VALÈNCIA. La multinacional Siemens, a través de su filial de movilidad sostenible Siemens Mobility, abría hace un año en València un centro tecnológico, dedicado al desarrollo de alta tecnología para la señalización ferroviaria, así como en nuevas tecnologías de movilidad sostenible con el foco puesto en la innovación y la digitalización. Un proyecto que desde entonces no ha dejado de crecer. Tanto es así que la empresa requería de más espacio y trasladaba esta pasada semana su sede a la zona de La Marina, concretamente al edificio de Innsomnia.
Y es que Siemens Mobility en València cuenta ya con un equipo de 50 personas con previsión de llegar a los 100 empleados en el verano de 2024 para cumplir el objetivo de los 150 puestos de trabajo en València en dos años. "Nuestra intención es convertir València en un polo de atracción de talento", subraya Agustín Escobar, presidente y CEO de Siemens España y CEO de Siemens Mobility suroeste de Europa.
Así, desde València se están acometiendo actuaciones de señalización ferroviaria, además de para la Comunitat Valenciana, también en regiones como Cataluña, Aragón, País Vasco y Madrid. A nivel internacional, se trabaja para países como Singapur, Brasil, Turquía, Egipto, India e Indonesia. "Estamos enfocados en consolidar València y que sea un centro atractivo. Queremos garantizar que tenemos un equipo sólido y que genera conocimiento y nos permite escalar", asegura en una entrevista con Valencia Plaza.
-Hace un año que abrieron su centro tecnológico en València. ¿Cómo ha sido el arranque en estos primeros 12 meses?
-Se han superado las expectativas. El primer reto que teníamos era tener un crecimiento rápido, pero que nos permitiera ir incorporando a la gente y formándola para ser productivos lo antes posible. Y eso lo hemos conseguido. Empezamos con un grupo reducido de 25 personas y ahora ya somos cerca de 50 y tenemos un plan de incorporar a otros 100 en el muy corto plazo. Además, ya estamos trabajando con proyectos en la Comunidad Valenciana, en el resto de España y a nivel global.
-¿Qué tipo de proyectos desarrollan en este espacio?
-Principalmente son proyectos de señalización ferroviaria, que es básicamente el software que permite garantizar la seguridad de los trenes con un nivel cada vez mayor de automatización. Por tanto, permite optimizar cada vez más la cantidad de trenes que pueden viajar por una misma infraestructura, a la máxima velocidad y seguridad posible. Si lo aplicamos, por ejemplo, a sistemas de metro podemos hacer proyectos como los trenes que tenemos en Singapur, que son de conducción completamente automática y sin conductor. Son sistemas que, por un lado, tienen balizas y sensorización y, por otro, dentro del tren tienen tecnología que se comunica con la vía y así permite detectar en cada momento dónde se encuentra el tren o su estado.
La compañía tiene proyectos en Australia, donde estamos haciendo trenes de larga distancia; proyectos de metro completamente automatizados en Singapur con tecnología 100% de España; en Europa estamos en Finlandia, en la zona este, en Francia, Italia, Portugal. Además somos parte del consorcio Meca-Medina, y también estamos en África en países como Angola, o Mozambique. Al otro lado charco estamos en Brasil, Argentina o México. Todo ello son desarrollos hechos en España y muchos diseñados en València.
-¿El control de esos sistemas y su mantenimiento también se hace desde València?
-Por ahora, en València se está trabajando en la parte de desarrollo de los proyectos. También, estamos abriendo una nueva línea de software para generar aplicaciones de movilidad como servicio como la plataforma dōcō para Renfe que permite planificar, reservar, pagar y viajar en una misma aplicación. Asimismo, desarrollamos una aplicación que se llama S3 Passenger para la gestión de inventario, reservas y emisión de billetes que ayuda a optimizar la parte de explotación de los operadores ferroviarios. El objetivo final es que viaje en tren la mayor cantidad de gente, que éstos vayan completamente llenos y tener la mayor cantidad de frecuencias. En cualquier caso, nuestro plan de crecimiento contempla apoyarnos en el centro de València para el mantenimiento de nuestros servicios, algo que ahora prestamos desde Madrid.
-¿Quiénes son los principales clientes de Siemens Mobility en València?
