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opinión

Activos financieros para proteger una cartera frente a la inflación

El episodio de alta inflación que se está viviendo requiere cambios en el proceso de asignación de activos, tal y como explica el gestor de inversiones

17/10/2022 - 

MADRID. No cabe duda de que estamos viviendo un episodio de alta inflación que requiere cambios en el proceso de asignación de activos. El aumento de la inflación está anclado en varios factores. Por un lado, los de origen estructural, entre los que destacan el cambio climático, la transición energética y la dependencia. Pero no son únicos. Existen otros más específicos como las inyecciones masivas de liquidez durante la crisis de la Covid-19 y la crisis energética provocada por la guerra de Ucrania que han conseguido catapultar la inflación hasta niveles nunca vistos. Creemos que la actual generosidad fiscal unida al creciente descontento público y los riesgos para la democracia prolongarán ese periodo de alta inflación en Europa.

Es lógico pensar que este entorno de alta inflación afectará a los mercados y, en consecuencia, a la composición de las carteras. Creemos que la proporción de riesgo de un 60/40 no es adecuada, ya que los tipos ya no ofrecen una protección en los periodos de aversión al riesgo. De hecho, se convierten en el origen del problema cuando suben. La diversificación desaparece, ya que las carteras de renta fija y de renta variable tienden a sufrir al mismo tiempo.

Sin embargo, el mercado nos da opciones. Creemos que hay un número de estrategias y de activos que pueden cumplir esta misión. En este sentido, creemos que el efectivo y los bonos a corto plazo vuelven a ser atractivos cuando los tipos suben para sofocar la inflación. También pueden funcionar los swaps de inflación, ya que son atractivos cuando las expectativas de inflación aumentan. Eso sí, no son la herramienta adecuada durante los picos de inflación.

Hay algunos sectores como el sector inmobiliario, que suele beneficiarse de una inflación elevada, ya que los alquileres están indexados a la inflación. Sin embargo, creemos que esta situación esta vez no es tan obvia, ya que el sector está mucho más apalancado que en el pasado, junto con los bajos rendimientos de los alquileres. Por lo tanto, el impacto negativo del aumento de los tipos de interés podría ser mayor que el beneficio del aumento de los rendimientos de los alquileres.


Los inversores deben tener en cuenta que la exposición indirecta a las materias primas puede ser una cobertura contra la inflación, especialmente en este episodio de infra inversión desacertada en materias primas. Pensamos que tampoco debemos pasar por alto aquellos sectores o empresas que se benefician de la capacidad de subir los precios o del apoyo de los gobiernos

Por último, mantenemos la idea de que es importante seguir invirtiendo en temáticas o convicciones a largo plazo como la transición ecológica. Sin embargo, esta situación en la que nos movemos no es estática. No hay que dejar de tener en el visor los movimientos de los principales bancos centrales del mundo, empeñados en combatir la inflación para lo que están dispuestos a subir los tipos incluso a riesgo de provocar una recesión. Por lo tanto, es necesario evaluar la gravedad de esa potencial, las posibles respuestas de los gobiernos y el probable impacto en las expectativas de inflación para ajustar las carteras en consecuencia.

Los bancos centrales

Creemos que, en este entorno, los gestores de activos deben reducir su exposición estática al riesgo prolongado (crédito, renta variable...) y reforzar su gestión flexible de los activos en renta fija y divisas a medida que surjan oportunidades. Este proceso conlleva riesgos. En un contexto de alta inflación, el mercado cuestiona la credibilidad de los bancos centrales analizando la respuesta monetaria y fiscal. Si el banco central pierde credibilidad por no haber subido los tipos lo suficiente, la moneda sufre un duro golpe con el riesgo de devaluación acompañado de tipos mucho más altos en una fase posterior. Por el contrario, si el banco central sube demasiado, corre el riesgo de poner en peligro el crecimiento y provocar una dura recesión. La moneda se fortalece mientras los tipos a largo plazo retroceden por el temor a la recesión, a pesar de la preocupación por la inflación.

Estos periodos ofrecen oportunidades en las operaciones de valor relativo sobre los tipos como los movimientos de la curva de rendimiento y los tipos relativos entre países. La negociación de TIPS y swaps de inflación también es atractiva cuando las expectativas de inflación aún no están ancladas.

Laurent Benaroche es gestor de Multi Asset & Overlay en Edmond de Rothschild Asset Management

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