En empresas, medios o sobre una moto: los retos de emprender en femenino, con Aepa

ALICANTE. Cada junio, desde la Asociación de Empresarias, Profesionales y Directivas de la provincia de Alicante (Aepa) organiza un evento networking, "un sitio para nosotras", tal y como explica la directora de Aepa, Marcela Fernández. "Foros para generar red mutua, contactos, alianzas entre asociadas y un esfuerzo como asociación para prosperar y alcanzar el mayor potencial como empresarias y personas". Este año, el evento ha tenido como tema 'Impulsando la Igualdad' y como título 'Que el miedo no te frene: los retos de emprender en femenino' y se ha celebrado en las nuevas instalaciones de Distrito Digital en el Puerto de Alicante, en colaboración con la Conselleria de Innovación.

De este modo, la jornada ha reunido a decenas de asociadas a Aepa en una actividad que ha combinado dinámicas de networking, un desayuno, un trivial o equipos de trabajo para potenciar habilidades clave como el liderazgo y la comunicación junto con otras mujeres empresarias y directivas de la provincia de Alicante. Otro de los puntos destacados han sido dos charlas de mujeres inspiradoras: una, la de Esther Valdivia, empresaria del mundo del periodismo. Experta en transformación digital y buen gobierno corporativo. Otra, la de Marta Insausti, motera, luchadora, aventurera y empresaria. La periodista Lola Torrent ha sido la encargada de presentar el acto.

Así, el evento daba comienzo con la intervención de Torrent, que recordaba que "la igualdad es una conquista, y como en todas, hay que mantener lo logrado con acciones. Esta es una de ellas". Por su parte, Marcela Fernández inauguraba el evento apuntando a datos como que "la actividad laboral se recupera más que en años anteriores y viene un verano esperanzador en el que se prevé un Alicante lleno de turismo, con una actividad económica que beneficia a todas". Además, apelaba a que "en un mundo de retos y adversidades hay que apostar por liderazgos diferentes con valores de igualdad, respeto y bienestar de las personas, un liderazgo humanista que inspiren estabilidad y esperanza". 

Del amor al periodismo a la empresa de comunicación

La primera ponencia fue la de Esther Valdivia, que se define como "madrileña, madre de dos niños, niña sandwich -en medio de las hermanas mayores y menor-, empresaria -sin herencia familiar previa- y divulgadora. Así, Valdivia ha realizado un repaso por su vida, desde que era niña y que creció en un entorno motivador y feminista, con paradas en tres momentos que supusieron un antes y después en su vida. 

Su madre le apoyó en su vocación de estudiar periodismo y su primer reto llegó con sus prácticas en Radio Madrid. Después realizó información local y, a lo largo de siete años "donde trabajaba en un mundo de hombres, que no ha cambiado tanto", también fue redactora jefe "y me empezó a gustar mucho el mundo de las empresas y empecé a formarme" y creó una empresa de comunicación enfocada al mundo empresarial.

Su segundo reto llegó al ser madre de dos hijos y plantearse su vida familiar y la carrera. "Se puede ser madre y trabajar, pero en este reto avancé y a la vez perdí algo". Y es que, entró en el consejo de administración muy joven y siete años después la compañía se vendía a un grupo de medios plurinacional. Su tercer reto llegó en verano de 2007 -justo antes de la crisis global de 2008-, cuando decidió recomprar la firma de la mano de un banco. "El reto de ser empresaria es el más difícil al que me he enfrentado nunca. Es solitario, las grandes decisiones las tomas sola y el reto es personal y el riesgo también, pero no me arrepiento". 

Tras la compra, lanzaron varias cabeceras que añadieron a la previa, Anuncios. Y son AnunciosLive, Publicidata, Mentes que despiertan mentes o la más nueva, de hace diez años: Mujeres a Seguir. "Esta es una de mis mayores ilusiones y el compromiso más personal de los proyectos que he lanzado". Realizan temas dirigidos a mujeres profesionales -desde amas de casa, ingenieras, reponedoras...- y analizan datos del papel de las mujeres en los medios, su representación, si entran o no en la toma de decisiones de empresas y otros análisis. "Si no te ven, no existes. Hemos de ser visibles. Es muy importante, porque somos el 51% de la población. Es sobre talento y posición y si nos ven, nadie puede con nosotras".

La vuelta al mundo en moto: "la Marta a la cabeza" 

La empresaria Marta Insausti se define como mujer, madre y hermana. También como motera, peleona y aventurera, además de empresaria. La vida, en un momento complicado le llevó a coger su moto y liarse "la Marta a la cabeza" dando la vuelta al mundo sobre su vehículo y recorriendo 27 países y 50.000 kilómetros sola. ¿Cómo llegaba a esa aventura?

En 2008 llegó la crisis económica mundial y ella la observaba temerosa a través de un negocio de formación. "Al principio no golpeó, pero terminó por llegar, hubo que remangarse y luchar". También pasó por un proceso de divorcio y contrajo un cáncer de mama. "Todo iba mal, de forma encadenada".

Tras superar la enfermedad, el negocio iba mal y se formó en transformación digital y formó a sus trabajadores para remontar la firma, pero el resto de socios -con más compañías- decidieron que querían cerrar y repartir sus participaciones. Cerraba su empresa tras 30 años: ¿Qué vas a hacer?, le preguntaban. No lo sabía. No obstante, recordó que durante sus sesiones de quimioterapia se evadía pensando en que salía con su moto por el campo, oliendo a romero, oyendo pájaros... y decidió tomarse un mes sabático para viajar en moto. Pero entonces recibió una carta de la fundación Vicente Ferrer, con la que colaboraba, invitándole a visitar la fundación en India. "Até cabos; moto e India". Y preparó su viaje. Primero sobre un mapa "que lo aguanta todo" y acabó trazando una ruta que llegaba a India pero volvía a España atravesando Asia, Oceanía y América. 

Su odisea se alargaría mucho más de un mes y le apoyaron y lo hizo saber a la Fundación Vicente Ferrer, que le apoyó y a la Fundación CRIS contra el cáncer, para quienes recaudaría dinero en su periplo. Insausti narra retos en su moto a través de Irán, Pakistán... "¿atravesar fronteras? si yo he trabajado con administraciones y he sobrevivido al papeleo, también con esto", aseguraba. Narra su llegada a India como muy emocionante, su llegada a la fundación como inolvidable, donde conoció muchos proyectos de mujeres. 

Sufrió muchos contratiempos también: caídas cerca del Himalaya, carreteras terribles... "hay que racionalizar el miedo" y pasar los baches. Camino de Auckland, en Nueva Zelanda empezó a oír noticias de la covid-19. Y en su viaje a Chile, en marzo de 2020 "cogí el último vuelo hacia España, dejé allí mi moto y me encerré como todo el mundo". 

Así, tras dos años regresaba a Chile para continuar su viaje previsto, ahora por Latinoamérica. En Ecuador, el paro indígena le pilló de lleno y le puso difícil atravesar el país, pero lo consiguió con ayuda de mucha gente. Atravesó Colombia y Centroamérica y la frontera entre México y Estados Unidos fue otro reto. "No tenía el visado correspondiente y podían haberme incomunicado hasta por tres meses antes de deportarme a España". 

En Estados Unidos trató de llegar a Nueva York coincidiendo con el Día Mundial contra el Cáncer de Mama y, a pesar de su moto murió por el camino, llegó con otra similar a tiempo. Insausti cerraba la narración de su aventura afirmando que "es más arriesgado ser empresaria que dar la vuelta al mundo en solitario.