VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad no ha realizado en los últimos días ni un solo análisis de los 500 semanales que el Ministerio de Sanidad le pide que realice para vigilar la expansión de las nuevas variantes del coronavirus, particularmente de la británica.
Hasta el momento, en la Comunitat Valenciana solo se han secuenciado entre 30 y 40 muestras, de las cuales 25 han dado positivo en la variante británica. Sin embargo, el pasado 22 de enero entró en vigor un nuevo protocolo nacional de integración de laboratorios para controlar esas variantes, unas instrucciones que obligan a las comunidades a incrementar notablemente el número de pruebas que venían realizando.
Según el mismo, la Comunitat debería analizar alrededor de medio millar de muestras semanales, pero desde que rige este protocolo la Conselleria de Sanidad no ha remitido ninguna muestra al laboratorio.
Así lo reconoce a Valencia Plaza un portavoz de la Conselleria de Sanidad preguntado por el balance de muestras analizadas en los primeros días de vigencia del nuevo protocolo nacional de vigilancia. Según esta fuente, la Comunitat Valenciana "se está preparando para dar una respuesta eficiente" a la secuenciación genética del virus de "manera regular y con un número de muestras cada vez mayor".
Esta reacción de la Conselleria de Sanitat al llamamiento tanto del Ministerio como de la Comisión Europea para incrementar el control sobre la circulación de una variante considerada más contagiosa, más grave y hasta 2,7 veces más letal contrasta con el incremento de la actividad analítica que han adoptado otras regiones para vigilar su expansión.
Es el caso, por ejemplo, del País Vasco, que en los primeros días de incremento del rastreo analiza ya en torno a un 20% de los casos que se detectan y lo incrementará en un 30 ó 40% en las próximas semanas. Este mismo miércoles, Galicia confirmó 14 casos de la variante británica y otros 200 sospechosos, mientras que en Castilla y León el 14% de los casos ya son de la variante británica.
Para esta primera fase de incremento de la vigilancia de la variante que está causando estragos en Reino Unido por su elevada contagiosidad, el Ministerio de Sanidad ha determinado que lo óptimo sería secuenciar genéticamente entre el 1% y el 2% de los casos positivos. En el caso de la Comunitat, atendiendo a su incidencia acumulada, ello supondría analizar semanalmente una muestra de entre 253 y 505 muestras.
Con todo, el umbral fijado por el Ministerio de Sanidad está muy por debajo del considerado óptimo por la Comisión Europea, que es del 10% del total de casos positivos.
En relación a la circulación en la Comunitat de la variante británica, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, manifestó este martes que el porcentaje que puede haber es "mínimo, residual" y que no está influyendo en las cifras de contagio que reporta la Conselleria de Sanidad. Además, Barceló aseguró que nadie ha indicado a la Comunitat la necesidad de destinar más personal a esa tarea, pero lo incorporaría "si fuera necesario".
Previamente, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, aseguró que los epidemiólogos han constatado que la presencia de la cepa británica es "bastante escasa" a pesar de que la Comunitat Valenciana tiene una relación "muy importante" con el Reino Unido.
Por el contrario, comunidades como Galicia ya han confirmado 14 casos de estudia otros 200 casos sospechosos de ser de alguna de las variantes conocidas.
Para detectar la variante concreta del virus, es necesario realizar la secuenciación completa del genoma del virus, una técnica más compleja y costosa que las pruebas diagnósticas mediante PCR o test de antígenos.
En la Comunitat Valenciana estos análisis genómicos son realizados por la Unidad Mixta en Infección y Salud Pública de la Universitat de València y el grupo de investigación en Epidemiología Molecular de la Fundación Fisabio, ambos liderados por el catedrático de genética Fernando González Candelas.
La secuenciación genómica les lleva alrededor de dos semanas y la limitada disponibilidad de medios y personal en este laboratorio apenas permite analizar unas decenas de muestras de forma simultánea.
En su última actualización de del riesgo de las viariantes del coronavirus para alertar de las consecuencias de la rápida expansión de la cepa británica en España, el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) constata su presencia en varias comunidades autónomas, donde además se ha producido transmisión secundaria.
Según su director, Fernando Simón, la variante británica del coronavirus puede se predominante en España a finales de febrero o principios de marzo.
En algunas comunidades, la incidencia de la variante aumenta de forma muy rápida. Ello, unido al mayor riesgo de transmisión, "podría ocasionar un mayor número de ingresos en proporción con el aumento de la incidencia".
"Las personas infectadas por esta variante parecen tener mayor riesgo de padecer una enfermedad más grave", advierte el CCAES, quien sin embargo sostiene que la variante británica "no afecta, en principio, a la efectividad de la inmunidad natural o la inducida por las vacunas".