Actuar con serenidad para ganar el futuro

Cuanto peor es la situación más se agradece la serenidad para afrontarla. Es verdad que vivimos momentos muy duros, pero también que con la ayuda de todos saldremos adelante. Sin olvidar el presente, que es muy preocupante desde el punto de vista sanitario y económico, desde la Cámara de Comercio de Alicante nos estamos preparando para el día después de que toda esta pesadilla concluya y en el que tengamos que reconstruir una provincia maltrecha, una economía paralizada. Hay que hacer de tripas corazón para seguir adelante cuando todo a nuestro alrededor es trágico, pero el miedo y la inacción son peores que el peor virus, porque nos contagia a todos de depresión.

Este paréntesis nos viene bien a todos para reflexionar sobre nuestras personas y nuestras empresas, lo que hemos hecho y lo que podemos cambiar, de forma que las cosas nunca vuelvan a ser igual si es posible mejorarlas. Es una prórroga que no hemos pedido pero que quizá sirva para optimizar algunos procesos, igual que tiene que servir a las Administraciones para valorar si se tomaron las decisiones adecuadas en tiempo y forma o hay que implementar protocolos más ágiles para que un problema así no nos pille con el pie cambiado.

Desde el lado positivo, en estos momentos toca agradecer el trabajo de sanitarios, de fuerzas de seguridad y de tantos trabajadores anónimos que se arriesgan para que las ciudades sigan en marcha. Acabo de redactar una carta a todos los trabajadores de la Cámara agradeciéndoles su actitud y que en estos momentos sigan desde sus casas o en las sedes informando a los empresarios y preparados para cuando se relance la actividad, que esperemos sea lo más pronto posible. Vamos a hacer lo posible por seguir resistiendo que es la mejor manera de plantarle cara al virus y salir lanzados hacia el futuro con más ganas.  

Tengo esperanza contenida ante el decreto del Gobierno de España para hacer frente a la situación económica. Por una parte la cifra de 200.000 millones para reactivar la economía tras la pandemia es abrumadora. Utilizar el 20 por ciento del PIB nacional en inyectar recursos a las empresas, ayudar a las familias que han quedado en situación precaria y mejorar el sistema sanitario impone respeto por la magnitud.

Es cierto que muchas de las medidas coinciden con las que habíamos pedido las Cámaras de Comercio: flexibilización de los ERTE, ayuda a los autónomos que vean caer su facturación por debajo del 75 por ciento, avales garantizados públicamente para facilitar financiación a las empresas, 2.000 millones para empresas exportadoras, apoyo a la digitalización de las pymes…

Pero seguramente ante un problema de tal magnitud nada es suficiente. Pienso en los comerciantes que han perdido su temporada o en el turismo, que son dos sectores en los que lo que no haces hoy no podrás recuperarlo jamás. Veo en el decreto muchas referencias y ayudas a grandes empresas, pero hay un drama latente en las pequeñas y medianas y de los trabajadores autónomos que son muchos en esta provincia. ¿Cuántas de ellas no podrán recuperarse? Seguro que las circunstancias obligaban a brindar en la Bolsa a las empresas del IBEX y que hay muchísimos empleos que dependen directa o indirectamente de las grandes empresas, pero hay que pensar mucho más en que las pymes y los autónomos salgan reforzados, porque son los que menos posibilidades de remontar van a tener.

En todo caso no puedo por menos que apoyar estas medidas ya que dicen garantizar la liquidez de las empresas y los ajustes temporales de plantilla, puntos básicos para el mantenimiento del empleo y la recuperación. También doy la bienvenida a las ayudas que anuncia la Generalitat Valenciana, especialmente destinadas al tejido productivo de la Comunidad: empresas de tamaño medio, pequeños comercios o empresas tecnológicas que empezaban a despuntar antes de este suceso.

Pero lamento tener que echar en falta una intervención más decidida de la Unión Europea, que hasta la fecha no se ha caracterizado por ser pródiga en sus ayudas. Lo destinado hasta ahora es manifiestamente mejorable. Debemos percibir, y yo por lo menos no lo percibo así todavía, que, en una situación de crisis la Unión Europea ofrece respuestas rotundas y coordinadas y es garante del sistema económico, las empresas y los trabajadores.

La Cámara de Alicante y el conjunto de las Cámaras españolas han ofrecido su total colaboración al Gobierno. Desde nuestra institución estamos constantemente informando a las empresas y así lo vamos a hacer hasta que salgamos todos de este bache.  Tenemos que recordar que, por dura que sea esta situación, es temporal y unidos saldremos reforzados.

* Juan Riera es presidente de la Cámara de Comercio de Alicante