MADRID (EP). La Asociación Nacional de Editores de Libros de Texto y Material de Enseñanza (ANELE) denuncia en su informe anual, presentado este jueves 7 de septiembre en Madrid, la "diversidad curricular" que existe en España y que lleva a la publicación de un promedio de 25 versiones distintas de una misma materia, como es el caso de Ciencias Sociales de Primaria, o de 19 versiones de una asignatura "aparentemente neutra" como es Matemáticas.
"Existen diferencias muy importantes en el tratamiento de una asignatura según la comunidad autónoma", ha subrayado el presidente de esta organización, que ha advertido de que la LOMCE, lejos de lograr una mayor uniformidad en los contenidos, ha generado el "efecto contrario" porque permite a las autonomías definir sus currículos en una proporción mayor a lo que se hacía con las legislaciones anteriores.
El documento 'El libro Educativo en España. Curso 2017-2018' pone de manifiesto también que en Lengua de 6º de Primaria hay un promedio de 18,3 versiones y en 4º de 15, mientras que en Ciencias Naturales, hay 17,3 versiones en 6º y 15 en 4º. El presidente de ANELE ha indicado que incluso les han pedido "libros específicos para una isla con dos colegios".
"Hay más diversidad curricular y fragmentación que nunca. Nunca la había habido tanto en materias de aparente neutralidad como Matemáticas. En este país no sirve un mismo libro de Matemáticas para todos y esto es una barbaridad", ha señalado Moyano, que ha advertido de que mientras en España se editan al 50.000 libros distintos, en Francia la cifra se reduce a 2.000.
Motivos políticos, no pedagógicos
El director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE), Antonio María Ávila, ha lamentado la intervención "desatinada y disparatada" de los poderes públicos, que, a su juicio, "legislan en exceso y sin medida". Si bien ha indicado que los editores no están en contra de la estructura autonómica, también ha indicado que los motivos por los que hay tanta diversidad de contenidos educativos no se debe a motivos pedagógicos, sino "políticos y económicos".
También las distintas cargas lectivas que las administraciones autonómicas dan a cada una de las materias condiciona la elaboración de los materiales. Al respecto, el presidente de los editores ha explicado que hay que dotar de contenido suficiente los libros y recursos de las asignaturas que cuentan con más horas de docencia en la comunidad que así lo decida.
El sector pide estabilidad normativa
Los editores han indicado que los cambios legislativos, lejos de beneficiar al sector, le perjudica, y ha insistido en que lo deseable es una "estabilidad" normativa, que esperan que se logre en un futuro Pacto Social y Político por la Educación, para que los proyectos editoriales sean rentables para las editoriales. "A quien no le interesan los cambios continuos es al sector editorial porque es imposible amortizar un proyecto si no dura mas de tres o cuatro años", ha aseverado Moyano.
Sobre el caso de la Comunidad Valenciana, que ha aprobado un nuevo decreto ley de plurilingüismo 'in extremis', el pasado 1 de septiembre, los editores han señalado que estas decisiones generan incertidumbre en las familias, que ya habían comprado los libros, los centros, que habían elegido un modelo lingüístico concreto, y en el sector editorial, que, según ha señalado es el que paga los cambios de materiales en el último momento.
También han querido dejar "meridianamente claro" que apoyan las ayudas a la adquisición de libros de texto a las familias con menos recursos y los bancos de libros que han puesto en marcha varias comunidades autónomas para la reutilización de materiales. Sin embargo, han advertido de que "esto no se puede hacer a costa de la calidad y en detrimento del sector del libro", que, según ha explicado, soporta el impago de algunas administraciones durante de hasta tres y cuatro años.
Otro de los "problemas" analizados en el informe de ANELE es el de la renovación de los libros. Según señala esta organización, la duración de cuatro años impuesta en un decreto del año 1988 es "razonable" y evita una obsolescencia excesiva", pero se ha visto alterado por las autoridades educativas autonómicas "sin previo aviso" y como consecuencia de la crisis.
Esto ha generado incertidumbre en el sector, que no puede planificar sus inversiones, según ha alertado Moyano, que también ha afirmado que estas decisiones políticas han llevado al cierre a editoriales y librerías.
El gasto medio sube hasta 160 euros
Los editores recogen en su informe la previsión del incremento medio de los precios de los libros de texto para el curso 2017-2018, que estiman en el 1% de media, "por debajo del IPC registrado en agosto". El mayor incremento se da en la etapa de Secundaria Obligatoria (ESO), un 1,2%, mientras que en Bachillerato y Formación Profesional es del 0,6%.
En cuanto a la facturación, el curso pasado hubo un incremento del 3% respecto al anterior, hasta los 856,04 millones de euros (44,1 ejemplares vendidos). El precio medio por libro fue de 19,39 euros, de manera que el gasto medio por alumno es de 10,08 euros, casi cinco euros más que el curso 2015-2016. Moyano ha señalado que la previsión de facturación de este 2017-2018 va a ser menor por la implantación total de la LOMCE y por la "discreta recuperación" de las ayudas para libros.