BENIDORM. "Sensible pero punk", a caballo entre el castellano y el inglés y con presencia digital. Así es la carta de presentación de la música que lleva la firma de Yana Zafiro. A sus 22 años la artista no mueve grandes números -por el momento-, pero este 2019 podría ser el inicio de una premonición: comenzó fichando por los madrileños Mont Ventoux como el sello que produciría su primer EP, continuó con una gira en mayo y hoy, sábado 9 de noviembre, se le podrá escuchar a las 17:40 horas en directo sobre el escenario del Primavera Weekender, el festival en versión otoño del Primavera Sound. La ucraniana, afincada en la provincia de Murcia desde hace 15 años, combina bases electrónicas con un pop mestizo y una voz acorde a los sonidos digitales. Un cóctel que ha provocado que algunos periódicos y webs se aventuren a proclamar que "lo tiene todo". Por el momento, lo que tiene entre manos es un nuevo álbum gestándose que verá la luz a principios de 2020.
PREGUNTA. Para empezar a conocerte, ¿cómo definirías a Yana Zafiro?
RESPUESTA. Se trata de un proyecto que va sobre mí misma y que resume un poco mi vida diaria, los sentimientos que tengo todos los días, pero de una manera sencilla. Musicalmente, está todo concentrado en no utilizar instrumentos y producir toda la música desde un programa.
P. Calificas tu música como Bedroom Lo-fi Pop. ¿Qué significado le das a esta etiqueta tan particular?
R. La música que escucho diariamente suele estar enfocada en ese estilo, por lo que la hago mía. Es la música que yo escucho pero, aparte, lo que me gusta y lo que soy.
P. Independientemente de este pop en el que se enmarca, ¿con qué palabras se identifica tu música?
R. Sensible pero punk.
P. En esta línea de acercar las dos facetas que, en un primer momento, pueden parecer contradictorias se enmarca Mi perro se va a morir. Tu EP tiene esta dualidad, porque respira dulzura y, a su vez, se mezcla con algo más oscuro...
R. Eso siempre está ahí, porque así es mi personalidad.
P. El título es un tanto dramático. ¿Por qué decidiste que fuera el nombre de tu trabajo?
R. La idea surge porque en esa época a mi perro le diagnosticaron problemas de corazón. Tenía que ponerle un nombre al EP y yo en lo único que pensaba era en que mi perro se iba a morir, por lo que se quedó así.
P. Es un homenaje, entonces.
R. Sí, aunque han pasado dos años y el perro sigue vivo.
P. Los temas que incluye son distintos entre sí. ¿Cuál es ese leitmotiv que los une?
R. Cuando fui a grabar y a producir, los temas solo estaban hechos con una guitarra y poco más. Tenía como diez canciones y algunas se fueron descartando. Elegí las que más significaban algo para mí; son partes de mi vida. No las seleccioné en base a criterios musicales, sino como algo más conceptual. Es una especie de transcurso desde que llego a Murcia, después de estar apartada en la sociedad, y empiezo a hacer música.
P. ¿Te refieres a cuando te mudaste de Ucrania a Murcia?
R. No. Me refiero a que no pensaba que yo pudiera hacer música de verdad, algo que me ha sorprendido a mí misma. Soy capaz de hacer esto y ni siquiera lo sabía durante todos estos años.
P. Y mírate ahora, que has fichado por el sello Mont Ventoux...
R. La vida da muchas vueltas. Una no se da cuenta de que lo que está escuchando diariamente también puede crearlo ella misma. A veces no contempla esa posibilidad.
P. Hoy esa posibilidad se vuelve incluso más real, porque actúas en el Primavera Weekender. ¿Cómo afrontas la experiencia?
R. No me lo esperaba. Siempre es una sorpresa que te hable alguien y te diga que está interesado en tu música y que quiere que toques en su evento. Nunca sabes quién te va a escuchar.
P. ¿Y cómo es la personalidad de Yana Zafiro sobre el escenario?
R. Creo que cuando me pongo nerviosa me da el chip de Lolita, lo cual odio un montón, porque es como que quiero caerle bien a la gente. Cuando lo hago me cabreo por dentro, aunque el público no lo nota. Y cuando no me pongo nerviosa supongo que soy, simplemente, graciosa y mona. He conseguido plasmar mi concepto en el escenario: transmito las canciones tal y como las creo. Es decir, en mi casa no me siento a tocar la guitarra, sino que empiezo a probar bases y a mezclar. Sobre el escenario llevo a una amiga que es dj y a otra que me hace los visuales mientras yo canto.
P. Dentro de tu repertorio publicado hasta el momento se pueden escuchar los tres temas de Demo Song y los cuatro que componen Mi perro se va a morir. Además, anunciaste que en septiembre vería la luz un nuevo álbum. ¿Qué ha pasado con él?
R. Por circunstancias, porque el verano me gusta disfrutarlo y porque también he estado trabajando, no he podido centrarme para acabar el disco Luceros del alba, ya que es algo que lleva muchísimo trabajo. Ahora sacaré singles, como Crepúsculo, que ya está disponible, o el siguiente, que se titula Qué bien me siento. Además, voy a publicar una colaboración, que es un poco secreto por ahora.
P. ¿Y cuándo retomarás Luceros del alba?
R. El álbum saldrá por marzo o abril del año que viene. Estará formado por unas 12 canciones, algunas de las cuales ya estoy cantando en mis directos.
P. Cuando trabajas en la composición de las letras y la música, ¿qué te inspira?
R. Aún con 22 años sigo utilizando mucho Tumblr y reblogueo cosas oscuras y bonitas a la vez. La última canción que he escrito trata sobre un anime que veía de pequeña cuando llegue a España y que se llama Ashita No Nadja. Creo mezclando recuerdos y redes sociales.