Reflexiones para el Orgullo 2020, por Arturo Sebastià

CASTELLÓ. Qué difícil es llevar tacones sin que parezcas un pato con tres mojitos de más. Llevarlos sacando toda tu elegancia interior y no morir en el intento es digno de prueba olímpica. El drag es una carrera de obstáculos en la que has de tener mil ojos para todo: maquillaje, "outfit", peluca, zapatos... Así me sentí yo al experimentar dicha sensación. Y ojo, la experimenté en menor medida que una drag-queen profesional (que eso ya es palabra mayor). Pero aún así, me puse "en sus tacones". 

Soy actor y en dos ocasiones he tenido la suerte de interpretar personajes cuya trayectoria profesional discurría en ese mundo. Un mundo de esplendor, marabú y color que despliega su magia sobre el escenario pero que, aún hoy, hay quien lo mira por encima del hombro. 

Burjassot, una noche de agosto de 2018. Ese verano trabajo con una compañía de espectáculos que representamos nuestra revista musical en un macro-escenario al aire libre, en una plaza del pueblo abarrotada de gente. En dicho espectáculo, otro actor y yo interpretamos a dos alocadas drags cuyas peripecias arrancaban las risas del público. Estando en el escenario, en mitad de la escena, alguien del público grita "Maricones". Nosotros lo oímos pero lo ignoramos. Lógicamente, estamos trabajando, seguimos a lo nuestro. Pero el o los energúmenos de turno siguen gritando "Maricones". Ni mi compañero ni yo pensábamos hacer caso a tal situación, por lo que respiramos hondo y seguimos con lo nuestro. Pero este es el quid de la cuestión. Me tengo que ver obligado a respirar hondo y seguir. ¿Por qué? ¿Por qué tengo que tener miedo de este tipo de situaciones? Y más importante, ¿por qué se originan esas situaciones? Quiero creer que ese tipo de problemas provienen de la educación, desde luego. Del tipo de educación recibida por cada uno. También creo que ese tipo de reacciones provienen del miedo. Del miedo a lo diferente, a lo fuera de la común. ¿Por qué es necesario tener que respirar hondo antes de salir a la calle vistiendo de tal o cual manera? Siempre con ese demonio detrás de la oreja que dice "se van a reír de ti". ¿Por qué he de seguir armándome de valor cada vez que doy la cara de una forma "diferente" al resto del mundo?

Ojalá tener las respuestas a todo eso. Ojalá tener las armas para combatir esos miedos y prejuicios. Lo que si está claro es que tengo, tú tienes y todos tenemos gente a nuestra alrededor que nos ayuda a pelear. 

En el mundo del teatro, que es de donde yo vengo, existe esa clase de "familia". La familia que tú eliges. El mundo del artisteo también ha sido un colectivo rechazado por la sociedad y que, al contrario de lo que han hecho, con ellos, no han cerrado sus brazos a nadie. Una profesión que muchos han vilipendiado y etiquetado como "de putas y maricones". Y a mucha honra. Porque ha sido esa misma gente la que ha amenizado muchos momentos de nuestra vida y han dado color y esperanza a nuestros días. Gente que no para de inventar historias para que tú te sientas inspirado y encuentres tu auténtico yo, como dijo en su día el gran Javi Calvo. Desde los escenarios y desde el mundo de la cultura en general estamos dispuestos a seguir adelante para ayudar a construir un mundo mejor y para que nadie se sienta solo. 

Arturo Sebastiá Vidal. Actor y protagonista de la webserie 'La vida es drag'.