VALÈNCIA (EP). Dormir mal puede afectar negativamente al microbioma intestinal, lo que a su vez puede generar más problemas de salud, según un estudio publicado en la revista 'PLoS ONE' realizdo por investigadores de la Nova Southeastern University (NSU), de Florida (Estados Unidos), que querían comprobar cuánta conexión hay entre lo que está sucediendo en nuestro interior y cómo puede afectar la calidad del sueño.
"Dada la fuerte comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro, es probable que se influyan mutuamente --apunta Jaime Tartar, profesor y director de investigación en la Facultad de Psicología de NSU, que formó parte del equipo de investigación--. Según informes anteriores, creemos que dormir mal probablemente ejerza un fuerte efecto negativo sobre la salud intestinal / diversidad de microbiomas".
Para este estudio, los sujetos llevaban a la cama lo que Tartar llamó un 'Apple Watch con esteroides', que controlaba todo tipo de signos vitales. De esta manera, los investigadores pudieron determinar qué tan bien dormían los sujetos una noche y luego probaron el microbioma intestinal de los sujetos. Lo que encontraron fue que aquellos que dormían bien tenían un microbioma intestinal más diverso o "mejor".
Tartar señala que la diversidad del microbioma intestinal, o la falta de ella, está asociada con otros problemas de salud, como la enfermedad de Parkinson y las enfermedades autoinmunes, así como con la salud psicológica (ansiedad y depresión). Cuanto más diverso es el microbioma intestinal de alguien, lo más probable es que tener mejor salud en general.
"Sabemos que dormir es más o menos la 'navaja suiza de la salud' --explica Tartar--. Dormir bien por la noche puede mejorar la salud, y la falta de sueño puede tener efectos perjudiciales. Todos hemos visto informes que muestran que no dormir lo suficiente puede conducir a problemas de salud a corto plazo (estrés, problemas psicosociales) y a largo plazo (enfermedades cardiovasculares, cáncer). Sabemos que las etapas más profundas del sueño es cuando el cerebro 'saca la basura' ya que el cerebro y el intestino se comunican entre sí. El sueño de calidad afecta muchas otras facetas de la salud humana".
El área de investigación de Tartar se centra en los mecanismos y las consecuencias del estrés agudo y crónico en los humanos y el impacto del sueño normal y la privación del sueño en el procesamiento de las emociones y el funcionamiento fisiológico.
Entonces, ¿qué determina el microbioma intestinal de alguien? Según Robert Smith, profesor asociado y científico investigador de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanografía Halmos de la Universidad Nova Southeastern (NSU), que también es miembro del equipo de investigación, hay un par de factores que entran en juego.
Una es la genética: algunas personas están predispuestas a nivel genético a tener un microbioma intestinal más diverso que sus amigos y vecinos. Otro factor son las drogas: ciertos medicamentos, incluidos los antibióticos, pueden tener un impacto en la diversidad de su microbioma intestinal. También dijo que su dieta también juega un factor.
Smith señala que su equipo, en el que participaron también colegas de Middle Tennessee State University, examinó la asociación entre el sueño, el sistema inmunitario y las medidas de cognición y emoción. Así, señala que comprender cómo funcionan estas partes de la fisiología humana puede conducir a una mejor comprensión de la "comunicación bidireccional" entre la persona y su microbioma intestinal, y podría conducir a nuevas estrategias de intervención del sueño.
"Los resultados preliminares son prometedores, pero aún hay más por aprender --admite Smith--. Pero eventualmente las personas pueden tomar medidas para manipular su microbioma intestinal a fin de ayudarles a dormir bien".