Foto: EFEVALÈNCIA. (EP) El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha considerado "acertado" el operativo a nivel de cooperación, medios y actuaciones en el incendio de Llutxent (Valencia) que calcinó 3.000 hectáreas a principios del mes de agosto, aunque "siempre se puede mejorar", y ha avanzado que el próximo martes el pleno del Consell aprobará ayudas para paliar los daños cuya cuantía "llegará a la cantidad necesaria".
Así se ha pronunciado Puig en su comparecencia en la Diputación Permanente de Les Corts para dar cuenta de la gestión del incendio de Llutxent, solicitada por el PP, una intervención que ha dividido en tres partes para referirse en primer lugar al operativo de lucha contra el fuego, las actuaciones post-incendio y la política de prevención.
Tras destacar el trabajo, como han hecho todos los grupos, de los profesionales que participaron en este operativo, el presidente ha subrayado que todos los incendios son un "episodio trágico" para la sociedad. Este, en concreto, originado por un rayo, obligó a evacuar a 3.000 personas, una decisión "siempre difícil pero que se ha demostrado decisivamente acertada", logrando que no haya habido que lamentar víctimas.
Ha defendido que se movilizaron y desde el primer momento se puso en marcha un operativo de respuesta inmediata para desplazar todos los medios necesarios en un tiempo "récord", aunque un giro de viento brusco y 38 grados dejaban "fuera de capacidad la extinción del incendio", que tenía un potencial "enorme" ante la situación atmosférica y suponía una "limitada capacidad de extinción".
Puig ha señalado, tras relatar las actuaciones en orden cronológico y detallar los efectivos movilizados, que "no existen fórmulas mágicas para luchar contra el fuego" pero se ha progresado "mucho" a la hora de responder a las emergencias y en el objetivo de conseguir la resiliencia, es decir, la superación y reparación después de un fuego.
"Ha sido un incendio muy complicado en un momento en que había 11 incendios simultáneos en la provincia de Valencia y que hemos podido minimizar al máximo en sus efectos gracias a una actuación global, precisa y con todos los recursos necesarios coordinados", ha insistido, asegurando que si no se hubiera adoptado la estrategia que se adoptó podrían haberse calcinado más de 20.000 hectáreas.
Tras la extinción, ahora hay que dar respuesta a las consecuencias, ha señalado, y los municipios y afectados tienen su palabra de que van a estar "a la altura" porque el objetivo es que el incendio "no deje una herida permanente en el territorio afectado y que se vuelva a la mayor normalidad previa posible".
Ha recordado que el Gobierno central ya ha dispuesto una ayuda de 750.000 euros para restablecer la superficie quemada", en una reacción "casi automática" y la CHJ destinará 650.000 euros a reparar daños en el dominio público hidráulico, actuaciones que comenzarán en un mes.
La Generalitat, por su parte, ha movilizado 500.000 euros para que el próximo lunes comiencen los trabajos en las zonas urbanas afectadas y realizará acciones urgentes de reparación forestal por importe de dos millones para recuperar el suelo y evitar la erosión, solucionar problemas en accesos y prevenir inundaciones.
Asimismo, se comenzará a evaluar el grado de afección de las viviendas en colaboración con el Ayuntamiento de Gandia y la Conselleria de Vivienda. Y el próximo martes se aprobarán ayudas, para las que los municipios tendrán que estimar los daños en bienes públicos y en las que se dará cobertura a los daños muebles e inmuebles de particulares que no estén cubiertos por el sistema de seguros. Habrá 45 días de plazo para cuantificar esos daños.
Por último, respecto a la prevención Puig ha destacado que la política en este campo, "con insuficiencias, seguro", se ha desarrollado en los últimos tres años "como nunca antes" con un incremento presupuestario del 66% y con una nueva ordenación forestal, entre otras acciones. De hecho, ha anunciado que se impulsará la segunda convocatoria para contratar brigadistas forestales, que comenzará en septiembre.
"Estamos trabajando como nunca antes para minimizar el riesgo, pero desgraciadamente nunca existirá el riesgo cero. Precisamente por eso esta es una política prioritaria del Consell y lo será en el futuro", ha concluido.
El diputado del PP Luis Santamaría ha lamentado que Puig haya mostrado un nivel de autocrítica "propio de Kim Jong-un" y ha indicado que ya era hora de que "diera la cara" y explicaciones sobre una gestión del incendio que ha ido "de chapuza en chapuza". Además, ha indicado que el presidente "no es un buen referente a la hora de hablar de incendios" porque solo en 1994, cuando era jefe de gabinete del presidente Joan Lerma, se quemaron más hectáreas que en 20 años del PP.
Puig ha criticado estas acusaciones y ha aseverado que en un incendio "lo más importante es que no se pierdan vidas humanas" y ha indicado que el PP habla de un gran fracaso tras arder 3.000 hectáreas, preguntando "cómo tildar las 57.000 que se les quemaron" a ellos. "No se mide así, lo mide así porque es una política mezquina", ha indicado, y "demagogia barata y chusquera".
También la portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, ha criticado las políticas en prevención y extinción de incendios: "Son una auténtica irresponsabilidad y demuestran incapacidad de gestión". Mientras, desde Podemos Beatriz Gascó ha puesto el foco en la necesidad de un cuerpo único de bomberos para mejorar la eficiencia, Juan Ponce (Compromís) ha criticado la gestión que el PP realizó en este ámbito y el socialista Alfred Boix ha subrayado que lo único que no se hubiera podido recuperar es una pérdida humana "y eso se ha garantizado".
El 'president' ha defendido la ejecución presupuestaria en prevención de incendios, ante las críticas del PP al respecto, pero ha recordado que hay un millón de hectáreas forestales en la Comunitat y "el monte no es un jardín". Además, también ha apostado por buscar "fórmulas de compromiso" porque una parte de ese monte es privado, y para fomentar la corresponsabilidad con los propietarios de urbanizaciones situadas en los bosques.
También ha avanzado que el próximo viernes, 7 de septiembre, el Consell aprobará el decreto del Servicio de Bomberos Forestales, que reconocerá a este personal como trabajadores públicos de la Generalitat.
Además, ha señalado que se ha pactado con los sindicatos un aumento salarial de un 30%vinculado a la su mayor responsabilidad al pasar de brigadistas a bomberos forestales, algo para lo que están ultimado todos los trámites con el Gobierno.
Tras narrar las dificultades y complicaciones climatológicas que hubo para controlar y apagar el incendio, ha asegurado que "el operativo fue el acertado tanto en coordinación, como en disposición de medios, como en actuaciones en primera línea de fuego y en todos los frentes abiertos.
"No existen fórmulas mágicas para luchar contra el fuego, pero hemos progresado mucho a la hora de responder a las emergencias", ha defendido, y ha destacado que la potencialidad de la zona quemada en un incendio de estas características podría haber sido de más de 20.000 hectáreas quemadas.
