VALENCIA. Diversos miembros de Podemos han convocado a las 12 del mediodía de este sábado una protesta delante de La Morada, la sede de la formación, para protestar contra las "prácticas clientelares e irregulares que se dan en los diferentes procesos internos de contratación de la formación política". Además de exigir que se anulen los últimos procedimientos selectivos que el partido ha efectuado, también piden la dimisión "en bloque" del actual Consejo de Coordinación valenciano y de su secretario general, Antonio Montiel.
El desencadenante de esta concentración se remonta al pasado mes de noviembre, cuando en los presupuestos para el próximo año, se reserva una partida dentro del Consejo Ciudadano Valenciano (CCV) -órgano ejecutivo de la Comunitat- para contratar personal en distintos departamentos. Unos días después, el partido lanzaba una convocatoria para ocupar nueve plazas en diferentes áreas, entre ellas: Formación, Municipalismo, Cultura, Organización, Medio rural y Participación. Con estas, cubrirían el déficit de personal que tiene la estructura interna de Podemos dentro de los límites económicos que tiene la formación.
Esta corriente de críticos -entre los que se encuentran personas que trabajaron con Podemos en la campaña electoral y ahora no, y también gente que no ha resultado seleccionada después de las pruebas- cuestiona la "premura" con la que fue organizada la convocatoria. "El aviso fue publicado un miércoles y el plazo se cerró un viernes" señala Toni Martínez, ex secretario general de Podemos en Simat de la Valldigna -municipio en el que más personas se han adherido, 25- y uno de los firmantes de apoyo a la concentración.
De entre todos los acontecimientos que se denuncian, los 89 firmantes subrayan como una "irregularidad muy llamativa" que para los puestos de Organización se les convocó a una entrevista personal y llegado el momento se "encontraron con un examen que nadie había anunciado y sin conocer el temario sobre el que podrían basarse".
Si bien en el comunicado queda reflejado que las tres preguntas que los examinados debían responder para optar a estas dos plazas se apoyaban en un documento "creado recientemente" con lo que se habría contado "con poco tiempo para estudiarlo", fuentes del Consejo de Coordinación Valenciano apuntaban a Valencia Plaza que las cuestiones versaban sobre aspectos clave que una "persona que ocupa un puesto en la secretaría de organización debe conocer, como por ejemplo los estatutos del partido".
Estas mismas fuentes indican que se "barajó realizar una prueba oral sobre este temario y no escrita" como finalmente se desarrolló. Sin embargo, "para evitar privilegios de que el primero que entrase a examinarse estuviera en desventaja respecto a los últimos en hacerlo, se optó por realizar una prueba manuscrita".
Esto es que, para sortear que quien entrase el primero a realizar oralmente el cuestionario no supiese responder las preguntas, pero los siguientes en la lista sí al demandar por los interrogantes que le habrían realizado a quienes ya se hubiesen examinado -de manera que dispusieran del tiempo suficiente para prepararse las respuestas-, se inclinó por realizar "la prueba más justa: que todos se encontraran las mismas preguntas, con el mismo tiempo y en las mismas condiciones".
No obstante, algunos firmantes insisten en que el proceso de selección ha sido "oscuro y poco transparente" ya que algunos aspirantes recibieron una llamada para que acudieran a la entrevista por haber superado la prueba teórica y días después se les llamó "para decirles que había sido un error, que se confundieron y que finalmente no fueran".
También denuncian que las dos personas que consiguieron el puesto en el área de Organización -Noelia Olivares y Delfina Zuriaga- son "personas de confianza de la actual responsable de Organización, Sonia Salvador. Pero no sólo cuestionan a estas dos miembros, también vierten sombras sobre la contratación del yerno de la responsable del área de Cultura para ocupar la vacante de esa misma área.
Unas acusaciones que colisionan con los factores con los que contó el procedimiento para garantizar que estuviera limpio de favoritismos. Las comisiones de selección se abrieron a todos los secretarios generales de los municipios valencianos que, como observadores, emitirán sus correspondientes informes valorando cómo fueron los procesos. De esta manera, cada prueba estuvo "vigilada" para evitar cualquier sombra de "irregularidad o falta de transparencia" por una persona del Consejo de Coordinación, otra del CCV y del área correspondiente a examinar, y un secretario general municipal.
La lista de firmantes, además de incluir erratas con nombres de personas que pertenecen a otras formaciones políticas que desconocen de qué trata esta maniobra, no incluye a nadie del sector crítico con Montiel en Les Corts, que aseguraron a este diario conocer la corriente pero ignorar que finalmente se hubiese "llegado más lejos" hasta llegar a presentar denuncia ante la comisión de garantías. Sí cuentan con el respaldo de algunos cargos destacados como la secretaria general de Villanueva de Castellón y miembro del CCV, Esperanza Sanz, el secretario general de Podemos Picassent, Rafa Aguado o el ex miembro de la secretaria de organización autonómica, Luis González.
Otras fuentes del Consejo de Coordinación señalan que algunas de las personas que apoyan esta concentración "no protestaron cuando en anteriores ocasiones sí se les contrató para períodos electorales que requirieron mayor premura en la gestión y menor transparencia que en este caso, como ocurrió con Toni Martínez", quien presentó en junio una denuncia contra Àngela Ballester por un presunto caso de manipulación de los censos en las primarias, una causa que finalmente fue archivada.