-Para España, trabajamos para Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), Renfe, Adif, Metro Madrid, el de Barcelona, Sevilla y Bilbao, así como ETS o Ferrocarrils de la Generalitat Catalana. Nuetros clientes son todos los operadores de metro y de larga distancia. Además, con la liberalización ferroviaria entraron Iryo y Ouigo, que utilizan nuestro software de gestión de tickets e inventario.
-Son ya 50 profesionales en el centro tecnológico que ahora llega a La Marina. ¿La mayoría del personal es talento valenciano?
-La mayoría es talento valenciano, pero nuestra intención es convertir València en un polo de atracción de talento. De hecho, tenemos personas de fuera y nuestro objetivo es tener una suma de ambos. Hoy (este pasado jueves) firmamos un acuerdo con EDEM para captar talento. Por tanto, buscamos la máxima capilaridad para atraer talento local porque creo que València tiene todos los elementos para ser un polo de talento global.
"Hay que progresar en el modelo universitario para que sea más cercano a la realidad empresarial"
-En muchas empresas se quejan de las dificultades para encontrar determinados perfiles profesionales. ¿Se han encontrado con ese problema? ¿Cree que la formación que se imparte en los centros académicos no se ajusta a las demandas del mercado?
-En el modelo educativo universitario tenemos que seguir progresando. Creo en modelos que estén mucho más cercanos a la realidad empresarial porque es cierto que, aunque la formación de los recién licenciados es buena, hay que hacer un esfuerzo inicial en formación más específica y aplicada y eso lleva un periodo. En nuestro caso, todas las personas que incorporamos sin experiencia previa han estado con expertos y han hecho ciclos de formación para conocer a los equipos y tener inmersiones en la tecnología.
-¿Qué otros planes contemplan para el centro en València en los próximos años?
-Tenemos un plan para llegar a las 150 personas a lo largo del próximo año. Acabaremos este año por encima de 50 personas y queremos seguir el ritmo de contratación. El escenario a más largo plazo es poder duplicar esta cantidad y llegar al orden de 300 personas. La perspectiva que tenemos es de crecer tanto en negocio como en ámbitos de participación en la transformación industrial.
-¿Tienen prevista la apertura de otros espacios similares?
-Es algo que siempre tenemos en mente y depende de la tecnología. Ahora tenemos que enfocarnos en consolidar València y hacer que sea un centro atractivo. Queremos garantizar que tenemos un equipo sólido y que genera conocimiento y nos permite escalar. Al final, nosotros año tras año, a nivel de negocio, estamos creciendo y necesitamos tener el soporte de una organización sólida. En Portugal, de hecho, hemos abierto un centro de desarrollo de software también en el ámbito de la movilidad.
-Dado que participan en proyectos por todo el mundo, ¿han detectado diferencias entre el transporte de España con respecto al de otros países? ¿En qué punto está a nivel de digitalización y modernización?
-Sí que hay diferencias, pero hay una realidad y es que España está a la vanguardia en desarrollo y aplicación de tecnología. A nivel de metro, en Barcelona hemos automatizado totalmente la línea 9 y estamos trabajando en un mayor nivel de automatización en el resto de líneas. ¿Son las más modernos? No, pero porque empezaron hace años y, en cambio, líneas completamente automatizadas como las de Singapur son completamente nuevas. Cuando modernizas algo lo haces en el momento adecuado para que la inversión sea rentable. En cualquier caso, todos los clientes españoles tienen clara la hoja de ruta y por donde hay que ir.
"Debemos replantearnos el concepto actual de transporte"
-¿Y en qué estado se encuentra el transporte en València?
-En València lo que pasa es que tiene una red bastante mixta porque no es un metro puro ni larga distancia, sino que su transporte ferroviario es una especie de Cercanías. Por tanto, estamos combinando tecnologías que nos acercan a una operación de metro, pero con básicos de larga distancia. Recientemente hemos firmado un contrato para la modernización de las líneas 1 y 2 de Metrovalencia, que permitirá tener un nivel de servicio que se ajusta a las necesidades de FGV. También, estamos haciendo modernización de líneas existentes dando un salto y optimizando la inversión.
