VALÈNCIA. (EFE). Varios directivos de una de las empresas que presuntamente financió de manera ilegal al PP valenciano han confirmado este en el juicio que sus jefes contrataron con la filial valenciana de Gürtel por servicios que no tienen constancia de que se realizasen.
Un total de seis testigos han comparecido en el juicio a la rama valenciana de la Gürtel, que celebra la Audiencia Nacional, todos ellos subordinados de los empresarios que confesaron haber financiado ilegalmente al PP valenciano a través del pago de facturas a Orange Market -filial de la trama en Valencia- por actos electorales de las campañas municipal y autonómica de 2007 y de las generales de 2008.
Dos de ellos, exdirectivos de la empresa Lubasa Desarrollos Inmobiliarios han confirmado que su jefe, Gabriel Alberto Batalla (uno de los que confesó en el juicio), les llevó un contrato con Orange Market para que lo firmaran, si bien no tienen constancia de que ese servicio finalmente se realizase.
Se trata de dos facturas de 45.000 y 50.000 euros que, según la Fiscalía, Lubasa pagó a Orange Market por servicios inexistentes y que en realidad camuflaban pagos encubiertos de actos electorales del PP valenciano.
Según uno de los subordinados de Batalla, éste le dijo que firmara el contrato y que no se preocupase porque era "un tema del que se encargaba él" y no ha sabido explicar el testigo cómo es posible que la hoja de pedido del servicio contratado a la Gürtel sea posterior a la propia factura. "Es ilógico", ha dicho.
El otro empleado de Lubasa, director de comunicación y marketing en 2007, ha reconocido que tuvo que firmar una factura de Orange Market y que no le "consta" el desarrollo efectivo de ese trabajo y que de haberse realizado lo habría sabido.
Otra de las testigos, que trabajaba para el grupo Vallalba, ha explicado que su jefe, Tomás Martínez, le encargó tramitar cuatro facturas en 2007 relacionadas con trabajos realizados en distintos meses y que, sin embargo, se pagaron todas a la vez.
La empleada ha apuntado que ese no era el procedimiento habitual pero que no era "una cosa extraña", si bien no ha sabido explicar por qué esas facturas se distribuyeron entre tres sociedades del grupo si el servicio lo prestó una misma entidad: "Yo recibí la orden de pago y los contratos y las facturas se pagaron".
Los otros testigos que han comparecido hoy han asegurado que no tienen constancia de que sus empresas subcontratasen a la Gürtel para realizar algún servicio o que tuvieran algún tipo de relación comercial con Orange Market.
Además, todos ellos han negado conocer o haber tenido alguna relación profesional con los acusados, entre los que están los cabecillas de la trama y la antigua cúpula del PP valenciano, encabezada por el ex secretario general Ricardo Costa.
El juicio continúa mañana con las declaraciones de más testigos.