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el aumento presupuestario se consolida en las artes escénicas

¿Propósito de enmienda?: Las ayudas del IVC aprenden de la pandemia

26/02/2021 - 

VALÈNCIA. La pandemia ha sido soberana: las ayudas públicas a las industrias culturales son el parche que permite funcionar a sectores ultraprecarizados y expuestos. En 2020, el terremoto de pérdida de proyectos y cancelaciones de eventos hizo más necesario que nunca una política institucional comprometida, que en el caso del IVC, tuvo su cara y su cruz. La cara fue el plan Reactivem, un paquete de medidas con cuatro millones de euros de presupuesto, que sirvió para aumentar las partidas de subvenciones. La cruz fue algo circunstancial: en Cultura renovaron las bases de todas las convocatorias antes de la pandemia, pero estas tenían que pasar un proceso de votación y ratificación jurídica que retrasó, en el peor momento, más de tres meses su salida habitual.

La semana pasada se publicó en el DOGV las convocatorias de las líneas de ayuda a las artes escénicas. A diferencia de los cambios sustanciales del año pasado por la renovación de las bases, este año el contenido de estas no cambia considerablemente. Pero la cara y la cruz es un buen punto de partida para hablar de las novedades de este año en las ayudas. En el caso del plan Reactivem, el aumento de 300.000 euros (para pasar de los 4,7 millones de euros presupuestados hasta llegar a los 5 con la inyección extra) se mantiene, ahora sin el extra, desde la misma partida de presupuestos. Una dotación muy importante que, si se consolida en este presupuesto más allá de 2021, supondría un aumento notable para el teatro, la danza y el circo.

Dentro de las mismas modalidades hay pequeños cambios. Por ejemplo, formación, investigación y edición pasan de los 7.000 euros de máximo importe subvencionable, a los 7.500; creación de escritura escénica hace lo propio desde los 56.000 euros hasta los 68.000.

Foto: KIKE TABERNER

También de la cruz del año pasado ha aprendido el IVC: pocos años las ayudas se han publicado antes de empezar el mes de marzo. Un propósito de enmienda que es crucial para poder desarrollar los trabajos subvencionados a lo largo del año teniendo en cuenta con qué fondos se cuenta. El año pasado, las convocatorias salieron en julio y no se resolvieron hasta la segunda mitad de octubre, lo que suponía una diferencia de más de 15 meses desde la anterior resolución, siendo esta el último paso para la búsqueda de financiación para algunas compañías y el principio del funcionamiento creativo. El año pasado, cabe recordar, se retrasó -principalmente- porque por el informe del Consell Jurídic Consultiu, que advierte a Cultura de "falta de objetividad" en estas. Finalmente, tuvieron que entrar a talleres y volverlas a presentar.

De lo que no se sabe nada es de bianualidades, que están prevista por las nuevas bases pero que no se aplicaron el año pasado, y por ahora, tampoco en este. Esta novedad fue una de las que mayor entusiasmo despertó, pero la Conselleria ya anunció en 2020 que las circunstancias específicas no son las óptimas para llevarlas a cabo.

Si bien solo se han publicado las líneas relativas a las artes escénicas, este diario ha podido saber que el resto son inminentes. En el caso del sector audiovisual se espera que se vayan publicando a lo largo del mes de marzo. En el caso de la música, la ayuda a compra de instrumentos se publicará en unos días, aunque la de fomento musical (la más importante) se retrasará (hasta abril, como máximo) por la propia petición del sector ante la falta de plan para las giras y festivales, que tendrán que ajustarse a la evolución de la pandemia, y cuyo diseño tiene que verse reflejado en el proyecto que presentan.

En todo caso, un calendario más que favorable, y que cuya convocatoria llega solo seis y siete meses -respectivamente- después de la anterior. Una petición histórica de los diferentes sectores culturales, que este complicado ha sido escuchado por la Conselleria de Cultura.

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