-¿Cuáles son las principales deficiencias que detecta en el transporte ferroviario nacional? ¿Hay alguna cuestión en la que se deba incidir?
-No solo hay que modernizar lo que hay, sino que hay que desarrollar más aún el transporte público. Más que deficiencias lo que haría sería ponerlo en valor en un concepto más amplio sobre cuál es la forma sostenible en la que como sociedad deberíamos movernos. El concepto actual en el que el transporte principalmente se hace en base al privado y al coche debemos replantearlo. Por eso, en una movilidad del futuro, la visión que tenemos es que sea eminentemente eléctrica o con fuentes sin emisiones con trenes de batería o hidrógeno, totalmente conectada e intermodal y en la que el usuario pueda transportarse desde su casa hasta su destino utilizando sistemas de micromovilidad, pero usando siempre el ferrocarril. En esa línea, tenemos que tratar de limitar las emisiones de CO2, generando una infraestructura de transporte público que sea muy eficiente, conectada y permita al usuario desplazarse de forma eficiente, absolutamente sostenible.
-Eso suena aún algo lejano....
-No estamos tan lejos. De hecho, el principio de la plataforma dōcō es que puedas planificar tu viaje desde la puerta de tu casa hasta tu destino, aprovechando toda la red existente de conexiones y utilizando todos los medios disponibles de micromovilidad y las redes de metro. A nivel europeo, el objetivo de la Agenda 2030 es precisamente reforzar el papel que tiene que tener el ferrocarril y reforzar el posicionamiento del transporte público. ¿Es una utopía? Quizás si lo miramos a día de hoy hay cosas por hacer, pero mucha parte de la infraestructura y la tecnología ya están disponibles.
Falta más inversión y lo que vemos es que con los fondos europeos ha habido mucha inversión destinada al ámbito del transporte. Creo que es una primera parte que ya está y luego tiene que haber una decisión clara a todos los niveles. El transporte público tiene la vertiente más urbana y, por tanto, las Administraciones locales tienen que tener claro el camino y pensar en un modelo de movilidad urbana que sea perfectamente sostenible.
"Cuestionar el cambio climático es ponerse una venda porque estamos viviendo sus efectos cada día"
-En los últimos tiempos han surgido varias voces que cuestionan la Agenda 2030 o el cambio climático. ¿Esto puede ralentizar los avances?
-Creo que no porque cuestionar el cambio climático es ponerse una venda porque estamos viviendo sus efectos cada día con la sequía o las inundaciones con consecuencias dramáticas. Tenemos ya suficientes señales como para tomarnos en serio lo que hay que hacer. Si no somos capaces de limitar el incremento de temperatura, las consecuencias serán dramáticas. Por tanto, puede que haya algunas voces, pero el pulso que nosotros tenemos en Bruselas es el convencimiento de todos los países.
De hecho, la sociedad es consciente de que tenemos que cambiar los hábitos y pasar de una economía lineal, como la que tenemos, a otra circular. Tenemos que acelerar para reducir las emisiones o, de lo contrario, estamos poniendo en riesgo el mañana y el mundo para otras generaciones y eso es algo que no nos podemos permitir. Además, ese cambio supondrá un crecimiento porque las estimaciones de los economistas reflejan que el crecimiento asociado a una economía circular es mucho más rápido e impactante que si seguimos como estamos.
-Por otro lado, ¿en qué situación se encuentra Siemens España y cómo ha evolucionado la compañía en los últimos años?
-Desde la pandemia, la compañía ha demostrado la capacidad de resiliencia y año tras año ha sido capaz de ir creciendo de forma sistemática. Por tanto, pese a los retos a los que nos hemos enfrentado como el coronavirus o la guerra de ucrania, que ha tenido un impacto altísimo en las cadenas de suministro, hemos sido capaces de acompañar a nuestros clientes en sus retos y apoyarlos en la trasformación digital.
-El grupo Siemens ha optado a varios PERTE. ¿Están satisfechos con las convocatorias?
-Nos hemos presentado como socios tecnológicos en prácticamente todos los PERTE, pero no directamente porque siempre lo hacemos a través de nuestros clientes o de asociaciones. Nuestra misión es acompañar. En todos ellos, lo que confluye es un foco en la descarbonización y en la generación de economía verde porque el principal deshabilitador es la tecnología y nosotros, como compañía que apoya la transformación digital, tenemos un posicionamiento único por nuestra experiencia.
