VALENCIA. Una simple coma puede hacer cambiar el sentido de una frase o de una ley y una palabra de más o de menos puede cambiar el destino de Caixa Ontinyent, al menos el de su cúpula, que no es poca cosa. Esa palabra es "independientes", que fue colocada con mucha intención en el articulado de la modificación de la Ley de Cajas de Ahorros valenciana de 2015, impulsada por el Gobierno de Alberto Fabra, y que podría desaparecer antes de fin de año, justo cuando están a punto de renovarse los órganos de gobierno de la única caja que queda en la Comunitat, Caixa Ontinyent.
Podemos ha presentado una enmienda a la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de 2017 en la que propone una nueva redacción del artículo 20.1 de la citada ley. La enmienda cuenta con el apoyo de Compromís, que estudiaba presentar una idéntica.
El artículo 20.1, relativo al "Nombramiento, renovación y provisión de vacantes" de los órganos de gobierno de las cajas, dice así en su redacción actual:
"Las personas miembros de los órganos de gobierno serán nombradas por un periodo de seis años, pudiendo ser reelegidas siempre que continúen cumpliendo los requisitos establecidos en el artículo 18. No obstante, las personas vocales independientes del consejo de administración y de la comisión de control no podrán ostentar tal condición durante un periodo superior a 12 años".
La redacción propuesta por Antonio Montiel, firmante de la enmienda, es la misma sin la palabra "independientes", lo que significa que el límite de 12 años de permanencia en el Consejo de Administración y la Comisión de Control no afectaría sólo a los vocales independientes, sino a todos. Los efectos inmediatos serían que tres de los ocho miembros actuales del Consejo de Administración no podrían continuar: el presidente, Antonio Carbonell; el vicepresidente, Antonio Gil Montes, y el vocal José Pla Barber.
El Consejo de Administración de Caixa Ontinyent, que tiene diez asientos aunque dos están vacantes, va a ser renovado en los próximos meses para adaptarse a la ley de 2015, que reduce el peso político en los órganos de gobierno y obliga a que en el Consejo haya cinco "independientes", es decir, cinco personas que no pertenezcan a la Asamblea General.
Con la ley actual, los cinco nuevos independientes podrían permanecer un máximo de 12 años mientras que los llamados dominicales no tendrían límite de permanencia. Si prospera la enmienda, Carbonell, Gil y Pla habrán superado los 12 años, puesto que en 2004 ya eran miembros del Consejo, según consta en los informes remitidos a la CNMV.
El resto de miembros sí podrían continuar o ser reelegidos, puesto que tres entraron en 2010 –Joaquín Tormo, Eduardo Úbeda y José Rafael Revert– y dos lo hicieron en 2013 –Vicente Casp y Juan Luis Gandía–.
Fuentes de Compromís confirman a Valencia Plaza su total sintonía con la propuesta y su apoyo a la enmienda. Según explican, es una demanda que surgió de gente la comarca y también de sindicatos de la propia caja y se justifica porque "los vocales independientes tienen que estar al mismo nivel que los dominicales, no hay ningún motivo para que haya esta diferencia" de límite de mandato.
"Es una medida muy lógica después de todo lo que ha pasado con las cajas, tenemos que aprender de la experiencia", añaden, en referencia a vocales de las antiguas cajas de ahorro como Bancaja y CAM que lograron permanecer en los consejos de administración décadas porque en cada cambio de la Ley de Cajas ponían el contador a cero.
Estas fuentes niegan que la intención sea, como aseguran otras fuentes, provocar la caída del presidente de Caixa Ontinyent para promover la candidatura de una persona afín a Compromís, como puede ser el actual director de Riesgos de la entidad, Rafael Beneyto.
La incógnita está en saber qué hará el PSPV, que por el momento se ha negado a respaldar este cambio. De hecho, ese sería el motivo por el que Compromís no había llegado a presentar la enmienda, ya que necesitaba pactarla con su socio de Gobierno.