la naviera termina de vaciar el ferry para trasladarlo a puerto

Afectados del accidente de Baleària impulsan una plataforma para emprender acciones legales

23/08/2019 - 

ALICANTE. La mayoría del pasaje del ferry Pinar del Río, de la compañía alicantina Baleària, que la noche del pasado sábado encalló frente al puerto de Dénia eran residentes en Palma que acudían a la Península a pasar sus vacaciones. Mal que bien, la mayoría de ellos ha podido seguir con sus planes, aunque no todos. Las primeras 48 horas estuvieron pendientes de la naviera para saber si iban a poder recuperar sus vehículos y, cuando se confirmó que el rescate iba para largo (la operación terminó este jueves), los que pudieron reorganizaron sus días de asueto, y otros optaron por regresar a las islas.

En este contexto, y con muchos de ellos de veraneo o regresando a Dénia este jueves para tomar posesión de su vehículo, varios afectados han decidido impulsar una plataforma para agrupar futuras reclamaciones contra la compañía que preside Adolfo Utor. Así se lo ha recomendado la OMIC de Palma, que se ha puesto en contacto con varios de ellos tras el siniestro. El siguiente paso, según explican, es contratar entre todos a un abogado para emprender acciones civiles contra la naviera.

Es el caso de Isaías, que iba a bordo del Pinar del Río para iniciar sus vacaciones en Cádiz y luego realizar una ruta por Portugal y el norte de España. Su familia no ha acudido a recuperar el vehículo, dado que están en el país vecino. "La naviera lo envía directamente a Palma, y allí lo recogerá un familiar", explica. A su juicio, la empresa "se está portando bien con nosotros, pero lo hemos tenido que pelear". Explica que las primeras 48 horas tras el accidente (donde durmieron en un hotel de Alicante) estuvieron "como hoja que sopla el viento, sin información y sin ayuda". 

Dos embarcaciones siguen la descarga de vehículos de la bodega del ferry. Foto: EFE

El domingo, cuando acudieron a Dénia esperando recuperar su vehículo, la naviera ya les comunicó que iban a tardar y se ofrecieron a buscarles una fórmula para seguir con sus vacaciones. "Fue un directivo de Baleària, Juan Cabrera, el que se puso en contacto con notros, y gracias a él nos han dejado un coche de alquiler todas las vacaciones, al no poder recuperar el nuestro". La reacción de la naviera, en cualquier caso, no lo ha hecho cambiar de parecer. "Se está empezando a poner en marcha una plataforma de afectados, y buscaremos un abogado para reclamar daños y perjuicios". Relata que están en contacto con la OMIC de Palma, a la que acudirán cuando termine su ruta.

De ir al Rototom a volver a Palma

Otro afectado que está valorando sumarse a la plataforma es Carlos, quien al contrario que Isaías se quedó sin vacaciones. En su caso, iba a bordo del Pinar del Río con una caravana para pasar una semana en Benicàssim y asistir al festival Rototom Sunsplash que se ha celebrado esta semana. "Al día siguiente a las 12 ya nos dijeron que iba a ser imposible sacar la caravana del ferry, y a las 3 de la tarde decidimos darnos la vuelta: hablamos con los responsables y cogimos otro ferry de vuelta a Palma, porque la caravana era nuestro medio de transporte y el alojamiento para estos días".

Imagen del ferry encallado tomada el lunes, con la barrera anticontaminación. Foto: A.S.

Carlos regresó este jueves a Dénia para recuperar su vehículo, una vez finalizada la operación de descarga de la bodega. La empresa ha asumido el coste de los viajes y les pagó un taxi hasta València para salir desde allí hacia Palma. Y para la recuperación de la caravana "nos han dejado la vuelta abierta". Desde el primer momento los afectados se han planteado presentar una reclamación conjunta (a bordo del ferry iban 397 pasajeros) "porque además nos lo recomendó la OMIC de Palma". Carlos admite que preferiría no tener que emprender acciones legales contra la empresa, pero asume que "dependerá de cómo responda" con las indemnizaciones.

Lo que sigue siendo un misterio es el motivo del accidente. La naviera descartó el mismo día que se tratase de un fallo técnico, y cundió la hipótesis de que el ferry se hubiera visto obligado a maniobrar para evitar a alguna embarcación (esa noche se disparaba un castillo de fuegos artificiales desde el puerto que se retrasó por el accidente). "Lo que sí es cierto es que íbamos muy rápido", aventura Carlos, "por lo que no daba tiempo a maniobrar ni frenar. Además, dicen que los motores se habían revisado varias veces esa semana, no se si tuvo algo que ver".

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