VALÈNCIA. Los partidos que integrarán el Botánico II mantuvieron este viernes su cuarta reunión para tratar de avanzar tanto en el acuerdo de programa como en la definición de la estructura del futuro Consell que se forme. Un encuentro en el que aunque se pretendía cerrar principalmente el número de consellerias del Ejecutivo, no se consiguió. Como tampoco lograron pactar el diseño del mestizaje y el reparto de competencias entre PSPV, Compromís y Unides Podem-EUPV, cuestión que quedó pendiente para abordarse en la cita del domingo prevista en la sede de Esquerra Unida.
Después de cinco horas de negociación sobre la arquitectura del Gobierno, los representantes de los cuatro partidos presentes en la reunión decidieron pasar a debatir sobre el acuerdo programático. Y aunque se avanzó significativamente en él, tampoco lograron cerrarlo. Principalmente, por las disensiones entre las tres patas del futuro Gobierno valenciano respecto a la implantación de diferentes tasas a lo largo de la legislatura: turística, azúcar o viviendas vacías, son algunas de ellas. Todas defendidas por la formación morada. No obstante, no fueron las únicas propuestas planteadas por Unides Podem que no tuvieron buena acogida, especialmente entre los socialistas.
La coalición que lidera Rubén Martínez Dalmau volvió a plantear lo que ya había tanteado en los últimos días: la necesidad de fijar una fecha límite para cumplir con los compromisos que se fijen en el acuerdo. Una cuestión que socialistas y valencianistas se niegan a incluir. Subrayan que la experiencia de la gestión durante estos cuatro años les ha permitido constatar que la burocracia juega en contra de los plazos que se tienen en mente al inicio de la legislatura para cumplir los compromisos. Por lo que, explican, fijarse plazos para acometer los objetivos que ellos mismos se marquen en el documento sería tirarse "piedras en el propio tejado", ya que cualquier imprevisto en la tramitación de medidas podría derivar en que no se llegara a cumplir con los periodos estipulados.
Pese a la negativa de PSPV y Compromís, los morados insistirán en poner negro sobre blanco en los próximos días. Justifican su empeño en que no quieren que se pueda volver a repetir la experiencia de la reversión del Hospital de Dénia, de la que el jefe del Consell anunció "el inicio del rescate" en numerosas ocasiones -la primera en marzo de 2016- a lo largo de todo el mandato y, finalmente, se cerró la legislatura sin haberlo acometido. Un argumento que los valencianistas rebaten de forma tajante: "Los incumplimientos y los 'ximoanuncios' no se combaten poniéndonos la soga en el cuello".