VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, logró este domingo voltear los resultados acaecidos en el proceso federal y vencer así en las primarias por la Secretaría General del PSPV que le enfrentaban al alcalde de Burjassot, Rafa García, quien llegaba a la cita con vitola de candidato próximo a Pedro Sánchez y a José Luis Ábalos, secretario de Organización del PSOE.
Así, y aunque los pronósticos apuntaban a la victoria del jefe del Consell, lo cierto es que no existía completa tranquilidad en el entorno del presidente, puesto que resultaba complicado analizar el empuje del que disponía la candidatura de García, sobre todo después de la 'ola sanchista' en las anteriores primarias. Finalmente, el reelegido secretario general obtuvo un 56,7% de los apoyos por el 42,3% firmado por su oponente.
El análisis del resultado que se hacía este domingo desde las dos orillas era bien distinto. Desde la órbita de Puig, la victoria cosechada este domingo refuerza al presidente de la Generalitat ya no solo en el ámbito orgánico, sino también en el institucional. En esta línea, consideran que Puig respaldó a Susana Díaz en el proceso federal y la andaluza consiguió el 28% de los votos, 4.426 sufragios, mientras que el jefe del Consell logró este domingo 7.447 papeletas, tres mil más. Es decir, para el entorno del reelegido líder la militancia ha evidenciado con claridad que respalda a Puig para que continúe con el "proyecto único" para Generalitat y partido pese a que muchos de ellos no compartieran el apoyo que prestó a la andaluza.
Además, consideran que las bases han comprendido que la candidatura de García venía respaldada por Ferraz con el objetivo de generar una bicefalia que, a su juicio, debilitaría a Puig también como presidente de la Generalitat. Una maniobra que han rechazado permitiendo así a Puig ganar en los que consideran un "pulso" planteado desde Madrid.
No comparten esta visión desde la candidatura de García, puesto que consideran un resultado "muy importante" el 42% de respaldo obtenido por el alcalde de Burjassot, sobre todo -puntualizan- si se tiene en cuenta la capacidad de fuego utilizada por Puig con el grueso de los altos cargos públicos del Consell de su parte. 14 puntos de diferencia entre ambos son pocos, así lo ven desde este sector, puesto que García era prácticamente un desconocido en provincias como Alicante y Castellón y se enfrentaba nada más y nada menos que al actual líder del PSPV y presidente de la Generalitat.
En cuanto a los resultados, el jefe del Consell consiguió vencer en las tres provincias, cumpliendo así su objetivo de atraer a cientos de militantes que se habían decantado en el proceso federal por Pedro Sánchez o por Patxi López. La participación, tal y como se esperaba, fue inferior a las anteriores primarias estatales, donde se alcanzó el 84%, mientras que este domingo el total de militantes que acudieron a las urnas fue del 71,9%.
En la provincia de Valencia, donde Puig viene atravesando mayores dificultades, consiguió 3.979 votos (54%) frente a los 3.317 sufragios (45%) logrados por García. Fue aquí donde en las primarias federales, Sánchez consiguió una victoria más contundente con 5.780 votos (67%) por los 2.208 (25%) que sacó Díaz. En el caso de este domingo, esta fue la menor diferencia porcentual registrada entre ambos.
En Alicante, el reelegido secretario general acumuló 2.397 votos (57%) por los 1.755 (41%) de García. Echando la vista atrás, Sánchez se hizo con 2.828 papeletas (55%) por las 1.722 (34%) de Díaz. En lo que se refiere a Castellón, Puig recuperó con autoridad el control en su provincia con 1.071 votos (68%) frente a los 485 (30%) de García, un resultado similar que el que consiguió Sánchez a la inversa: 1.128 votos por los 496 que logró Díaz.
Todo ello para un total de 7.447 sufragios (56,7%) para Puig por 5.557 (42,3%) de García. En el anterior proceso, Sánchez aglutinó 9.736 votos, por 4.426 de Díaz y 1.348 de López. De esta manera, el presidente de la Generalitat se ha situado muy cerca de la cifra de 7.700 papeletas que, tal y como analizó Valencia Plaza, garantizaba la victoria. El descenso de la participación, el respaldo del grueso de los 'patxistas', la abstención de 'sanchistas' que en esta ocasión no se han movilizado y los cerca de 1.700 votos recogidos por Puig de militantes que apoyaron al madrileño en mayo, han permitido al presidente de la Generalitat ser reelegido en su puesto.