VALENCIA, (EFE). El president del Consell, Ximo Puig, ha asegurado que "en absoluto" se plantea remodelar en estos momentos el Ejecutivo valenciano, dado que "está funcionando" y "toda la arquitectura del gobierno está más engrasada", por lo que ahora se trata de ponerla "al máximo nivel de funcionamiento".
Así, ha destacado que el actual Consell lleva veinte meses "de convivencia, de estabilidad y de mirada suprapartidista", y ha reivindicado para la política española esa "vía valenciana" de poner por encima de todo el interés de las personas e intentar superar "rencillas partidistas". "El que no sepa gestionar bien la diversidad política en España no va a tener ningún tipo de capacidad de gobernar", señala Puig, quien defiende que las tres opciones políticas que dan sustento al Consell forman una "suma positiva" para llevar adelante un proyecto de progreso tras veinte años de gobierno del PP.
Para Puig "es muy importante que salga bien" este proyecto, más allá de las "cuotas partidistas" que cada opción quiera defender legítimamente en el futuro en su discurso ante los ciudadanos para las próximas elecciones autonómicas, en las que asegura que no pasarán "de socios de gobierno a estar enfrentados".
"No estoy en modo competitivo electoral, estoy en modo presidente para intentar avanzar en el progreso de la Comunitat, y ninguna de mis actuaciones está pensada en términos electorales", remarca Puig, quien destaca que su adversario político es el Partido Popular, aunque no por ello los populares son "enemigos".
Más allá de los resultados políticos partidistas, asegura que lo importante es que esta legislatura sea de estabilidad, de progreso, de resolución del problema de la financiación, de mejora de la convivencia y en la que, sobre todo, se inicie el camino "de un nuevo renacimiento".
El president considera que este proyecto tiene que desarrollarse en varias legislaturas, dada la herencia económica, social y reputacional que han dejado los Gobiernos del PP, si bien en su mandato como presidente se "autoimpone" una limitación de ocho años como máximo.
Sobre las críticas del PPCV al pacto del Botánico, declara que ese partido "tiene un problema muy grave, y es que los valencianos no han perdido la memoria" y saben que dejaron 43.000 millones de deuda, una hipoteca reputacional "enorme" por la corrupción y una gestión económica "catastrófica".
"Ahora se trata de reparar derechos, pero también de reconstruir económicamente la Comunitat", asevera Puig, quien resalta que "no hay atajos para la prosperidad", como el PP "hizo creer a muchos valencianos en un momento determinado".
Para Puig, el hecho de que Podemos haya hecho alguna crítica al Consell responde a que cada grupo tiene que "visibilizar su posición", pero considera que es "un socio leal", que de hecho ha aprobado los Presupuestos de la Generalitat y ha firmado la ampliación del pacto del Botánico.
Insiste en que el pacto de Gobierno lo forman tres opciones políticas que están de acuerdo en "una parte sustancial": que era necesario un cambio para la Comunitat, que incorporara valores fundamentales de honradez, de lealtad institucional y de defensa del valencianismo.
Una vez superada la primera fase del pacto de gobierno, centrada en la reparación de derechos, explica que ahora hay que poner el acento en el plano económico, para lo que este año se pondrá en marcha la Agencia de la Innovación, un plan de empleo de garantía juvenil o un proyecto para el retorno de jóvenes que han tenido que emigrar.