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propuesta de la mesa de contratación al consejo de la sociedad estatal

Acuamed adjudica la desaladora de Mutxamel a FCC tras descartar a Facsa por baja temeraria

18/10/2018 - 

ALICANTE. Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) se perfila como la próxima operadora de la desaladora de Mutxamel, que debe volver a entrar en servicio a comienzos del próximo año, tal como ha venido contando este diario. La mejor oferta económica era, tal como desveló Alicante Plaza, la de la UTE liderada por la castellonense Facsa, pero sin embargo ha sido descartada por la mesa de contratación de Acuamed al no poder justificar una rebaja en el precio de licitación que los técnicos han considerado temeraria.

La UTE formada por Facsa y GS Inima Environment ofertó 2,14 millones de euros por el contrato para dos años, que salió a licitación por 3,3 millones. Es decir, un 35% menos. Desde el primer momento, la llamativa rebaja sobre el presupuesto inicial llamó la atención del órgano de contratación, que solicitó explicaciones adicionales. El informe de ocho páginas presentado por la UTE no ha convencido a Acuamaed, que finalmente ha dejado fuera también esta oferta (ya descartó inicialmente a Acciona, que opera las plantas de Alicante I y II, por defectos formales).

De esta forma, el informe de los técnicos aconseja adjudicar el contrato para poner en marcha de nuevo la desaladora de Mutxamel a la mercantil Aqualia, filial de la cotizada FCC (y participada al 49% por el fondo IFM desde el pasado septiembre), que ofertó 2,63 millones más IVA (un 20% de rebaja, justo en el umbral de la baja considerada "anormalmente reducida" o temeraria). La oferta de FCC mereció 99,81 puntos, frente a las propuestas de Pavagua (93,8), Suez (89,6) y Valoriza (85,9). Pavagua es, por cierto, la empresa a la que Acuamed adjudicará la explotación de la desaladora de Oropesa.

La mesa de contratación ha elevado la propuesta de adjudicación a Aqualia al consejo de administración de Acuamed, y ahora el máximo órgano de la sociedad estatal que se encarga de promover las infraestructuras hídricas en las cuencas mediterráneas deberá ratificar esta propuesta. Se cierran así los trámites para volver a activar una desaladora que se terminó de construir en 2015 y que se apagó dos años más tarde, en 2017, con solo 10,7 hectómetros desalados.

El futuro adjudicatario tendrá que encargarse de los servicios de operación y mantenimiento de las instalaciones correspondientes a la desaladora de Mutxamel y su red de distribución, con la finalidad de entregar el agua producida en los puntos de entronque a las redes municipales. Como ha contado este diario, la producción de la planta de Mutxamel en 2019, cuando entre en funcionamiento, se iba a incorporar al caudal total que debían percibir los usuarios del Júcar-Vinalopó, junto al agua enviada desde la toma del azud de la Marquesa, en Cullera. Ese convenio sigue pendiente de firmarse desde la moción de censura: la Comisión del Agua exigió hace unas semanas que se agilizase.

Por otro lado, y tal como ha venido contando este diario, la Comisión ha pedido al Gobierno que ejecute las infraestructuras necesarias para que el agua desalada de Torrevieja llegue a todas las comunidades de regantes. Unas obras que se concretan en conectar las desaladoras de Torrevieja y Murcia para 'compartir' su producción, y en llevar el agua desalada hasta el embalse de Crevillente. De esta forma, se compartiría la producción de agua desalada y se reduciría su coste económico, al diluirse con agua de superficie en los citados embalses.

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