VALÈNCIA. La Conselleria de Sanidad cree que la incidencia de la variante británica del coronavirus es muy limitada en la Comunitat Valenciana, ya que solamente el 1% de las pruebas que se realizan presentan modificaciones genéticas compatibles con esa variante.
Para detectar la variante concreta del virus, es necesario aplicar técnicas más complejas y costosas que las pruebas diagnósticas mediante PCR o test de antígenos, que únicamente indica la presencia del virus.
Esa técnica avanzada para indagar la variante a la que pertenece el virus requiere la secuenciación completa de su genoma. Según explica a Valencia Plaza una investigadora del laboratorio valenciano Epidisease, solo con la secuenciación de todas y cada una de las 30.000 letras del código genético del virus se puede determinar si hay o no variaciones en el genoma. De ese modo es posible determinar si el coronavirus de ese paciente corresponde a una cepa ya existente o a una nueva que se haya generado por mutaciones durante la replicación del virus dentro de las células que infecta, como la variante británica.
Estos análisis genómicos son realizados en la Comunitat por la Unidad Mixta en Infección y Salud Pública de la Universitat de València y el grupo de investigación en Epidemiología Molecular de la Fundación Fisabio, ambos liderados por el catedrático de genética Fernando González Candelas.
Preguntadas por incidencia en la Comunitat de la nueva variante británica, considerada más contagiosa que la prevalente hasta ahora, fuentes de la Conselleria de Sanidad consultadas por este periódico indican que estaría alrededor del 1%. Sin embargo, estas fuentes no concreta cuántas pruebas se han realizado para detectar esta variante, con lo que el bajo porcentaje puede deberse a que se secuencian pocos casos o a que esa cepa es poco prevalente en la Comunitat.
Según aclara a Valencia Plaza el genetista Fernando González Candelas, ese 1% corresponde al porcentaje de pruebas sobre los que el laboratorio de microbiología tiene alguna sospecha que deba ser confirmada posteriormente mediante la secuenciación completa del genoma del virus.
Las pruebas diagnósticas mediante PCR emplean tres genes que varían en función del kit que se emplee, ya que hay varios fabricantes. La sospecha de presencia de la variante inglesa surge concretamente cuando se produce un fallo en uno de esos test por ausencia de uno de los tres genes que comprueba ese kit, mientras los otros dos resultan positivos.
Cuando se produce este resultado combinado de un fallo y dos positivos en una prueba, se realiza una selección de muestras a secuenciar que se remite la Unidad Mixta en Infección y Salud Pública de la UV y Fisabio para la secuenciación completa del genoma del virus.
Según explica su responsable, hasta la semana pasada se les habían remitido para su análisis una selección de entre 30 y 40 muestras fallidas a secuenciar.
La secuenciación genómica de estas muestras requiere alrededor de dos semanas de trabajo en el laboratorio, un ritmo que viene condicionado por la limitada disponibilidad de medios y personal, destaca González Candelas. Esta realidad contrasta con la de Reino Unido, con capacidad para analizar todo el genoma de miles de muestras en unos pocos días.
Por otro lado, el Ministerio de Sanidad ha confirmado la existencia de 195 casos de la cepa británica del coronavirus en España, mientras otros 161 están todavía en investigación, según los datos recopilados hasta el lunes por parte del Ministerio. En su última rueda de prensa como ministro de Sanidad, Salvador Illa ha llamado a las administraciones sanitarias a "seguir con atención" la "evolución" del impacto de esta cepa en España.
Según Illa, en estos momentos la nueva variante es responsable "claramente por debajo de un 5% de los casos". En cualquier caso, ha advertido de que en unas "seis u ocho semanas" otros países han pasado a tener una "prevalencia dominante" de esta cepa, que aparentemente es más contagiosa, según informa Europa Press.
Este lunes, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, vaticinó que "en cuatro, cinco o seis semanas sea la cepa dominante". "Tenemos que ver a qué velocidad evoluciona. Pero es muy posible que para marzo sea la mayoritaria", detalló en una rueda de prensa semanas después de haber defendido que la presencia de esta variante en España en residual.
En cualquier caso, tal y como ya hizo a la vuelta de las vacaciones de Navidad, Simón rechazó que la mayor transmisibilidad de esta variante fuera la responsable de la gran parte de los contagios en las fiestas navideñas, sino la mayor movilidad y el relajamiento del compromiso de los ciudadanos con las medidas de control contra el coronavirus. "Tiene un peso relativamente pequeño hasta este momento en la evolución de la pandemia", argumentó.
Sobre la mayor mortalidad asociada a la cepa británica reportada el viernes por el primer ministro británico, Boris Johnson, Fernando Simón indicó que "las evidencias científicas no son todavía suficientemente sólidas para valorarlo". Con todo, el Gobierno aprobó este martes una tercera prórroga del acuerdo que limita los vuelos directos y buques de pasaje entre Reino Unido y España, vigente desde el pasado 22 de diciembre.
Por su parte, la Conselleria de Salud de la Generalitat de Cataluña ya ha reconocido la transmisión comunitaria de la variante británica del Covid-19 en Cataluña. Esto es, que los casos no son importados sino que la infección se produce entre personas de la misma región.