Pilar Lima. Foto: ESTRELLA JOVERVALÈNCIA. Unidas Podemos ha entrado en el primer gobierno de coalición de la democracia y también forma parte del Botànic junto con el Partido Socialista y Compromís. Una posición que refuerza e impulsa la marca tanto a nivel autonómico como nacional, pero que contrasta considerablemente con la principal debilidad del partido desde el año 2019: su escasa implementación local en el territorio valenciano.
Las últimas elecciones municipales se tradujeron para Podemos en una sangrante pérdida de ediles que en muchas ocasiones incluso les llevó a quedarse fuera de algunos ayuntamientos. El caso más llamativo, el de València capital. Así, ahora mismo, la principal preocupación de la formación en la Comunitat Valenciana es reconstruir sus círculos locales y recuperar el espacio perdido.
"Llevamos 10 meses de nueva ejecutiva y tenemos que aprender de nuestros errores del pasado. Es momento de trabajar en la implementación territorial, y para ello hemos creado una estructura muy potente que ya cuenta con cerca de 2.500 afiliados", ha explicado en este sentido Pilar Lima, coordinadora de Podem País Valencià. "No podemos quedarnos fuera de los ayuntamientos porque estamos en el gobierno autonómico y en el gobierno de España". "Hay partido para conseguirlo", aseguraba al respecto.
Una de las principales novedades en la implantación local ha sido la creación de los círculos intercomarcales, es decir, espacios intermedios entre lo autonómico y lo municipal: "Se han creado con el objetivo de vincular a la militancia, de ampliar y consolidar sus relaciones", apuntaba el secretario de organización, Carles Fons.
En cuanto al mensaje, Podemos pretende acercarse a los colectivos y asociaciones para conocer mejor sus reivindicaciones y así poder incorporarlas al proyecto político de cada municipio. Un camino que se emprende con la voluntad de volver a "ilusionar" a las bases pero sobre todo de adquirir visibilidad entre los grupos de interés y las agrupaciones a nivel municipal. "La participación y la colaboración serán esenciales", aclaraban en este sentido.
También en la misma línea, consideran que podría ser beneficioso mostrar sinergias con los otros dos partidos percibidos como la izquierda del PSPV, Compromís y Esquerra Unida. Especialmente con este último, la voluntad de Podemos es afianzar la marca Unidas Podemos y concurrir en confluencia siempre y cuando sea posible.
Así, ven como un error que durante las pasadas elecciones ambos partidos decidieran postularse en muchos casos por separado. "Estudiaremos la situación de cada municipio para conocer sus peculiaridades, pero hay una gran voluntad política para llegar a los acuerdos que no fuimos capaces de alcanzar la otra vez", matizaba Fons. De esta forma, su pronóstico es que en las locales de 2023 aumentará el número de listas conjuntas.
Finalmente, tampoco pasan desapercibidos los movimientos del partido a nivel nacional. Así, la marcha y dimisión de Pablo Iglesias también contribuye a la hora de redibujar las líneas de Podemos en su máxima expresión. Unas líneas que, según ha explicado Fons, a partir de ahora serán más "femeninas y feministas".
También tomará importancia la "coralidad" dentro de la formación, en lo que el secretario de organización concibe como "centros de decisión descentralizados". Aunque para ver cómo se consolida todo esto, eso sí, habrá que esperar a que se celebre Vistalegre IV.
Unas nuevas imágenes y símbolos para la formación que, en la medida de lo posible, también deberían calar en los círculos locales y en el nuevo ciclo que se abre para Podemos de cara a la reconquista de las instituciones locales.
"Llevamos siete años ocupando un importante espacio político a pesar de los ataques por parte de los poderes políticos, sociales y financieros. Con todo, hemos llegado al Botànic y al gobierno de España, con políticas pioneras y muy importantes como por ejemplo las que se desarrollan desde la conselleria de Vivienda", ha concluido Lima.
