DOLORES. AHSA recurrió en reposición el pasado 1 de julio el acuerdo del Ayuntamiento de Dolores que dio vía libre al impulso del sector Dolores Golf. Los ecologistas denuncian que se trata de un insostenible y obsoleto plan urbanístico - su PAI se aprobó hace más de 15 años - que pretende construir unas 2.500 viviendas sobre 1,6 millones de m2 con peligrosidad de inundación de grado 2 que forman parte de un sector de la Huerta Tradicional de la Vega Baja muy bien conservado, vinculado al entorno agrario del Parque Natural de El Hondo. En su recurso destacaron, además del alto grado de peligrosidad de inundación, que 1,2 millones de m2 del sector invaden el entorno de protección de la zona húmeda de Los Carrizales de Elche, que desde 2020 forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de El Hondo y, por ello, de la Red Natura 2000, la red europea de espacios naturales protegidos, una circunstancia que no se tuvo en cuenta al aprobarse el PAI del sector, debiéndose por ello, en opinión de AHSA, revisar todo el procedimiento de evaluación de impacto ambiental del PAI por su afección sobre dicha ZEPA.
También señalaron que todo el sector es suelo de muy elevada capacidad agrológica, de clara vocación agrícola, que se integra en el Paisaje de Relevancia Regional de la Huerta de la Vega Baja del Segura, y que la Confederación Hidrográfica del Segura emitió un informe certificando la inexistencia de recursos suficientes para abastecer de agua potable al sector, votando por ello el representante del Ministerio de Medio Ambiente en contra de la aprobación definitiva del PAI en la comisión informativa de Urbanismo que se celebró el 17 de marzo de 2008. AHSA considera que ese voto negativo debió tener carácter vinculante, por lo que, según los ecologistas, la aprobación definitiva del PAI incurrió en nulidad.
Recordaron en su recurso que las lluvias torrenciales que sufrió la Vega Baja durante la DANA de septiembre de 2019 afectaron de forma importante a los terrenos del sector, que se mantuvieron inundados durante al menos dos semanas, siendo una de las zonas más afectadas.
Y expusieron que desde la aprobación del PAI las amenazas de cambio climático, que ya entonces se vaticinaban, han dado paso a una situación de emergencia climática, con un preocupante aumento de la intensidad y frecuencia de los episodios de lluvias torrenciales en la cuenca mediterránea, como dramáticamente ha atestiguado el reciente episodio de la DANA de Valencia. AHSA alerta de que futuras DANAs en la zona afectarían gravemente a las miles de viviendas que se pretenden construir y a las miles de personas que las habitarían, incrementándose de forma inaceptable, con la urbanización del sector, el riesgo de inundación, un riesgo que la Administración tiene el deber y la obligación de evitar y minimizar.
Por último, volvieron a solicitar que el sector pierda su actual condición de suelo urbanizable y que se integre en la infraestructura verde municipal, comarcal y regional, tal y como la Generalitat planteó en 2021 en la versión inicial del Plan de Acción Territorial (PAT) de la Vega Baja. Pese a todo lo expuesto, el Ayuntamiento de Dolores, en una actitud que AHSA califica como insensible, cortoplacista e irresponsable, desestimó el pasado 30 de septiembre el recurso de los ecologistas, por lo que piden a la Generalitat Valenciana y al Gobierno de España que intervengan de forma urgente para frenar en seco el desarrollo del sector.