El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la presentación del plan de choque sobre salud mental. Foto: GVA.VALÈNCIA. En el año de la pandemia la cifra de suicidios en la Comunitat Valenciana experimentó un ligero descenso, con 430 casos frente a los 445 de 2019. De hecho, hubo una disminución del 21% en el grupo de edad mayor de 60 años, con 101 muertos en 2020 y 128 en 2019. Sin embargo, en el caso de la población más joven los datos no mantienen esta tendencia: el año pasado se quitaron la vida 82 personas de entre 20 y 39 años, mientras que en 2019 fueron 52. En los menores de 19 la tasa se mantuvo, según los datos de la Generalitat.
Un escenario que preocupa al Gobierno valenciano, que ha tomado medidas de “acción inmediata” entre las que se encuentra la implementación de tres centros de día para niños y adolescentes, ya que en estos momentos no existen estos hospitales en la Comunitat. También planea la creación de tres equipos móviles de intervención comunitaria distribuidos en cada provincia, junto con la contratación de 69 profesionales.
“Ante la situación y la envergadura del problema, ponemos en marcha estas intervenciones a cargo del presupuesto de 2021”, detalló este miércoles el comisionado de el plan de acción para la salud mental, Rafael Tabarés, en la presentación de la iniciativa ante los medios de comunicación tras una reunión con el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, la vicepresidenta del Consell, Mònica Oltra y la consellera de Sanidad, Ana Barceló.
Estas acciones están englobadas dentro del Plan Ariadna, que cuenta con una inversión de casi 70 millones de euros para la asistencia en salud mental en los próximos cinco años: hasta 2027 se incorporarán 270 profesionales en una red de cinco equipos comunitarios (entre los que se encuentran los tres equipos móviles que se incorporarán en el corto plazo) y otros cinco para casos de complejidad. En este período de tiempo la Administración autonómica prevé, además, construir diez hospitales de día para menores conectados a la red sanitaria y educativa.
Asimismo, contempla un programa en el que se destinarán 13 millones de euros del presupuesto, coordinado junto con Labora, el servicio público de ocupación y formación autonómica, para la contratación de 450 jóvenes con enfermedades mentales graves con el objetivo de que puedan “echar una mano y complementarse con los equipos de salud mental infantojuvenil para sacar adelante a las personas que empiezan con un trastorno grave”, según explicó Tabarés.
Entre otras incorporaciones, el proyecto incluye la apertura de cuatro hogares-sala con atención residencial de media y larga estancia para niños y adolescentes. Además, una parte del presupuesto del proyecto estará destinada en ayudas a estudios sobre salud mental en las universidades valencianas y en la contratación de personal investigador.
Tabarés aseguró que en el último año han aumentado las autolesiones y las conductas suicidas en los centros educativos de la Comunitat Valenciana, de acuerdo con los datos de Inclusión Educativa. Es por este motivo que pondrán en marcha programas piloto en colegios e institutos enfocados en la prevención del suicidio y la concienciación sobre la importancia de la salud mental entre el alumnado, con vistas a su implementación definitiva en las líneas de enseñanza de todos los centros.
En este sentido, mencionó algunas de las actuaciones que realizarán, aunque todavía sin fecha prevista en el calendario, en colaboración con la Administración central y la Conselleria de Educación, como programas para la prevención de la depresión, de conductas suicidas y autolesiones y también para reforzar el manejo de las emociones en situaciones de estrés.
El comisionado de salud mental no descartó la pandemia como una de las causas del incremento de suicidios entre los jóvenes, pero no la señaló como único factor. En este aspecto, remarcó que la mitad de la población saldrá reforzada de la crisis de la covid, mientras que aseguró que un 25% se encuentran “en el borde del precipicio; en la cuerda floja”. Este porcentaje, según indicó, lo constituyen “grupos vulnerables” como mujeres, niños, adolescentes, niños con trastornos o personas drogodependientes, entre otras.
Al respecto, Puig recordó que en la primera conferencia de presidentes celebrada en marzo tras la expansión del virus ya expresó “la necesidad de que se abordara esta cuestión”, que calificó como una “preocupación extraordinaria como consecuencia de la covid”. Remarcó también la importancia de “superar la estigmatización que ha tenido la salud mental durante tanto tiempo”, por lo que anunció que en octubre tendrá lugar una convención ciudadana por la salud mental en la que participarán mayores de 15 años y especialistas.
