problemas estructurales de la formación 'morada'

Podem se enfrenta a la campaña desarticulado y en plena crisis de liderazgo

27/10/2019 - 

VALÈNCIA. Las próximas elecciones generales del 10 de noviembre no llegan en un momento especialmente bueno para Podemos en la Comunitat Valenciana. Pese a que los sondeos en términos estatales le dan una pérdida de escaños relativamente asumible, la problemática de la formación morada para articular una campaña en territorio valenciano es evidente, pese a los intentos de la cúpula estatal de volcarse en un territorio fundamental para sus intereses.

Las causas son diversas, aunque una de las principales es la pérdida de referentes dentro del partido que está conllevando una lógica crisis de liderazgo en Podem. En este sentido, cabe recordar que esta fuerza política tenía previsto afrontar en esta semanas una Asamblea Ciudadana (congreso) para diseñar la hoja de ruta del partido en los próximos años además de para renovar la cúpula del mismo.

Así, tal y como informó Valencia Plaza meses atrás, el actual secretario general de Podem, Antonio Estañ, no volverá a presentarse para liderar el partido en el siguiente proceso. El problema es que, con la repetición electoral, la asamblea prevista ha entrado en el congelador al igual que la intención de acometer una renovación interna y reformular los objetivos políticos.

Candidatura de Podem para las últimas elecciones de 2019. Foto: KIKE TABERNER

Ahora bien, la consecuencia de este aplazamiento no está siendo gratuito para Podem, dado que Estañ ha iniciado un progresivo distanciamiento de sus funciones como secretario general, espaciando cuando no limitando sus apariciones públicas y reduciendo su participación en los foros políticos externos e internos.

Un espacio que están ocupando otros dirigentes como la síndica en Les Corts, Naiara Davó, favorita a priori para la sucesión en el partido; el diputado Ferran Martínez o la parlamentaria Pilar Lima. No obstante, un abanico reducido si se compara con la pasada legislatura, especialmente en sus inicios, donde Podem reunía un grupo coral que, aunque en ocasiones con estridencias, gozaba de mayor proyección mediática y organizativa.

La síndica de Podem, Naiara Davó. Foto: KIKE TABERNER

Cabe recordar que algunos de los dirigentes que destacaron en el pasado mandato se encuentran fuera de la primera línea como es el caso del anterior líder y síndic, Antonio Montiel; la ex portavoz adjunta Fabiola Meco; el exdiputado David Torres (ahora director general de Desarrollo Rural por decisión de Compromís) o, anteriormente, la exparlamentaria Sandra Mínguez, quien fuera 'número dos' de la lista por Valencia en 2015.

Por otro lado, varios miembros destacados que fueron activos en la vida interna del partido se encuentran ahora imbuidos por la gestión, como el secretario autonómico de Vivienda, César Jiménez, la directora general de Coordinación Institucional de la Vicepresidencia Segunda, Àngela Ballester, o el propio conseller, Rubén Martínez Dalmau.

A esta situación hay que sumar que varios de estos nombres, algunos de ellos todavía dentro de la estructura de Podem, respaldaron en procesos internos pasados a Íñigo Errejón, quien para este proceso selló semanas atrás una alianza con Compromís para concurrir conjuntamente a estas elecciones generales.

Montiel, Errejón, Ballester y Estañ, juntos en un acto en 2016. Foto: EVA MÁÑEZ

Por si fuera poco, meses atrás también se produjo la dimisión del secretario general de València ciudad, Jaime Paulino, tras el mal resultado logrado en las elecciones municipales, donde Podemos no logró representación. Un puesto para el que todavía no se ha activado el proceso necesario para fijar un sustituto.

Una serie de factores que dificultan notablemente a la formación morada conseguir una posición organizativa cómoda tanto de cara a la campaña del 10N como para dotar de impulso al partido de cara a esta nueva legislatura.

Sin portavoz de Economía

A este desmembramiento se suman otras circunstancias que dejan a Unides Podem en una situación delicada, ya no solo a la hora de afrontar una campaña, sino también para enfrentarse con plena solvencia al inicio de la legislatura. 

Por una parte, la cartera de Vivienda que dirige Dalmau ha sufrido un recorte de en torno a 48 millones de euros por lo que el nivel de ejecución presupuestaria que alcanzará este departamento del Gobierno no será elevado -prácticamente son la totalidad de los fondos para alquiler social- y por lo tanto será complicado sacar pecho de los primeros meses de gestión. 

Por otra, Unides Podem se enfrenta al reto de analizar los Presupuestos de 2020 que presente el Botànic II para posteriormente presentar enmiendas -si es que lo hicieran- sin su portavoz de Economía y Hacienda. El diputado Ferran Martínez estará de baja por paternidad el próximo mes de diciembre, lo que reducirá numéricamente aún más un grupo parlamentario ya de por sí limitado. Una circunstancia que obligará a que los siete parlamentarios asuman mayor carga de trabajo. 

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