Sobre las convocatorias no estamos satisfechos. Creo que es una gran oportunidad, pero tenemos que acelerar. Los trámites burocráticos son excesivamente complejos y los requisitos han sido excesivos. Y es una obligación trabajar para simplificarlos y acelerar. Es cierto que en segundas convocatorias, como la del PERTE VEC, eso ya ha ocurrido. Por tanto, igual que critico también reconozco cuando se ha avanzado. Si vamos en esa dirección iremos bien, pero es clave acelerar. ¿Los PERTE son la solución al problema? No, pero es una ayuda importante porque puede generar un punto de inflexión y tenemos que aprovecharlos para reindustrializar España en la nueva economía. Es una gran oportunidad.
"Tenemos que acelerar los Perte para reindustrializar España en la nueva economía"
-Las empresas se quejan de que no acaban de ejecutarse. ¿Teme que no se llegue al plazo que fija Bruselas y se pierdan las ayudas?
-La realidad es que han llegado pocos fondos a las empresas. También es cierto que ahora se trabaja de forma intensa para sacar las nuevas convocatorias porque lo que hace falta es que fluyan en la economía real. A día de hoy no hay un volumen importante salvo en ámbitos como la movilidad y ahí el nivel de inversión ha sido más alto. En el resto hace falta que se aceleren y que lleguen a la economía real. El plazo para ejecutar los proyectos es 2026 y, por tanto, hay urgencia para que se aceleren los procesos. Por ello, es probable que haya que negociar una flexibilización de los plazos con Bruselas porque al haber habido un retraso es importante que se ejecuten en su totalidad.
-¿España está preparada para cumplir los compromisos de reducción de emisiones contaminantes recogidos en la Agenda 2030?
-España tiene tiempo todavía de cumplirlos porque tenemos una ventaja clara y es que el recurso energético renovable está ampliamente disponible por varios factores. Por un lado, tenemos espacio, recursos tanto fotovoltaicos como eólico y lo podemos conseguir a un precio competitivo. España es el país dentro de Europa que tiene mayor capacidad para producir energía renovable a un coste más competitivo y eso va a apalancar que podamos, por ejemplo, concentrar grandes proyectos de generación de hidrógeno verde. Mi visión es que tenemos que aprovechar esa capacidad para, además, consumir parte de ese hidrógeno poniendo industria verde como nuevo tejido industrial para que nos permita revertir la situación de caída del PIB de los últimos años y posicionarnos en desarrollo de actividades de mayor valor añadido.
-¿Las empresas se están sumando a esa transición verde?
-Sí, lo que falta es que las ayudas, como los PERTE, salgan y los proyectos se seleccionen porque las compañías están dispuestas a invertir. Ahora mismo tenemos la oportunidad de ser relevantes a nivel industrial en una economía 100% sostenible. La industria española está dispuesta a dar ese paso, pero necesitamos el catalizador que es la inversión.
-En caso no cumplir con esos objetivos, ¿qué escenario le espera al país?
-Prefiero no contemplarlo porque no solo es un escenario económico, sino también por las consecuencias que pueda tener por el cambio climático. Por tanto, no hay alternativa y tenemos que trabajar en verdaderamente alcanzarlos. Todavía estamos a tiempo. Si hacemos una transición hacia un economía circular hasta 2030 en Europa el PIB podría crecer en el orden de un 12-13%, pero si seguimos como estamos el escenario optimista es que lo hagamos un 4%. Por tanto, hablamos de tres veces más solo desde una mirada económica.
-¿Cuáles son los planes de crecimiento de Siemens en España?
-En Europa, el Green Deal va a ser uno de los elementos que va a facilitar la transición y Siemens está en una posición privilegiada para crecer de forma importante. España, dentro del crecimiento global de la compañía, tiene que tener un rol clave. Será un factor de éxito tener el talento adecuado y España tiene una posición única. De ahí la apertura del centro en València y otros en Portugal. Iberia debe ser un polo de talento no solo para el desarrollo de proyectos locales, sino a nivel global.