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se estrena este viernes en la filmoteca

'The Invocation of Enver Simaku': Una de terror rodada en Albania con Ferran Gadea poseído 

25/04/2019 - 

VALÈNCIA. No solo de l’Albufera vive el cine valenciano. Los platós del audiovisual patrio se están quedando cortos para nuestros creadores, o al menos para el debutante Marco Lledó Escartín, que presenta este viernes en la Filmoteca precisamente su ópera prima, The invocation of Enver Simaku, un film que tiene varios nichos de mercado: es la primera película valenciana rodada en Albania (ojo) y se enmarca dentro del género de terror con una historia de posesiones y fantasmas en las que el único actor conocido por el público de aquí será Ferran Gadea, en el papel de poseído.

Más allá de lo anecdótico, la cinta de Lledó Escartín pasó el corte de haber sido vista en la sección Noves Visions del Festival de Sitges del 2018, despertando el interés de algunos medios nacionales. Esta semana, los cines albaneses y españoles han coordinado su estreno, aunque despertando diferentes expectativas: si en Albania fue recibida por autoridades y salas abarrotadas, aquí se tendrá que conformar con ser proyectada en cines seleccionados, aunque la premiere será este viernes en la Filmoteca de València.

La cinta cuenta la historia de Julien, un periodista que vuelve a Albania dos décadas después del asesinato de su pareja Ángela en un brote de caos colectivo. Su objetivo es averiguar el origen de ese arrebato, abierto a que suceda lo paranormal, a conocer la historia del ser kukuth y de las personas que fueron poseídas por él.

Centrándose en el contenido, la historia de The invocation of Enver Simaku tiene la suerte y la desgracia de pertenecer al género de terror, que ahora se reivindica desde más allá de la trinchera Blumhouse (ya suena algo tópico que la gente diga que el mejor cine que se hace es de animación o de terror). Por una parte, este género ha evolucionado a nivel técnico, narrativo y audiovisual de una manera brutal, haciendo desaparecer prácticamente por completo la conocida como Serie B o incluso Serie Z. Antes no se elegía, ahora -pasa con la saga Sharknado- casi siempre que sucede es porque se busca. Por otra parte, esta evolución del género ha venido ligada a una mayor exigencia narrativa: ya ni siquiera los slasher pueden ser planos, además de tener que mantener la tensión, la credibilidad de los personajes y un guion con la profundidad que se le presupone.

The invocation of Enver Simaku es una cinta de terror que se ve realmente profesional a nivel actoral y visual (especialmente llamativa es la combinación de los formatos falso documental/ficción narrada/found footage), construyendo una propuesta sin duda interesante de ver, pero que no llega a esa segunda parte: la de singularizarse como película de terror acorde o superior a las exigencias del género actuales. La tensión de la historia se pierde a veces, pasando del miedo al thriller, del horror a la investigación procedimental; también se puede acabar esperando más del telón de fondo de la historia: un caso paranormal de posesiones diabólicas en la Albania del post-comunismo, muy influenciada además por la propia historia personal del director, cuyo padre -afiliado al Partido Comunista durante la Transición- viajó al país del que guarda intensos recuerdos.

La película valenciana que arrasará en Albania

En Albania se pueden contar los rodajes con una mano, y se restan dedos si además buscamos producciones del tamaño de The invocation of Enver Simaku, que a pesar de no haber encontrado una relevancia muy destacada en una cartelera española, que esta semana será invadida por los superhéroes (aunque hace tiempo de esa invasión casi crónica, perpetua). 

Lledó Escartín, durante el preestreno de la cinta en Albania. Foto: CON UN PACK

La premiere en Albania fue todo un acontecimiento -embajadores incluídos- en la que también se contó con los protagonistas del film, grandes conocidos del audiovisual de allí y que forman parte del elenco a las órdenes de Lledó Escartín. Si los realizadores valencianos se afanan en contar historias de aquí que puedan ser empatizadas universalmente, ¿por qué no intentar lo contrario: una historia internacional que pueda ser pedagógica aquí? The invocation of Enver Simaku no dibuja un mal camino para el realizador alicantino, que si persevera, puede acabar siendo una voz relevante en el género en los próximos años. La voz propia y el atrevimiento ya lo tiene, solo falta la incontrolable y relativa suerte y el acierto total.

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