VALÈNCIA (EP). Un testigo, empleado de Augusto César Tauroni, acusado de un fraude en contratos de informática en una de las piezas del caso Cooperación, ha confirmado el presunto amaño: ha asegurado que una de las mercantiles del empresario, Dinamiz-e, hizo trabajos adjudicados por la extinta Conselleria de Solidaridad, cuando estaba dirigida por el 'popular' Rafael Blasco, a Fujitsu.
Se trata de la segunda jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Valencia por una de las piezas del caso Cooperación en la que hay cuatro acusados: Rafael Blasco; el empresario Augusto César Tauroni; la exsecretaria general de la Conselleria Agustina Sanjuán; y el exjefe del servicio de Informática de Solidaridad Javier Murcia.
Tres de ellos, Tina Sanjuán, Javier Murcia y Tauroni han reconocido el amaño, pero Blasco ha negado participar en el fraude. Así, los dos primeros han aceptado un año de cárcel mientras que el empresario un año y tres meses.
En la jornada de hoy ha declarado uno de los empleados de Tauroni, que era comercial de una de sus empresas. Ha indicado, a lo largo del interrogatorio del fiscal, que Dinamiz-e había sido subcontratada por Fujitsu para unos trabajos adjudicados por la Conselleria. "Dinamiz-e estaba subcontratada por otras empresas que habían conseguido las adjudicaciones", ha advertido.
Así, este testigo ha explicado que en uno de los trabajos encargados no le consta que trabajase nadie de Fujitsu y, sin embargo, sí había gente de Dinamiz-e.
En este punto, preguntado por si sabe si había un pacto entre Fujitsu y Dinamiz-e para presentarse el primero a adjudicaciones de la Conselleria y hacer los trabajos la segunda empresa a cambio de alguna contraprestación, ha dicho: "lo desconozco pero entiendo que sí, porque los trabajos los hacía Dinamiz-e".
En el juicio ha declarado otro testigo, programador informático, que ha indicado que comenzó a trabajar con Tauroni en 2005 y se dedicaba a labores de call center y de creación de páginas web. Ha aseverado que desconoce el asunto de las adjudicaciones y ha matizado que nunca habló con Tauroni de Blasco, con lo que desconoce si eran amigos.
Otro empleado del empresario acusado ha manifestado que tampoco veía los contratos, sino que se dedicaba a obedecer órdenes de Tauroni. Así, iba a conselleria cuando se lo indicaba -para entregar o recoger papeles o pedir documentación- y luego elaboraba los diferentes informes que le pedían.
Este testigo, que también desconoce si su exjefe era amigo de Blasco, ha indicado que en conselleria solía reunirse con Javier Murcia "por orden de Tauroni", que le decía "hay que hacer esto y lo otro y lo de más allá".
"Cuando había un concurso público, había un calendario y había que hacer cosas. Mi trabajo era verificar que eso estaba así, al gusto de la conselleria, que la gente estaba contenta y que Murcia estaba de acuerdo. Con eso hacía un informe y se lo pasaba a Tauroni", ha descrito.
Los hechos se remontan a los años 2008 a 2011 y se ha investigado un presunto amaño de contratos informáticos adjudicados desde la Administración valenciana a Fujitsu y a otras dos empresas, que terminaron siendo subcontratos a las sociedades de Tauroni. Las empresas interpuestas recibían una comisión de alrededor del 7% del total del contrato.
Los contratos presuntamente amañados eran para el desarrollo del Portal del Inmigrante, Portal de la Ciudadanía, herramientas de participación ciudadana y para el control telemático de la gestión de escuelas de acogida, entre otros.
Blasco ya ha sido condenado por las piezas 1, 2 y 3 del conocido caso Cooperación, relativas al desvío de ayudas a ONGs y al proyecto fallido para la construcción de Haití. Salió de prisión con tercer grado a principios de 2019 por la condena de seis años y medio de la pieza 1.