Alcaldes con tique regalo

El servicio de valijas reales debe estar a punto de entrar en quiebra técnica. Hace años que esa red de distribución mágica, con millones de trabajadores subcontratados a tiempo parcial, hace aguas por todos lados. Es lo que tiene la precariedad laboral, que ya no hay profesionales del negocio que analicen los deseos de cada uno y acierten con los regalos.  Cualquier empresa que recibiera tantas reclamaciones de clientes como la de los Magos de Oriente estaría en liquidación o en concurso de acreedores. Pero aquí somos muy condescendientes con las monarquías y les perdonamos todos sus errores. La ineficiencia suele ser una prebenda real que se hereda junto con la corona. Para ocultar las pifias de sus majestades los técnicos en márquetin han inventado el tique regalo, un “do it yourself” en toda regla para salvar los muebles de un negocio que se ha demostrado ruinoso. Es el mejor invento de los últimos años, no me lo negarán. A partir de mañana, hordas de destinatarios descontentos surcarán plazas y centros comerciales enarbolando tiques regalo para satisfacer sus más íntimos deseos. Los Reyes, bien asesorados, actúan con total impunidad sabedores de que les protege una tupida red de seguridad colectiva que les permite enmendar sus múltiples errores sin que se desate una rebelión popular. Es la ley del mínimo esfuerzo, con unos resultados tan espectaculares que deberían hacerse extensivos a otros ámbitos de la vida cotidiana. Yo para el año que viene voy a pedir elecciones con tique regalo. Si no me apaña el resultado de las urnas, pues lo cambio con mi boleto de rectificación. Y si no, me pido un artículo 155, bien envuelto en papel constitucional, que es más o menos lo mismo. Bueno, el voto no te lo devuelven en efectivo, pero puedes elegir otro candidato de entre los que se ofrecen en la tienda electoral sin tener que esperar cuatro años. Claro, que a veces vas a cambiar el regalo y lo que queda en stock es aún peor. Fíjense qué buen papel haría un tique regalo en el Ayuntamiento de Alicante donde sus majestades se equivocaron y trajeron una alcaldía para tres. Con estos regalos compartidos siempre acaba pasando lo mismo, que el más gallito no deja participar a nadie y amenaza con romper el juego si no lo dejan “ir de madre”. Ea.

Los alcaldes deberían venir con tique regalo. Y quien dice un alcalde, dice un M. Rajoy escacharrado a quien se le ha pasado la cuerda y repite sin cesar latiguillos ininteligibles. O un secretario general del PSOE defectuoso que los reyes magos dejaron por error en un partido que escribió su carta con faltas de ideología. O un muñeco Puigdemont virtual que no sirve en un Parlament que aún funciona a pilas. En realidad, habían pedido uno como el del año pasado pero con tanta revuelta sus majestades no han entendido bien la letra y han dejado un “meme” debajo del árbol. Un regalo envenenado, no me digan. Y sin tique regalo ni nada. Ya les habían advertido que este año se habían agotado las existencias de ilusión antes de tiempo, pero insistieron con sus misivas reales y miren qué les han traido. Un futuro negro como el carbón. Es lo que tiene escribir a los reyes magos en octubre, que las cartas se pierden y aparecen lejos. En Estremera, en Bruselas o más allá. @layoyoba