El Collao, al Alcoyano le costó adaptarse al maltrecho terreno de juego de la que es su casa. Tampoco ayudó que el Algeciras se adelantase en el marcador en el minuto 13 por mediación de Rodrigo Escudero, quien a la salida de un saque de esquina botado por Tomás le comía la tostada a Borja Granero y el resto de la zaga blanquiazul y batía a Manu García con un remate en el primer palo. Afortunadamente para los intereses de los de Parras, estos terminaron empatando el choque al borde del descanso gracias a Mamor Niang, quien con la ayuda involuntaria de Aleix Coch, lograba convertir en gol un centro desde la derecha de Víctor Pastrana. Lo anterior sucedía en el minuto 44, pero para ese momento el Alcoyano ya había hecho méritos para marcar por mediación del delantero senegalés y sobre todo de 'Ferni', pero la madera y el buen hacer de Lucho García evitaron por partida doble el gol del talaverano, en una acción en la que si se hubiera señalado pena máxima de Coch sobre Marmor tampoco hubiese pasado nada.

La segunda mitad fue igualada (por abajo) hasta que el árbitro madrileño Álvaro Rodríguez Recio le mostró la segunda amarilla a Imanol en el minuto 64; a partir de ese momento, el Algeciras de Fran Justo apretó en busca del segundo, algo que estuvo muy cerca de conseguir de no ser por Manu García, quien le detenía a Escudero una pena máxima señalada instantes antes a Marmor sobre Éric Montes que, sinceramente, Rodríguez Recio pudo ahorrarse.