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alternativas de inversión

Tarde o temprano habrá que pagar por los depósitos bancarios, ¿qué hacer entonces?

Han empezado con las empresas y el salto a los particulares parece sólo cuestión de tiempo, de forma directa o indirecta, vía comisiones en la cuenta del depósito y las alternativas las trae la fintech valenciana Colectual

11/10/2019 - 

VALÈNCIA. Tras las últimas decisiones del Banco Central Europeo (BCE) adoptadas el pasado mes de septiembre, comienza a ser una realidad el hecho de los bancos cobren a los clientes por sus depósitos (lo nunca visto). Han empezado a cobrar ya a las empresas por sus depósitos, "el salto a los particulares parece sólo cuestión de tiempo, de forma directa o indirecta, vía comisiones en la cuenta del depósito", apunta Pedro Gómez, presidente de Colectual, plataforma de financiación participativa a pymes, registrada en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

La razón es que el escenario de tipos bajos se prevé largo en el tiempo y los bancos andan necesitados de resultados. Si las entidades no pueden gestionar intereses, hay que cobrar comisiones. "Un escenario de tipos bajos a largo plazo es una magnífica noticia si tienes una hipoteca, pero es un pésimo escenario si tienes unos ahorros de los que esperas obtener una rentabilidad", apunta Gómez.

Ante esta situación de tipos muy bajos o negativos, y la perspectiva de que perduren en el tiempo, José María Ferrer, director general de Colectual, recomienda replantear la estrategia de ahorro e inversión. “Si queremos tener rentabilidad, no hay más remedio que asumir algunos riesgos. Se han acabado los tiempos en los que se podía aspirar a ganar dejando los ahorros en el banco”. En este sentido, apunta a la moderación: “hay que ser moderado en las expectativas de rentabilidad. Si el riesgo de la inversión es bajo, ganar a la inflación con un 2 o un 3% es una excelente rentabilidad. Si la aspiración es superar el 10%, confío que tenga un robusto corazón capaz de aguantar sustos”.

Otro consejo es desconfiar de las ofertas donde se garantizan rentabilidades elevadas. “Los compromisos no son garantías. Se pueden ir cumpliendo mientras se quiera, pero como vengan mal dadas, seguro que se incumplirán. Si además tiene que reclamar en otro país (sea o no de la UE), lo más probable es que las supuestas garantías acaben siendo ineficaces y sea inútil reclamar”.


Además, Ferrer subraya la importancia de invertir a plazos cortos.  “En tiempos económicamente inciertos, es preferible hacer cuatro inversiones a 90 días, donde rápidamente se recupera lo invertido y se puede volver a invertir en un nuevo proyecto (igual o distinto), que apostar todo a una sola inversión a largo plazo, con rentabilidad nominal superior”. Por último, recomienda diversificar las inversiones.

Y, ¿dónde poner los ahorros? Para Pedro Gómez, “es necesario explorar prudentemente nuevos activos donde invertir: uno de esos activos son las inversiones alternativas como el 'crowdlending' o préstamos participativos. Eso sí, a través de plataformas que estén autorizadas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)”. Unos activos que se han abierto en los últimos tiempos al público en general, en los que hasta ahora sólo podían invertir inversores institucionales (bancos, fondos de inversión…). Cuentan con unas rentabilidades atractivas, entre el 2 y el 6%, con riesgo bajo o moderado y con unos plazos de reembolso muy cortos: Desde sólo 30 días, puede ajustar el plazo de su inversión, recuperar con rapidez su dinero y ser libre de volver a hacerlo o cambiar de activo.

Activos alternativos

Además, estos activos alternativos cuentan con máxima diversificación. Dependiendo de plataformas, algunas ofrecen poder invertir desde 100 euros en la participar conjunta de un préstamo a proyectos empresariales con cara y ojos, lo que le permite diversificar una inversión en varias pymes de diferentes sectores que previamente han sido analizadas como sucede en el caso de Colectual.

Por último, Pedro Gómez recuerda que "los préstamos a pymes son un activo con bajo riesgo. Pero es riesgo, aunque mitigado por la selección que debe realizar las plataformas de financiación participativa y las eventuales garantías que pueden incorporar las operaciones, así como por la diversificación de las inversiones que realice el inversor”.

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