Imagen de archivo. Foto: KIKE TABERNERVALÈNCIA (EP). El Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI) subió un 0,8% en el segundo trimestre del año en comparación con el mismo periodo de 2023, poniendo fin a cinco trimestres consecutivos de retrocesos, según este indicador elaborado por el Colegio de Registradores.
Este índice conjuga transacciones e hipotecas inmobiliarias inscritas en los registros de la propiedad (enfoque desde la demanda) con la actividad mercantil del sector de la construcción e inmobiliario (enfoque desde la oferta), dando por tanto una estimación completa de la actividad del sector.
Según han explicado los registradores, el aumento interanual de la actividad inmobiliaria en el segundo trimestre se debe, principalmente, al aumento de los precios de la vivienda y de la actividad mercantil.
Con este repunte, se rompe la racha de cinco meses consecutivos de descensos registrados por el índice. Anteriormente, se habían producido ocho trimestres seguidos de crecimientos, que fueron moderándose a lo largo hasta entrar en negativo en el primer trimestre de 2023, coincidiendo con el alza de los tipos de interés.
Con relación a los componentes del índice, el repunte anual del 0,8%fue consecuencia de la subida de los precios de las compraventas (su índice repuntó más de un 4,9%), lo que ha llevado al índice de propiedad (demanda) a aumentar un 0,65%.
Por su parte, la actividad mercantil de los sectores inmobiliario y de construcción se incrementó una media de casi el 1,2%.
Frente a la evolución interanual, el índice Registral de Actividad Inmobiliaria cayó un 2% en tasa trimestral afectado por la continuidad en el ritmo bajista de la actividad inmobiliaria.
Por contra, el índice suavizado, libre de factores estacionales, mostró en el segundo trimestre un leve crecimiento trimestral del 0,15%.
"Aunque algo ralentizada, continúa la lenta caída de la actividad inmobiliaria iniciada en el cuarto trimestre de 2022", subrayan los registradores.
Desde el punto de vista de la demanda, entre abril y junio bajaron el número de compraventas, caída que se vio compensada con un incremento de los precios, mientras que el índice de hipotecas disminuyó casi un 4%.
Por la parte de la oferta, el índice de actividad del sector de la construcción retrocedió un 1,3%, en tanto que en el conjunto de construcción e inmobiliario bajó un 1%.
