ALCOY. Con la aprobación del proyecto en el pleno municipal del pasado 6 de abril, el Ayuntamiento de Alcoy acelera el proceso para transformar la extinta fundición Rodes Hermanos en un gran parque tecnológico y cultural. Los trabajos que ahora se licitan cuentan con un plazo de ejecución de 28 meses y constituyen la operación más importante de esta reconversión, que es al mismo tiempo el buque insignia de Alcoidemà, la Estrategia de Desarrollo Urbana Sostenible Integrada (EDUSI) cofinanciada por la Unión Europea. Así, la mitad de los 7,4 millones de euros en los que está valorada esta obra serán sufragados con Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER) 2014-2020, mientras que el 50% restante correrán a cargo de la Generalitat Valenciana y del consistorio.
Los trabajos afectarán a toda una manzana ubicada en pleno barrio de Santa Rosa, uno de los más densamente poblados de la ciudad. Se priorizará la conservación y rehabilitación de todos aquellos elementos arquitectónicos y patrimoniales de relevancia, reinterpretándolos desde la perspectiva actual, de forma que materia, textura y color sean armónicos y trasladen a la atmósfera de un edificio industrial de principios de siglo. A esa época, concretamente a 1908, se remonta el origen del complejo fabril, cuando el ingeniero José Cort Merita firmó la construcción del primer edificio para la fundición. Durante más de una década, los más relevantes arquitectos de la época participaron en las sucesivas remodelaciones y ampliaciones, con aportaciones como las de Vicente Pascual, Joaquín Aracil, Rafael Massanet Faus o Timoteo Briet. El resultado fue una imponente manzana donde los estilos predominantes son el Modernista y el Ecléctico, que aún se puede apreciar sobre todo en las fachadas, tanto de los edificios fabriles como de los destinados a viviendas.
Dando un salto al siglo XXI, la alianza de arquitectos formada por Ramón Esteve Estudio, VVV Estudio, Isaac Montava y Carlos Sanjuán, ganadores del concurso lanzado por el Ayuntamiento de Alcoy para la redacción del proyecto, ha trazado un diseño que cohesiona este conjunto de espacios dispersos, dotándolos de usos híbridos y carácter polifuncional, con el objetivo de que todos ellos estén siempre llenos de actividad. El objetivo de la propuesta arquitectónica es “reconectar Alcoy con su pasado industrial, su arquitectura modernista y su entorno natural”. Para ello, el equipo redactor destaca la “puesta en valor del patrimonio arquitectónico desde una lectura moderna y actual, reinterpretando la arquitectura del conjunto de forma que impulse los nuevos modelos económicos que la ciudad necesita”. Con una superficie construida de casi 12.000 metros cuadrados, entre edificios destinados a usos culturales y tecnológicos, el complejo se asentará en una parcela de 6.408 metros cuadrados accesible desde diferentes puntos de las calles que conforman la manzana, lo que permitirá atravesar todo el conjunto.
El bloque más importante del futuro parque de Rodes, en el ángulo formado por las calles Salvador Allende y Agres, estará conformado por diferentes naves en las que se asentará un centro de desarrollo empresarial especializado en las nuevas tecnologías y la innovación. Un motor para la dinamización empresarial de la ciudad y del territorio, que además ha sido elegido por Distrito Digital, en su proceso de expansión en la Comunitat Valenciana, para asentar su primera sede fuera de Alicante capital. Las sinergias se completarán con las actividades de investigación y formación centradas en robótica e inteligencia artificial de la mano del campus de Alcoy de la Universitat Politècnica de València, institución con la que el consistorio colabora para impulsar la transformación digital del tejido empresarial de la ciudad.
En segundo lugar, los edificios situados en la parte superior de la Calle Agres y los que dan a la calle Vistabella serán transformados para albergar un salón de actos y varias salas multiusos destinadas a acciones de dinamización económica y empresarial. También se contempla la creación de un centro sociocultural, una biblioteca, una aula de música, un restaurante y una zona de café-ludoteca. Ambos espacios estarán interconectados por la zona verde pública.
Jardín en clave musical
El proyecto seleccionado para la reconversión de la manzana de Rodes lleva por título KV622, en referencia al Concierto de Clarinete y Orquesta KV622 de Mozart que inspira la ordenación de los diferentes componentes del complejo. Así, la vegetación arbórea se dispondrá mediante un orden musical oculto que sugiere los acordes del segundo movimiento (Adagio) de esta pieza. En una misma cota se generará un gran jardín público que tejerá todo el conjunto y en la que la mezcla de elementos arquitectónicos modernistas con la vegetación propia de los parques naturales del entorno generará una especial combinación de cromatismos, texturas y sensaciones.
Una inversión total de 12 millones
La recuperación de la manzana de Rodes y su puesta en valor no acabarán aquí. En total, el proyecto supone una inversión de 12 millones de euros y se completa con otras dos obras de envergadura. La primera recuperará los dos edificios en altura situados en la calle Tibi, anteriormente destinados a viviendas. En ellos se integrará el centro administrativo, donde estarán ubicadas las oficinas municipales. Aquí también habrá un área tecnológica y de investigación en la que se instalará un centro de desarrollo empresarial especializado, con oficinas para talleres y reuniones y un coworking público. En el edificio del número 6 de esta calle, que cuenta con una vivienda en buen estado original, se proyecta instalar una Casa-Museo donde el visitante podrá conocer la forma de vida de los habitantes de la zona a principios de siglo XX. Las obras que permitirán recuperar estos dos inmuebles están valoradas en otros 2,3 millones, de los que el Ayuntamiento de Alcoy aportará el 55% y la Diputación de Alicante el 45% restante.
Completará el proyecto la recuperación del antiguo taller de carruajes diseñado por Timoteo Briet en 1909 y que será la sede del Centro de Desarrollo Turístico de Interior (CDTi) de la Generalitat. Estas obras, valoradas en 2,1 millones de euros estarán sufragadas en su totalidad por la Agencia Valenciana de Turismo y devolverán a la vida uno de los edificios más claramente modernistas de todo el conjunto, con una imponente fachada en la calle Agres. En su interior, se distribuirá una zona de coworking y un aula polivalente para exposiciones y muestras, zonas de administración y despachos para Turismo e INVATUR.