VALÈNCIA. Su libro Behind the bell, aparecido en 2009, fue una bomba. Contaba trapos sucios de una de las series para adolescentes más populares de los 90, Salvados por la campana. Para los espectadores españoles se corresponde con la época de inmersión en la cultura estadounidense. Antes, en televisión, podías ver series de todos los países. Muchas europeas, incluso checoslovacas. Con la llegada de las privadas, lo estadounidense alcanzó cotas muy elevadas en la parrilla. Prácticamente, si no es por lo japonés, con Campeones, Bola de dragón y Caballeros del zodiaco como productos estrella, prácticamente solo hubiésemos mamado ubre americana.
No era una serie especialmente buena. Sensación de vivir, por ejemplo, se vivía con mucha más intensidad. Los chicos del instituto Bayside eran de consumo diario y rápido. Esto es: ideal para perder el tiempo. En Estados Unidos, sin embargo, fue un éxito de mucha mayor envergadura. Solo cuando los guionistas quisieron llevar a sus protagonistas a la universidad se hundió la serie. Dustin Diamond logró colarse en el plantel de la segunda parte, The new class, en la que ya no era un estudiante, sino el asistente del director del instituto, en la fase más longeva pero menos famosa de la franquicia.
Mark-Paul Gosselaar, que interpretaba a Zack Morris, tuvo después una carrera extensa centrada fundamentalmente en la televisión. Más o menos igual que Mario López, AC Slater. Y Lark Voorhies, Lisa. Pero las salidas más sonadas de la serie fueron la de Tiffani Amber Thiessen, que se convirtió en la femme fatale de Beverly Hills 90210 (Sensación de vivir), Valerie Malone, en la etapa de madurez de la serie, desde la quinta temporada hasta la novena. Y sobre todo la de Elizabeth Berkley, que se desnudó en la película Showgirls con un personaje que se apellidaba igual que el nuevo de su ex compañera, Nomi Malone.
Con este contexto, que Dustin Diamond, Screech, el alivio cómico de la serie, contase en sus memorias que los actores tenían relaciones entre sí fuera del plató era divertido. Tiffani alternaba a Mario y a Mark-Paul mientras tenía novio. Sin embargo, si repasas ahora el libro, hay anécdotas contadas con mucho orgullo que hoy sería impensable leer en un libro de memorias. Ni el actor ni la editorial se atreverían.
Fundamentalmente hay un hecho condenable, el de los extras de la serie. Dustin confesó que eran una especie de harén para los protagonistas masculinos de la serie. Cobraban 40 dólares por hacer un trabajo que a menudo no estaba acreditado. Para ellos, era una suerte inimaginable tener una frase. La inmensa mayoría querían iniciar una carrera dramática, intentaban colarse en cualquier casting, destacar como fuera.
Dustin cuenta cómo era su procedimiento para acostarse con estas chicas. Tonteaba con ellas, hablaba, y luego se acercaba al stage manager del plató y le preguntaba en voz alta: ¿Volverá la semana que viene esta actriz? Y él solía contestar: "Sí, supongo que sí". Con lo que caían en sus brazos. Con algunas, cuenta, tenía sexo directamente en el camerino.
Se refiere al fenómeno como 'transacciones parasitarias mutuamente'. Explica: "Las chicas querían trepar lo más rápido posible y los chicos querían su satisfacción". Por supuesto, no era una excepción. Explica: "En Hollywood, y casi en cualquier parte del planeta, pensándolo bien, este proceso se conoce más comúnmente como 'El círculo de la vida'".
El funcionamiento de Hollywood también es descrito de forma descarnada. Dice Dustin que para que Tiffani pudiera aparecer en Beverly Hills 90210, primero tuvo que salir con Brian Austin Green. Y que Mario López obtuvo su papel en Masters of the Maze tras acostarse con una ejecutiva. El ejemplo ilustrativo sobre el funcionamiento de Holywood que añade para justificar esas conductas es sobre Marilyn Monroe, dice: "Cuando logró su primer contrato con un gran estudio, se volvió y dijo: Ya nunca más tendré que chupar otra polla"
La actitud cáustica de Dustin queda clara cuando más adelante presume de que se acostó con dos mil mujeres en esta época. "¿Es presumir decir que me he follado a dos mil chicas en mi vida? Quizá lo es, pero es un hecho". En el estudio de Salvados por la campana, se acostaba con ellas, como se ha dicho, en su camerino, pero también en los vestuarios y también en los almacenes. "Hubo días en los que tenía sexo tres veces con tres afortunadas chicas distintas". Aparte de a las figurantes que aspiraban a ser actrices, también a chicas que conocía fuera y se las llevaba al estudio para que vieran que era importante.
Una de ellas era la que pagaba las nóminas en el estudio, de modo que sabía quién era quién más que nadie. También comenta con todo detalle su romance con una ejecutiva de la NBC, veinticinco años mayor que él, que murió de cáncer en 2003 y no puede dar su versión de la historia íntima que de ella se cuenta.
Con todo, donde más nos insiste Dustin es en que tenía sexo con muchas chicas en Disneyland. Se compró un pase anual y su objetivo predilecto eran las estudiantes extranjeras y las turistas. "La gente no se da cuenta de que Disneyland a principios de los 90 era el mejor lugar para conocer chicas. Si eras un adolescente en busca de una mamada sin compromiso, o para hacer dedos, que luego se conocerían como Disneyfinger". A continuación, cataloga las atracciones por el tiempo que se pasaba dentro. En algunas, hasta un cuarto de hora entero en trenecito por túneles oscuros. O las que tenían movimientos bruscos, de modo que colocaba las manos estratégicamente para tocarles los pechos.
Pero la cosa cuando deja de parecer una entrega de la saga Porky's es en el momento en el que revela que Mario López, Slater, fue acusado de violación. El perfil que da de él es desagradable. Como estaba musculado y sabía luchar profesionalmente, buscaba pelea de forma constante. Fue el primero en acostarse con las figurantes sistemáticamente y, según dice el libro, no aceptaba un no por respuesta. En una de estas, una chica le acusó de violarla. Los abogados de la NBC le pagaron 50 mil dólares para que todo se quedase ahí, lo que según Dustin no es una gran compensación para frenar una denuncia contra una estrella de la televisión. Pero parece que tuvo éxito, porque en el especial de 2002 de E! Entertainment sobre el actor, ni se mencionó el incidente.