La agricultura ecológica e innovadora de Quivia refuerza el clúster alimentario de Mercalicante 

ALICANTE. El clúster alimentario de Mercalicante, situado junto a la carretera de Ocaña de Alicante, crece con la incorporación de un nuevo operador dedicado a la producción y distribución de cítricos. Se trata de la firma especializada en la agricultura ecológica Quivia, una marca creada en 2020 por la familia Quirant tras una trayectoria de 100 años en el sector (ya alcanza su cuarta generación), que destaca por utilizar fórmulas innovadoras para reducir el consumo energético y de agua de riego en sus cultivos. 

La compañía aterrizó con la unión de dos puestos propios en el pabellón principal del mercado de mayoristas de Mercalicante el pasado agosto con el fin de ampliar la red de distribución de sus productos, y de abrazar a otros productores agrícolas alicantinos, "procurando que obtengan el mejor precio posible en un mercado desafiante", según precisa el responsable de Márketing y Operaciones de Quivia, Vicente Quirant. Con ello, la compañía confirmaría su apoyo a la economía local y su apuesta por el producto de proximidad en otra demostración de su estrategia enfocada en la reducción de la huella de carbono, al minimizar desplazamientos en el transporte de mercancías.

¿En qué consisten, en concreto, los nuevos sistemas tecnológicos incorporados por Quivia que reducen consumos en sus cultivos? En primer término, en el uso de energía solar para abastecer el 80% de sus necesidades en las 132 hectáreas de plantación, con el objetivo de alcanzar el 100% en el año 2030. "Nuestras instalaciones son alimentadas por más de 580 paneles solares, lo que nos permitió salvar más de 215 toneladas de CO₂ solo en el año 2023", explica Quirant. "Estamos comprometidos con la protección del medio ambiente y trabajamos incansablemente para mejorar nuestras prácticas cada día", enfatiza.

En esa filosofía encaja, igualmente, la que pasa por ser una de sus principales innovaciones: el uso de ozono en la agricultura, que actúa como desinfectante y, al mismo tiempo, contribuye a oxigenar la tierra, lo que permite reducir hasta en un 30% la aportación de abono. Pero no solo eso. Ese sistema también permite descalcificar el agua de riego, "por lo tanto desbloqueamos el carbonato cálcico (CAL) y se convierte en ácido carbónico", apunta Quirant. "Con todo ello, ahorramos un 30% de agua y otro 20% en abono", prosigue.

A ello se suma, en consecuencia, la renuncia al uso de productos fitosanitarios en la fumigación, un cultivo ajustado a las directrices de Global GAP y GRASP para la producción tradicional y del Comité de Agricultura Ecológica de la Comunidad Valenciana para la producción ecológica, y otro compromiso que aportaría un valor diferencial adicional: el hecho de que la cosecha de la fruta se produzca el mismo día en el que se produce el envío, bajo pedido previo. Con ello, según subraya Quirant, se garantiza la frescura del producto.

El cultivo de ese conjunto de variedades, unido a las distintas características geográficas y de altitud de sus fincas, permite que Quivia disponga de un amplio calendario de producción, con fechas de maduración comprendidas entre octubre y julio. En esta línea, la compañía prevé alcanzar cosechas de 1.000 toneladas de limón en sus distintas variedades, 2.400 toneladas de naranjas, 900.000 kilos de mandarinas o 500.000 de pomelos en la campaña de 2023-2024. "Y la previsión es seguir creciendo", añade Quirant. "En nuestra constante búsqueda por la innovación, estamos incrementando nuestra apuesta por los productos ecológicos en nuestras nuevas inversiones", concluye.